Cafres del martes, 20 de mayo (Capítulo 3: García Margallo).

Voy a hacer una "mini-sección" hasta el próximo lunes, 26 de mayo. Había pensado titularla "los tres cencerros del día" pero me he dado cuenta que lo del "cencerro de la semana" ya lo usan mis compañeros Asier y Javier en el Diario DEIA. Lo de los "semáforos" lo utiliza acertadamente Ramoneda en la Cadena SER. Y lo de los "Tontos" podría tener consecuencias ante el ojo inquisidor del inútil cargo institucional que ejerce el Virrey del PP en Las Vascongadas, Carlos Urquijo.

Por ello, una vez analizadas meticulosamente las acepciones de "cafre" que nos ofrece el diccionario de esa absurda RAE (de la que forma parte hasta Pérez Reverte), y, en previsión de querellas y denuncias de rebotes infantiles varias, opto por el título "Los tres cafres del día".

Espero que les guste y les dejo con "Los tres cafres del día".

El martes, a quién organiza los viajes del comisionista Borbón le ha salido un granito en el trasero. El enésimo granito. No le ha quedado otra más que tener que llamar (en plena campaña electoral) a su designado cónsul general en Londres para exigirle su dimisión.

Conozco al cónsul Jover desde hace mucho tiempo antes de que se dedicara a pegarse la "vida madre" en Jamaica. Siempre he sabido que la plaza de cónsul general en Londres es una de la más codiciadas (por encima de la plaza de Embajada). Recuerdo que, en Nicaragua, nadie quería la plaza de embajador en Managua pero sí la de la Cancillería. Ambas estaban en la Avenida de Italia, pegaditas, pero, el Consulado se lo dieron a un amigo -en aquél entonces- del Secretario de Estado "Chencho" Arias (el de la pajarita), siendo Morán ministro de AA. Exteriores por el PSOE. Sobraría decir que el embajador era un tal Valcárcel (de Gijón) que alardeaba ser, no del PP sino de AP... Pero, puestos a decir, ya lo digo ya que le "sufrí".

Y volviendo al cónsul Jover, nos enteramos que nada menos que Blesa (el de Caja Madrid nombrado por "Espe") se alojó entre el 4 y el 8 de abril en su piso "de uso personal" por el que los contribuyentes pagamos -vía Exteriores- ONCE (11) millones de euros. Sí, por semejante "txamizo" en lo más granado de Londres.

Y el presunto delincuente Blesa no se corta. Le dan igual sus engañados preferentistas. Lo suyo es el lujo y la chulería. lujo por todos pagado. Prepotencia. Con su flamante nueva mujer y con unos llamativos pantalones rojos se paseaba por "NUESTRO" piso en Londres sabiéndose seguido por no menos de cuatro "paparazzis". Se la pela, se ríe y se la repamfinfla.

Como a mi me la pelaría ponerle un ojo mirando a Cuenca. El otro ya se lo pusieron mirando a Badajoz saliendo de un Juzgado y nada ocurrió. Ahora que no me vengan sus amigos ministros de Interior y Justicia a decirme nada, aunque, en campaña, no creo que se metan en estos jardines. Al fin y al cabo, a Blesa se le siguen pagando sus "gorilas" con dinero público y, si no, seguro que hay algún antidisturbios (de esos que pegan sopapos a niñas de 16 años y a periodistas gráficos y salen "limpios" del Juzgado) dispuesto a hacer alguna horita "extra".

Pues nada; el "cafre" Margallo dijo no haberse enterado hasta que Jover le llamó a su secretario para anunciar el fin de su "carrera" diplomática y nos lo venden como la exigencia de un cese-dimisión. tampoco cuela.  Patético Partido Popular. ¿Hasta yo mismo me enteré ayer tres horas antes que el ministro? Vamos, que aunque uno tenga contactos me parece una mofa ante la ciudadanía.

¿Puede un ciudadano ir a Londres a pasar cuatro días a ese piso? Por lo visto, aquí, los de la "gran coalición" PP-PSOE se van superando. Aún me acuerdo de cuando el Gobierno del PSOE hizo una lista para navegar en el Azor y que la misma se gestionaba desde el despacho del hermano de Alfonso Guerra en la Delegación española en Sevilla. Al final, nadie navegó y lo subastaron. No sé si el barquito en cuestión acabó de restaurante o de puticlub de carretera.

Quizás acabe igual el txiringuito de 11 millones en el centro de Londres ¿No, Margallo?