Ya llegó el verano, ya llegaron los Borbones a tocarse los cojones

Bien expuesto el La Gramática Parda diciendo que, de mozo, recuerdo que cuando íbamos a las fiestas cantábamos "Ya llego el verano, ya llegó la fruta y el que no se agache es un hijoputa". Canciones de plebeyos, de chusma. Los de la Zarzuela no cantan eso. Ellos afinan más y cantan" Ya llegó el verano, ya venimos los Borbones , todos en manada, a tocarnos los cojones". O sea, de vacaciones a pasarlas a papo de rey (este año, especialmente "ruidosas" en Palma de Mallorca, añado yo).

Uno no deja de asombrarse con las noticias que lee en la prensa. Ahora resulta que la familia real acude a Palma a descansar después de un agotador año de trabajo. O lo que es lo mismo, sin marcarla. Porque andar de viaje, acudir a galas, cenas, bodorríos, bautizos, celebraciones varias, entregas de premios y todos esos saraos en los que se junta la gente ambulante y los burócratas de España, no creo que agote a sus majestades, a no ser, claro, que andes de pedo todos los días. Pero, no: el Rey es abstemio y ella no bebe ginebra, como la británica. Los monarcas de Madrid beben agua con gas.

Yo los envidio por varias razones: porque a mi me molaría darme una vuelta por el Palacio de Marivent y darme unos baños mediterráneos, turcos o en pelotas, comer buenos pescados, eso sí, bien asaditos y si le quitan las espinas mejor, no vayamos a tener un disgusto, y , como no, disfrutar de buenas vistas con un clima fabuloso que, por supuesto, te permite navegar en un yatecito llamado Bribón que rima con Borbón a pesar de importarme un cojón. ¡Joder, cuánta cacofonía por culpa del Borbón!

Pero lo mejor de todo, y no digan que no, es que te puedes llevar a toda la prole, más numerosa año tras año, con lo cual la cocina de Marivent se parece más a un restaurante de boda que a la de cualquier ciudadano corriente. Siempre hubo clases. Y a estos les viene de lejos y de cerca: por el dedo de Francisco Franco.

Pues nada, que les vaya bonito, pero el próximo año que las vacaciones las apoquinen de su bolsillo, que a mí no me sale de los cojones, aunque sean los Borbones, pagarles sus festejos y las vacaciones. Y, supongo, que a los de los ERE, los parados, la mayoría de los vascos, catalanes y los republicanos españoles, tampoco.

¡Ya te vale, Borbón!