
El organismo público concluye que la dirección del partido en Galicia cometió una «infracción grave» al proponer como candidatos en Euskadi a vecinos del municipio pontevedrés de O Grove, sin que los implicados tuvieran conocimiento de todo el procedimiento.
El caso se dio a conocer en el verano de 2007 cuando los afectados descubrieron por una carta de agradecimiento firmada por la citada María San Gil que sus nombres habían aparecido, sin ellos saberlo, en papeletas del PP vasco. Los problemas para confeccionar las listas electorales había llevado al partido, como en comicios anteriores, a completar los huecos con afiliados de otras comunidades. La de Galicia fue la que más 'candidatos' ofreció.
La misiva de la ex-presidenta de los populares vascos, en la que les agradecía el gesto de apoyo a los ediles populares en Euskadi, destapó las irregularidades en al menos once casos. La Agencia de Protección de Datos concluye que el PP infringió «gravemente» los derechos de esos ciudadanos al no haber cumplido con la obligatoriedad de obtener el «consentimiento inequívoco» de los afectados. Por último, y que sepa este Editor, al parecer el PP no ha recurrido la sanción... luego, reconoce de forma implícita que hicieron trampas.
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