Me dice un amigo gallego que hay cierta justicia poética en la derrota con unos mecanismos previstos para asegurar la victoria del mantenimiento de unas poltronas, en este caso, el trono de España (que, como todo el mundo sabe, es creación del siglo XIX y el primer Rey de España, con esa denominación, fue Amadeo de Saboya, pero, esta, es otra historia). Lo que nos ocupa es la posible y ocultada crisis de los herederos al trono de dicha corona, es decir, los hijos del hijo del Movimiento, el rey, primero franquista, luego constitucionalizado, Juan Carlos de Borbón y Borbón. Y es que el reconocimiento de esos dos bastardos, que serían llamados así en otro tiempo, tiene una importancia capital en el órden constitucional. Aunque muy pocos han querido observarlo.
Juan Carlos de Borbón y Borbón, hijo de su padre, el imprevisto Juan de Borbón y Batenberg, imprevisto que fuera el jefe de la casa real española, algo que fue poco antes de la muerte de su padre, el anterior rey, Alfonso XIII, en su exilio romano, en 1941. Aquí hay una serie de puntualizaciones, con permiso de Iñaki Anasagasti y su libro “Una monarquía nada ejemplar” que merecen difundirse. El primero de ellos que Alfonso XIII cooperó con el franquismo, y que no una, sino muchas, se puso a las órdenes de Francisco Franco, como un simple soldado a las órdenes de España (la azul, claro), que le dió dinero, y que, en el caso de una partida de aviones, necesaria de urgencia, y que venía de Italia al estado español, el dictador italiano fascista quería que fueran trasladados por avión, pero el estado mayor franquista, con Kindelan por cierto al frente, al que ahora se homenajea, pero que sería como si en Alemania se lo hicieran a Göering, lo quería en vuelo directo. Y fue el otrora rey el que llamó a Benito para interceder en favor de la España de los del contubernio golpista para que se pudiera bombardear mejor y más rápido a los de la España de la legalidad, los llamados rojo-separatistas.
Juan Carlos de Borbón y Borbón nace en 1938 en Roma, italiano pues (algunos herederos nacen en otros países, y como el caso de alguno que no recuerdo su nombre, para nacer en suelo de su país, se emite una órden especial para que el suelo donde lo hace, generalmente un hospital, por unas horas, pasa a ser suelo de aquél país, aunque sea en la republicana Saint Paul, Minnessota, en los Estados Unidos) y fue certificado, posteriormente, su natalicio en un consulado, dicen que español. Porque Juan de Borbón, el que algunos llaman Juan III, y así aparecerá en su tumba en el escorial, lo inscribió en el consulado franquista, existiendo el consulado republicano, y no sabiéndose aún de que lado se iba a decantar la fratricida y provocada (por los franquistas) guerra civil española. Y es que Juan lo tenía claro. Quería ir como soldado a combatir. Pero Franco lo tenía claro. Si en algún momento del futuro esa monarquía rancia debía volver a ser signo de unidad de la patría, no podía ser presentada como algo que una vez fue de parte en el campo de batalla. Un caso en el que los regios representantes tuvieron aún menor visión de futuro que los franquistas sublevados.
1931, en Noviembre, las cortes republicanas hicieron un juicio al depuesto rey Alfonso XIII (que,dicho sea de paso, y como dice el libro de Miguel Anxo Murado “La invención del Pasado”, esto de los numerales es algo que podría ser revisado, porque tiene su miga detrás,miga de mentiras) y se le declaró desposeido de sus posesiones dentro del estado (entre ellas el Palacio de la Magdalena en Santander o el Palacio de Miramar en Donostia), que el y sus herederos no podrían ostentar ni los títulos ni privilegios tradicionales de la corona española y que no podrían pisar suelo español jamás. Algo similar a lo que, tras la victoria sobre los fascistas, y tras el preceptivo referéndum, hicieron los italianos en mayo de 1946. Los Saboya tardaron más de 40 años en volver a pisar suelo italiano. Y como simples ciudadanos. En 1938 precísamente un decreto franquista revocaba el juicio democrático ejercido por las cortes republicanas, retornando todo lo desposeido, salvo un pequeño detalle: la corona de España, la jefatura del estado. Eso se lo reservó Franco para sí, hasta el día de su muerte.
Juan Carlos de Borbón y Borbón afirmó no una, sino varias veces, que además de su padre biológico, Juan de Borbón, Franco fue un padre para el. Por eso es hijo del Movimiento, es la monarquía del Movimiento. Porque esta no es una restauración monárquica como la que hizo, o intentó, Canovas del Castillo a fines de siglo XIX (que le salió mal, porque el quería que se hiciera una votación en las cortes, solemne y constitucional, pero un general dió un “pronunciamiento”, AKA golpe de estado, en Sagunto, y destrozó la traza legalista de Canovas), sino una instauración, dado que el Principe heredero se le denominó como Principe de España, algo que contrasta con el denominar al hijo de Juan Carlos como Principe de Asturias tras la coronación de aquél, aunque la situación del título, según su legitimidad, no hubiera cambiado, dado que, en teoría, era potestad de Juan de Borbón. Es una nueva monarquía azul. A la que se sumaron los rojos, como se verá en la transición, pasando de republicanos a monárquicos. Sobre todo el PSOE.
Se dice que cuando uno hace un juramento solemne uno, luego, no puede volver a someter a juramento por algo que lo contradiga (en la película “Centauros del desierto”, al inicio, dicen un antiguo soldado confederado que no puede jurar ser Sheriff del Norte, cuando ya había comprometido tal alto compromiso, el de jurar, con el viejo sur) y algo así ocurrió cuando en 1969 Juan Carlos jura defender los principios del movimiento de esta nueva monarquia fundada sobre la legitimidad (sic) surgida del 18 de julio de 1936. Un rey y una monarquía colada dentro del paquete constitucional, no pudiéndose votar por separado. En Grecia hubo una consulta, un referéndum, convocado por el hermano de la Reina Sofía, el Rey Constantino, que fue derrotado en 1974 y se tuvo que ir al exilio. Quizás eso estuvo en el subconsciente o en el consciente no confesado. Además de que, ahora, con la crisis tremenda que conlleva el estado griego, nadie, ninguna formación, ni siquiera las conservadoras, han afirmado la voluntad de una vuelta de la monarquía como símbolo de unidad, permanencia, estabilidad, del estado griego. Una vez pasaron a un modelo republicano, lo han hecho con todas las consecuencias. Y sin un punto de retorno. Porque así lo qusieron griegas y griegos. Quizás por eso no se dió ni se dará esa opción. Ayudado por lo que el mismo Anasagasti desgrana en “Una monarquía protegida por la censura”.
Constitucionalmente, en el título II, protegido por la revisión reforzada de la constitución, protegido especialmente para impedir un posible brote republicano (el tema de los dos tercios dos veces de congreso y senado del artículo 168 de reforma de la constitución) se afirma Por ningún lado aparece la figura del bastardo, como, por ejemplo, ha reclamado y al final se le ha concedido a Leandro de Borbón, hermano de Juan de Borbón. Sin duda este no es el caso. En este caso la constitución es muy clara, cristalina. Y es la causa de la inadmisión a trámite de la demanda del ciudadano catalán, y sí de la de la mujer belga, más allá de anécdotas de como y cuando se dieron a conocer como hijos o posibles hijos de Juan Carlos de Borbón. Porque ese asunto es secundario. El principal es que, dado que el posible hijo catalán, y, por tanto, dicen que español (al menos, por ahora) sería el primer heredero a la corona española. Debería ser el rey de España.
Mi amigo gallego dice que, como solución deshonrosa, podrían utilizar un parche. Intentar modificar el título II, en el apartado de la monarquía, para aclarar la sucesión a partir del actual Felipe VI (en Casitlla, porque en Navarra o en Catalunya debería reconocerse que lleva otro numeral), pero surgen dos problemas. Y usaré sus palabras: Y, considerando que Felipe era la última bala de la monarquía española para salvarse, lo van a tener complicado para avanzar hacia una nueva generación de monárquicos con nuevos reyes de España. Aunque si lograron que el PSOE renunciara a ser republicano, siendo juancarlista primero, ahora directamente monárquico, si lograron que la nieta de un taxista asturiano, presentadora del telediario con Urdazi, repubicana, de estirpe roja, acabe como reina de España, seguro que intentar lo van a intentar. Mantener la poltrona bajo alguna forma de monarquía española.
Dicen las malas lenguas que la cerveza mexicana Corona cuando quiso implantarse en España, a Zarzuela no le gustó, porque Corona, en España, sólo hay una, y la llevan los borbones. Por eso en España la cerveza se llama coronita. Curioso, porque México fue el último país, llegado 1975, que, oficialmente, reconocía la legitimidad republicana, de las instituciones de la República (de las que el Lehendakari Agirre pudo haber sido presidente puesto que se lo ofrecieron a finales de los años 40). Si hasta este pequeño detalle se inmiscuyera Zarzuela para preservar sus intereses… bueno, pues veremos sin duda como evolucionan los acontecimientos. A veces pasa eso de la Justicia poética con las leyes que sólo persiguen salvar la poltrona. Hasta entonces, y como dicen allí, que viva México, cabrones!
martes, 6 de enero de 2015
Pablo el pobre (Por Alberto Noguera y comentario propio).
Hace poco más de un año recuerdo haber estado viendo una de las habituales tertulias de Pablo Iglesias y Alfonso Rojo. Aquel día se habló de la nómina de Pablo en la Universidad Complutense y él declaró con toda la solemnidad que percibía la cantidad de 900€ brutos al mes por dos horas de clase a la semana. Al día siguiente publicó el mismo Pablo un artículo en un blog, incluyendo escaneo de su exigua nómina. Y ahí además se refirió a sus ingresos televisivos:
Deseé que me preguntara el señor Inda cuanto cobro por ir a la Sexta. Como no lo hizo voy a contarlo. La productora que trabaja para La Sexta Noche me paga 250 euros brutos por cada participación en el programa, por el que les entrego una factura con mis datos fiscales con la que después cumplo mis obligaciones con Hacienda. Restado el 21% de IRPF (ese impuesto que es la base recaudatoria más importante de nuestro sistema fiscal, desconocido por las grandes fortunas que defraudan) y el 30% que dono a La Tuerka (nuestro programa lo hemos financiado siempre los miembros del equipo con nuestro propio dinero, estableciendo porcentajes obligatorios de donación por cada actividad remunerada que realizara cualquiera de nosotros), me quedo con algo menos de 125 euros. Preparar los debates de La Sexta me lleva más o menos un día de trabajo y me siento afortunado; pocas personas de mi edad y con mi formación pueden llegar a cobrar 125 euros por un día de trabajo en España.
No se hizo mención en todo ese largo artículo a ninguna otra vía de ingresos. Todo esto se refería al año 2013.
Luego, cuando ya se echó a la política, fuimos conociendo algo más de la vida de esta austera persona: que si las camisas de Alcampo, que si la Scoopy de 2.600€, que si el pisito que le dejan sus padres. Recuerdo a Julio Anguitarefiriéndose a él como "el último desharrapado".
Cuando entró de parlamentario europeo, haciendo la famosa donación de sus emolumentos a la causa, hizo una declaración de bienes que resumo a continuación:
Ocupación o pertenencia: profesor de universidad (titular interino a tiempo parcial).
Pertenencia o actividad: Podemos - junta directiva (no remunerado).
Actividad ocasional cuando la remuneración exceda de 5.000€ por año civil: Presentador y director de programa de debate televisado (Fort Apache).
Y hasta ahí quedó la cosa. Con tantos y tan buenos periodistas que tenemos en España, con toda esa retórica que despliegan por tertulias y debates, nadie pudo expresar más que dudas acerca de los ingresos de Pablo Iglesias. Nadie pudo cifrar con una mínima exactitud lo que cobraba esta persona por realizar el programa Fort Apache.
Y ahora él mismo publica por fin una verdadera declaración de bienes en la web de su partido en la que indica muy claramente que cobró en 2013 19.604,08€ como profesor universitario y 50.082€ como presentador de Fort Apache. En total, 69.928,27€ de sueldecillo para este pobre "desharrapado" que no tenía ni para ir al Zara. Después de tributar todo eso le han quedado exactamente 50.838€ limpios.
¿Por qué callaba este falsario el tema de Fort Apache y al final ha acabado él mismo publicándolo? ¿Son presiones dentro de su propio partido o tiene miedo de que lo filtre Hacienda?
Y todavía mejor es el origen de ese dinero: HispanTV, televisión pública iraní fundada directamente por Mahmud Ahmadineyad con la idea de desestabilizar las democracias occidentales. Ya en su inauguración la llamó "arma de lucha ideológica". Ahí es donde Iglesias ha ido sacando sus opiniones a favor de Hugo Chávez, el castrismo, el patriotismo bolivariano y todo lo que se nos va a caer encima si no abrimos los ojos a tiempo. Pablo Iglesias vive y ha vivido del dinero del fundamentalismo islámico, el mismo dinero que financia el wahabismo en las mezquitas españolas o que posiblemente pagase la dinamita de los trenes de Atocha (dinamita que a él le sirvió para mandar SMS y colocar a Zapatero). Si entendemos que Iglesias ha pagado "de su bolsillo" tanto el programa La Tuerka como los inicios de Podemos, sabemos que estas dos cosas son fruto del dinero iraní. Y si está dispuesto el gobierno de ese país a invertir en una televisión en la que hable y se exprese Pablo Iglesias, ¿qué no hará para ayudar a que llegue Podemos al poder?
Quiero que quede bien claro esto, porque a mí también me ha costado de entender:
Mahmud Ahmadineyad quiere cargarse las democracias occidentales y cree que un canal de televisión en castellano puede influir en crear un clima de rebelión.
Funda el canal con sede en Madrid, con todos los contenidos en castellano. Su función será promover el chavismo, el castrismo, la ultra izquierda y todo lo que haga daño a nuestro sistema actual.
Contrata a Pablo Iglesias para hacer un programa en ese sentido y le paga 50.000€ al año.
En enero de 2013 el gobierno español requiere a los operadores de satélite Eutelsat y Arqiva el cese de la difusión de este canal, por estar su responsable último, el iraní Ezatola Zarghami, implicado en la violación de derechos humanos. A esto replica Pablo que al PP no le importaban los derechos humanos sino la "línea progresista" de sus programas. A lo que no responde es a por qué su canal no emite información alguna relativa a la ejecución de homosexuales en Irán. Y siguió tranquilamente cobrando.
Teniendo Pablo una nómina de 19.000€, los pagos del Gobierno de Irán se convierten en su principal fuente de ingresos. Fuente que él oculta y de la que nunca habla hasta el PDF que ha salido ahora.
Después vienen las elecciones europeas, la subida en las encuestas, el viraje hacia el "modelo" de Finlandia y la conversión a la socialdemocracia de centro.
Iglesias a mí no me ha engañado nunca. He cursado, como él, una carrerita de letras llena de maltrabajas. Este tío va a seguir cambiando de chaqueta, de discurso y hasta de religión con tal de vivir cada vez mejor sin hacer nada más que hablar.
Se reían de mí algunos que me espetaban: "¡Pablo Iglesias es ETA!", como frase exagerada y calumniosa. Pablo Iglesias no es ETA, Pablo Iglesias es Mahmud Ahmadineyad, Hugo Chávez, Arnaldo Otegi y todo lo que nos amenace a nosotros como civilización. Abrirá el candado del 78 y no se sabe si pondrá el Corán, el Libro Azul de Chávez o los discursos de Fidel Castro. Todo su aparato demagógico es pura mentira, igual que su personaje de pobre estudiante con camisa a cuadros. Estaba y está cobrando un pastizal por su actividad deagitprop islámica dentro de España. Ladra y argumenta en el Parlamento Europeo contra las torturas de los presos de Guantánamo, porque son los países que financian a los presos de Guantánamo los que lo financian a él también. Mientras tanto, quienes le pagan se saltan a la torera los Derechos Humanos. Pablo Iglesias no necesita una "puerta giratoria", tiene flujo directo desde la República Islámica de Irán. Este tío es como Zapatero, pero inteligente. Y todos los ignorantes que están pensando en ponerlo a gobernar echarán la culpa, cuando llegue más ruína, a Merkel, a EEUU, a los empresarios, al neoliberalismo y así seguiremos sumidos las mayores ignorancia y estulticia hasta que nos quite alguien la Democracia para que no nos hagamos más daño.
Por terminar (ya que éste artículo de autor, ya que lo tenía en "la nevera" hasta poder ver las caras a los candidatos) ya sabemos que, al menos en Euzkadi, Podemos NO considera "casta" a EH-Bildu. No se que pensará "Podemos-Cuenca", "Podemos-Guadalajara" o "Podemos-Valladolid". Seguramente... otra cosa aunque, ya se sabe, si se les pregunta a quienes tenían respuesta inminente para todo y soluciones en el bolsillo, le van a responder lo siguiente (es de argumentario o manual): "Por ahora no tenemos respuesta a eso...lo debemos debatir en los círculos".
O sea... humo. Aunque si digo "humo, me "meten" en "La Casta". Curioso.
domingo, 4 de enero de 2015
AVE a La Meca: Pacto de silencio para pregonar en el desierto con la "Marca España".
Cuando a mediados de diciembre, los técnicos de Talgo emprendían el embarque del primer tren español de alta velocidad con destino a Yeda lo último que podía imaginar Ana Pastor era que Arabia Saudí preparaba un ultimátum en toda regla con la advertencia de rescindir el célebre AVE a La Meca, valorado en 6.736 millones de euros... Calderilla.
El mayor premio gordo obtenido por un grupo empresarial fuera de nuestras fronteras, epítome de la ‘Marca España’, es un arma de doble filo que amenaza los intereses políticos de todo el país más allá del agujero que pueda causar en los negocios de las doce empresas involucradas en el proyecto. De ahí el toque a rebato del Ministerio de Fomento para cerrar filas, ponerse las pilas y callar la boca aunque sólo sea para hacer bueno el falso aforismo de que el cliente siempre tiene la razón.
La mayor parte de las empresas integradas en el consorcio Al Shoula están encendidas por las declaraciones del ministro de Transportes, Abdullah Al-Muqbel, quien ha suscitado las mayores sombras de duda sobre el desarrollo del llamado ‘tren de los peregrinos’. Tras una visita sorpresa por distintos tramos del recorrido, el mandatario saudí se mostró muy molesto con el estado del proyecto y no tuvo pudor en emplazar públicamente a las compañías españolas para que presenten en un plazo de dos meses un plan de emergencia que permita acelerar las obras. En caso contrario, el contrato podría darse al traste con un pleito de resonancia internacional que, de entrada, implicaría la ejecución de los avales comprometidos por importe de casi 670 millones de euros.
La reciente crisis de Gobierno en Arabia Saudi ha gastado una mala pasada a España porque ha situado al frente del programa a uno de los principales defensores del consorcio franco-saudí Al-Rajhi Alliance, encabezado por la SCNF, Alstom y Thales, que precisamente resultó derrotado en la final del concurso por el citado grupo hispano-saudí. El flamante titular de Transportes y presidente a la vez de la Saudi Railways Organization (SRO) no parece que vaya a tener en adelante ningún tipo de contemplaciones con los adjudicatarios españoles, que deberán hacer horas extras si quieren seguir pregonando en el desierto ante un cliente tan desafiante como desconfiado.
Los ganadores de hace tres años tienen ahora todas las de perder a poco que los retrasos generados desde un principio en la primera fase del proyecto no se corrijan en los tiempos marcados por el operador estatal de los ferrocarriles saudí. Es cierto que los trabajos previos de infraestructura fueron adjudicados a un consorcio ajeno, constituido por firmas locales con empresas chinas, que, a la postre, es el verdadero culpable del mal trago que se ha llevado el ministro de Transportes. La responsabilidad de las empresas españolas cuenta, por tanto, con sobrados argumentos de defensa, pero malo será tener que recurrir a ellos si el cliente termina por cumplir su inesperada amenaza.
Un grupo heterogéneo y poco cohesionado.
El consorcio español teme convertirse en la cabeza de turco de cualquier eventual desastre y su titular, Pablo Vázquez, hombre de confianza de Ana Pastor y actual presidente de Renfe está tratando de imponer una estrategia orientada a cerrar filas para evitar males mayores en Arabia Saudí. La primera consigna de esta política ‘manu militari’ pasa por evitar fisuras en la descalificación mutua de los trabajos que llevan a cabo las distintas empresas. La conducta individualista de OHL reclamando un mayor protagonismo en el proyecto ha levantado ampollas entre las demás constructoras, que no han tardado en denunciar los retrasos que precisamente afectan a los tramos bajo responsabilidad del grupo presidido por Juan Miguel Villar Mir.
“Dime de qué presumes y te diré de qué careces”, ha sido la respuesta con que algunos miembros del consorcio han replicado la actitud de su desleal invitado, a quien recuerdan que entró en el negocio de rebote y gracias a la mediación del Ministerio de Fomento. De nuevo ahora los representantes del Gobierno han tenido que tomar cartas en el asunto para amainar las pasiones con que cada cual trata de arrimar el ascua a su sardina. La variopinta configuración de un grupo multidisciplinar y heterogéneo, compuesto por empresas públicas, privadas y no del todo bien avenidas, ha sido un mal endémico para los gestores del proyecto que no han podido hasta la fecha hacer carrera de sus conmilitones más ilustres.
La tormenta del desierto que se cernía sobre el AVE a La Meca ha dado paso a un pequeño conato de ‘guerra civil’ que Ana Pastor ha cortado de cuajo con el propósito de no dar más cuartos al pregonero. Para ello se impone unpacto de silencio que empieza por mostrar la mejor cara ante el clientey, sobre todo, por evitar cualquier tipo de discusión o crítica interna que pueda erosionar la imagen cohesionada que se pretende garantizar a nivel institucional desde España. Para construir el mundo, como dice el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, las empresas tienen que saber trabajar en equipo desplegando sus desarrollos tecnológicos pero también toda la capacidad colaborativa que acredita al modelo concesional español.
A vueltas con el nuevo consejero delegado.
El consorcio Al Shoula admitirá los retrasos producidos en las tareas preliminares de entrega de la plataforma pero intentará evitar a toda costa la rúbrica de un ‘hand over’ o recepción de obras, que implicaría la asunción de un riesgo imponderable ante un eventual contencioso jurídico. Lo cortés no quita lo valiente y aunque las consecuencias contractuales recaigan de entrada en el grupo español como destinatario último de la operación, serán las empresas chinas las que tengan que asumir el palo de su vela por si finalmente las cañas se vuelven lanzas y los oros terminan pintando bastos en el Haramain.
La vocación de servicio deberá, eso sí, prevalecerá por encima de cualquier consideración y para ello los integrantes del consorcio español van a tener que ponerse las pilas, trasladando su actividad productiva sobre el terreno con una inversión en capital que probablemente no figuraba en sus planes iniciales de negocio. La subcontratación puede demostrarse ineficiente para apurar el calendario que exige el ministro de Transportes y Renfe tampoco debería demorarse más con la construcción de los talleres para los trenes, uno de los aspectos que más ha colmado la paciencia de las autoridades saudíes. En el plano doméstico la gerencia del proyecto va a ser encomendada a un nuevo consejero delegado que previamente habrá de superar también el examen de la SRO.
Pablo Vázquez seguirá ejerciendo el mando en plaza dentro de España pero en Arabia Saudí se necesita una cara amable, con experiencia probada en el país y que sea capaz de entender en su propio idioma lo que el cliente pide y necesita. En principio, el candidato elegido para tales menesteres es Santiago Ruiz, antiguo directivo de FCC y que ha gestionado entre otros el proyecto del Metro a Riad contratado por el grupo de Esther Koplowitz. El Gobierno español ha tenido que cambiar hasta en tres ocasiones al responsable del AVE a La Meca, la última vez por expreso deseo de los dirigentes árabes que se molestaron ante la falta de sumisión mostrada en alguna que otra discusión por el antiguo consejero delegado, Rafael Valero.
La situación a la que ahora se ha llegado, con el Rey Abdullah, Custodio de las dos Mezquitas, esperando impaciente para subirse esta misma primavera al Talgo en lo que se supone el primer ‘vuelo’ experimental del AVE patrio, constituye una verdadera ‘prueba de fuego’ para recuperar la credibilidad mancillada. Nadie dijo que el genuino contrato del siglo iba a resultar un oasis en el desierto, más bien si alguien lo creyó todavía está a tiempo de salir del espejismo. De lo contrario, algunos ilustres portadores de la ‘Marca España’pueden terminar, como coloquialmente se dice, mirando a La Meca. O como -también- se suele decir... "mirando para Cuenca"...
FUENTE: El Confidencial.
Link original: http://www.elconfidencial.com/empresas/2015-01-01/ave-a-la-meca-pacto-de-silencio-para-pregonar-en-el-desierto-con-la-marca-espana_614808/
El mayor premio gordo obtenido por un grupo empresarial fuera de nuestras fronteras, epítome de la ‘Marca España’, es un arma de doble filo que amenaza los intereses políticos de todo el país más allá del agujero que pueda causar en los negocios de las doce empresas involucradas en el proyecto. De ahí el toque a rebato del Ministerio de Fomento para cerrar filas, ponerse las pilas y callar la boca aunque sólo sea para hacer bueno el falso aforismo de que el cliente siempre tiene la razón.
La mayor parte de las empresas integradas en el consorcio Al Shoula están encendidas por las declaraciones del ministro de Transportes, Abdullah Al-Muqbel, quien ha suscitado las mayores sombras de duda sobre el desarrollo del llamado ‘tren de los peregrinos’. Tras una visita sorpresa por distintos tramos del recorrido, el mandatario saudí se mostró muy molesto con el estado del proyecto y no tuvo pudor en emplazar públicamente a las compañías españolas para que presenten en un plazo de dos meses un plan de emergencia que permita acelerar las obras. En caso contrario, el contrato podría darse al traste con un pleito de resonancia internacional que, de entrada, implicaría la ejecución de los avales comprometidos por importe de casi 670 millones de euros.
La reciente crisis de Gobierno en Arabia Saudi ha gastado una mala pasada a España porque ha situado al frente del programa a uno de los principales defensores del consorcio franco-saudí Al-Rajhi Alliance, encabezado por la SCNF, Alstom y Thales, que precisamente resultó derrotado en la final del concurso por el citado grupo hispano-saudí. El flamante titular de Transportes y presidente a la vez de la Saudi Railways Organization (SRO) no parece que vaya a tener en adelante ningún tipo de contemplaciones con los adjudicatarios españoles, que deberán hacer horas extras si quieren seguir pregonando en el desierto ante un cliente tan desafiante como desconfiado.
Los ganadores de hace tres años tienen ahora todas las de perder a poco que los retrasos generados desde un principio en la primera fase del proyecto no se corrijan en los tiempos marcados por el operador estatal de los ferrocarriles saudí. Es cierto que los trabajos previos de infraestructura fueron adjudicados a un consorcio ajeno, constituido por firmas locales con empresas chinas, que, a la postre, es el verdadero culpable del mal trago que se ha llevado el ministro de Transportes. La responsabilidad de las empresas españolas cuenta, por tanto, con sobrados argumentos de defensa, pero malo será tener que recurrir a ellos si el cliente termina por cumplir su inesperada amenaza.
Un grupo heterogéneo y poco cohesionado.
El consorcio español teme convertirse en la cabeza de turco de cualquier eventual desastre y su titular, Pablo Vázquez, hombre de confianza de Ana Pastor y actual presidente de Renfe está tratando de imponer una estrategia orientada a cerrar filas para evitar males mayores en Arabia Saudí. La primera consigna de esta política ‘manu militari’ pasa por evitar fisuras en la descalificación mutua de los trabajos que llevan a cabo las distintas empresas. La conducta individualista de OHL reclamando un mayor protagonismo en el proyecto ha levantado ampollas entre las demás constructoras, que no han tardado en denunciar los retrasos que precisamente afectan a los tramos bajo responsabilidad del grupo presidido por Juan Miguel Villar Mir.
“Dime de qué presumes y te diré de qué careces”, ha sido la respuesta con que algunos miembros del consorcio han replicado la actitud de su desleal invitado, a quien recuerdan que entró en el negocio de rebote y gracias a la mediación del Ministerio de Fomento. De nuevo ahora los representantes del Gobierno han tenido que tomar cartas en el asunto para amainar las pasiones con que cada cual trata de arrimar el ascua a su sardina. La variopinta configuración de un grupo multidisciplinar y heterogéneo, compuesto por empresas públicas, privadas y no del todo bien avenidas, ha sido un mal endémico para los gestores del proyecto que no han podido hasta la fecha hacer carrera de sus conmilitones más ilustres.
La tormenta del desierto que se cernía sobre el AVE a La Meca ha dado paso a un pequeño conato de ‘guerra civil’ que Ana Pastor ha cortado de cuajo con el propósito de no dar más cuartos al pregonero. Para ello se impone unpacto de silencio que empieza por mostrar la mejor cara ante el clientey, sobre todo, por evitar cualquier tipo de discusión o crítica interna que pueda erosionar la imagen cohesionada que se pretende garantizar a nivel institucional desde España. Para construir el mundo, como dice el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, las empresas tienen que saber trabajar en equipo desplegando sus desarrollos tecnológicos pero también toda la capacidad colaborativa que acredita al modelo concesional español.
A vueltas con el nuevo consejero delegado.
El consorcio Al Shoula admitirá los retrasos producidos en las tareas preliminares de entrega de la plataforma pero intentará evitar a toda costa la rúbrica de un ‘hand over’ o recepción de obras, que implicaría la asunción de un riesgo imponderable ante un eventual contencioso jurídico. Lo cortés no quita lo valiente y aunque las consecuencias contractuales recaigan de entrada en el grupo español como destinatario último de la operación, serán las empresas chinas las que tengan que asumir el palo de su vela por si finalmente las cañas se vuelven lanzas y los oros terminan pintando bastos en el Haramain.
La vocación de servicio deberá, eso sí, prevalecerá por encima de cualquier consideración y para ello los integrantes del consorcio español van a tener que ponerse las pilas, trasladando su actividad productiva sobre el terreno con una inversión en capital que probablemente no figuraba en sus planes iniciales de negocio. La subcontratación puede demostrarse ineficiente para apurar el calendario que exige el ministro de Transportes y Renfe tampoco debería demorarse más con la construcción de los talleres para los trenes, uno de los aspectos que más ha colmado la paciencia de las autoridades saudíes. En el plano doméstico la gerencia del proyecto va a ser encomendada a un nuevo consejero delegado que previamente habrá de superar también el examen de la SRO.
Pablo Vázquez seguirá ejerciendo el mando en plaza dentro de España pero en Arabia Saudí se necesita una cara amable, con experiencia probada en el país y que sea capaz de entender en su propio idioma lo que el cliente pide y necesita. En principio, el candidato elegido para tales menesteres es Santiago Ruiz, antiguo directivo de FCC y que ha gestionado entre otros el proyecto del Metro a Riad contratado por el grupo de Esther Koplowitz. El Gobierno español ha tenido que cambiar hasta en tres ocasiones al responsable del AVE a La Meca, la última vez por expreso deseo de los dirigentes árabes que se molestaron ante la falta de sumisión mostrada en alguna que otra discusión por el antiguo consejero delegado, Rafael Valero.
La situación a la que ahora se ha llegado, con el Rey Abdullah, Custodio de las dos Mezquitas, esperando impaciente para subirse esta misma primavera al Talgo en lo que se supone el primer ‘vuelo’ experimental del AVE patrio, constituye una verdadera ‘prueba de fuego’ para recuperar la credibilidad mancillada. Nadie dijo que el genuino contrato del siglo iba a resultar un oasis en el desierto, más bien si alguien lo creyó todavía está a tiempo de salir del espejismo. De lo contrario, algunos ilustres portadores de la ‘Marca España’pueden terminar, como coloquialmente se dice, mirando a La Meca. O como -también- se suele decir... "mirando para Cuenca"...
FUENTE: El Confidencial.
Link original: http://www.elconfidencial.com/empresas/2015-01-01/ave-a-la-meca-pacto-de-silencio-para-pregonar-en-el-desierto-con-la-marca-espana_614808/
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