Aznar define a San Gil como una referencia moral...Los efectos del Ribera de Duero

El ex presidente José María Aznar definió ayer a María San Gil como una «referencia moral y política» para quienes creen en la libertad. El dirigente de FAES presentó a la ex líder del PP vasco en un acto de la Universidad Católica de Chile, donde denunció una alianza de «Chávez, Medvédev y el régimen de los ayatolás» contra las «naciones libres».

Está claro que los efluvios del Ribera del Duero que defendía este personaje (aún a expensas de conducir con posterioridad) no se le han pasado del todo. Como guinda, parece que eso de los vapores de los caldos de las Bodegas Pesquera hacen mella contagiosa en toda la formación. Mayor Oreja haciendo apología del franquismo con aquello del "clima de placidez" con el que vivía el Pueblo Vasco en la etapa del general enano, golpista, sublevado. Y esto, cuando no le dá por decir eso de la "islamización" de Andalucía.

La Congresista Nebreda haciendo risas con el acento andalúz cerrado de la Ministra de Fomento (como que ella fuese docta en dicción), el alcalde de Villalón de Campos (Valladolid) sacando la cara a un alguacil -enchufado por él- acusado de un delito de violencia de género (acusado y juzgado, de hecho, a primeros de febrero ingresa en prisión).

Por esto lares, los efluvios del mencionado caldo también hacen efecto. Mientras Rabanera se muestra coherente, el candidato por Araba se ve encorsetado en una candidatura en la que por meter, hasta con calzador le han endiñado a Mari Mar Blanco. Y, en plena "cogorza" colectiva (más bien popular) Basagoiti pone precio a un posible apoyo a Patxi López: 3 Consejerías (Cultura, Educación e Interior).

Ya hace un tiempo que vengo dicendo que las posibilidades de López para acceder a la Lehendakaritza son exactamente de 4/6. Uno de esos sextos pasa por una coalición "constitucionalista" o "frente anti-nacionalista" conformado por populares y socialistas.

Me temo que no es esa la primera preferencia de los socialistas vascos pero, como todo en esta vida, es factible (aún en minoría). Banderas de España en vehículos y comisarías de la Ertzaintza, anulación de facto de la política exterior vasca en la diáspora (especialmente en asuntos culturales), retratos del rey en los centros educativos públicos y, quién sabe, el retorno del crucifijo a las aulas. Básicamente, es ese el planteamiento, aunque siempre existe un consuelo: la vuelta al "bokata" de chorizo en los calabozos eliminando, de esa forma, la "dieta-ramadán" existente en esos centros, amén de en comedores sociales. Si es así... que pida también Asuntos Sociales.