Urdangarín, ha sido el último en llegar al que, tranquilamente, pudiéramos llamar "Holding de los negocios de Juan Carlos y su prole". Ante este panorama no es extraño que el marido de Cristina, Iñaki Urdangarín, decidiera dedicarse profesionalmente, tras abandonar el balonmano, a este sector, con varias empresas especializadas en la gestión de patrocinios deportivos.En esta fotografía (obtenida en Australia), podemos verle saludando a uno de sus grandes valedores: El franquista Samaranch; luego, si nadie veía relación alguna en común entre el suegro y el yerno (aparte de Cristina), observamos que tal vínculo existe: A Samaranch le nombró Franco y a Juan Carlos... También. A Urdangarín le propuso el borbón vía Samaranch.
A lo que íbamos, "Don Iñaqui Señor" vivió su momento más dulce durante la gestión de Jaume Matas en el Gobierno balear (entre 2003 y 2007), y especialmente con José Luis Ballester Pepote como director general de Deportes. Pepote Ballester es amigo personal tanto de los duques de Palma como del príncipe Felipe, junto a quien estuvo en el equipo olímpico de vela en Barcelona‘ 92; y fue medalla de oro de vela en Atlanta‘96 junto con Fernando León, que actualmente navega en el CAM con el príncipe.
Con Ballester se multiplicaron las colaboraciones entre las iniciativas empresariales del duque de Palma y la comunidad. Por ejemplo, Urdangarín jugó un papel decisivo para que el equipo ciclista Banesto se transformara en el Illes Balears, por lo que la comunidad pagaba seis millones de euros anuales, un precio insostenible que obligó al Gobierno autonómico a desligarse progresivamente. Y es que en los últimos años todo han sido problemas para Matas, Ballester, Urdangarín y, de rebote, para el resto de patrocinados reales.
Lo más curioso de todo es que han cometido, cometen y seguirán cometiendo errores. Por ejemplo e independientemente en la intervención de la Fiscalía de Menores en el caso de la "fenómena" Belén Esteban y "Andreíta come el pollo y no la toque ni Dios... que mato", éste adherido al panal no cae en la cuenta de que lleva a su hija a la escuela con una corona mural (la Republicana). Me imagino que el "3" serán los años de esta criatura, aunque bien pudieran ser los que le faltan a sus familiares para volver a Estoril. (Se puede mostrar la cara porque es Infanta de naranja de los españoles y, si "sale" en los retratos "oficiales", fotos de sus "vacas" de verano, esquiando en invierno y felicitaciones navideñas... también puede "salir" aquí... de hecho, podría salir hasta en un sello de Correos).Y aunque alguno piense que se puede enseñar su cara porque, por carambolas rocamboléscas, pudiera llegar a ser "reina", lo cierto es que le llamaría "Rappel de geriátrico", si bien, en una cosa le debería dar la razón (no el Diario): es bastante más guapa que las hijas-monster-góticas de Sonsóles y "ZetaParo" (nueva denominación de "ZP").
El caso es que, al paso orgulloso de las nuevas generaciones (tampoco las juventudes del PP) de Borbones, vuelven los antiguos escándalos de corruptelas y amigos íntimos detenidos como vulgares chorizos que en los ‘80 protagonizaba con su clan el patriarca Juan Carlos de Borbón. En febrero de 2006, el PSOE denunció una adjudicación a dedo del Govern al Instituto Nóos, entidad que presidía Urdangarín y que se dedicaba “a investigar procesos de formulación e implementación de estrategias de patrocinio, mecenazgo y responsabilidad social”.
Se le pagaron 1,2 millones de euros por organizar un congreso de tres días, en 2005, sobre Turismo y Deporte, y se le permitió completar sus ingresos con patrocinios privados. El escándalo supuso que Urdangarín tuviera que abandonar el Instituto. Y, poco más tarde, en las autonómicas de 2007, Matas perdió su cargo de presidente y Ballester, con él, el suyo.
FUENTES (De referencia): Rebeca Quintans. Madrid, septiembre de 2009, y propias del Editor.
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