Cafres del martes, 20 de mayo (Capítulo 2: Arias Cañete).

Voy a hacer una "mini-sección" hasta el próximo lunes, 26 de mayo. Había pensado titularla "los tres cencerros del día" pero me he dado cuenta que lo del "cencerro de la semana" ya lo usan mis compañeros Asier y Javier en el Diario DEIA. Lo de los "semáforos" lo utiliza acertadamente Ramoneda en la Cadena SER. Y lo de los "Tontos" podría tener consecuencias ante el ojo inquisidor del inútil cargo institucional que ejerce el Virrey del PP en Las Vascongadas, Carlos Urquijo.

Por ello, una vez analizadas meticulosamente las acepciones de "cafre" que nos ofrece el diccionario de esa absurda RAE (de la que forma parte hasta Pérez Reverte), y, en previsión de querellas y denuncias de rebotes infantiles varias, opto por el título "Los tres cafres del día".

Espero que les guste y les dejo con "Los tres cafres del día".

No pasa nada por llamar facha a un facha. No es ni tan siquiera un insulto relevante por el que a nadie se le pueda imputar penalmente. El que es facha, es facha, como el que es gordo es gordo, un rubio no es moreno y el que tiene pelo no es calvo -como yo-. Lo tipificado es lo tipificado y lo tipificable es lo que el PP quiere que lo sea.

Hoy mismo, he visto que la Sentencia sobre el sopapo que dio un antidisturbios de la Policía Nacional en Madrid a una niña, que hace dos años tenía 16 años, ha quedado archivado porque la letrada de ese Policía ha dicho que "ocurrió hace mucho". Respetando el trabajo de esa compañera, me alarma que la Fiscalía le "haya seguido el rollo". El fotógrafo que lo grabó también fue agredido y se le requirió (como queda probado de forma documental) su cámara para borrar pruebas. En fin... esos abusos quedan reducidos a un Juicio de Faltas. Esa es la Policía que quiere el ultracatólico ministro de Interior, la que aprueba el catador de yogures caducados y el resto del Consejo de Ministros. El mismo que pretende que yo no pueda decir nada de lo que digo.

Vamos con el "cafre" en cuestión: Arias Cañete (eurocandidato del Partido Popular en el Estado español). Este aficionado a meterse en "jardines" ha entrado en la campaña como un ser solvente y ha acabado como un elefante en una cacharrería , lógicamente se ha rodeado de cacharros y, a estas alturas, ya no puede moverse sin montar otro auténtico estruendo.

La imagen que da es la de un auténtico terrateniente y la del típico señorito latifundista. Una mala imagen, antigua y "demodé". No gustan sus chistes y ya no gusta su "careto". Ya es tarde, por lo que al PP no le queda otro remedio que esconderle. Le "escondió" 24 horas en su Twitter y, visto que el marido de Celia Villalobos ha percibido la errónea maniobra, le han sacado de la chistera una conferencia "relámpago" (y no programada) en el Club Siglo XXI. A priori con preguntas aunque suena a plasma.

Al Partido Popular no le ha quedado mas remedio que meterle detrás de una mesa y sacar a escena al número dos. Nada nuevo bajo el sol. En los ochenta, cuando se le achacaba algo comprometido a Felipe González salía el -entonces- "fiel Sancho": Alfonso Guerra. A cañete le han puesto de escudero a otro González: González Pons. Un "figura" que dudo que sirva para acabar de fusilar al pobre Cañete.

Yo hubiese sacado a Iturgaiz ("Menor Oreja") y hubiese cortado por lo sano: Con un "Elena Valenciano es de la ETA" hubiese pegado fuego con su acordeón a la, ya, fracasada campaña del PP. Total, ya sabemos que nos leemos entre hombres. Una mujer no llegaría a entendernos según entiendo al candidato del PP.

Y, ¿Saben qué? me da mucha pena que las electas, militantes y votantes del PP guarden un silencio ensordecedor. Si yo estuviese casado con una de ellas, ya me está poniendo las zapatillas!!! Grima es lo que siento. Y pena. Por ellas y, también, por nosotros, los hombres. Pensaba que todas esas gilipolladas estaban superadas. Veo que no... Esto del PP parece una especie de "Regreso a el Pasado´36".