A todo el mundo le gustan las croquetas. las de la foto son de mi madre y me ha obligado a ponerle la firma. Lo cierto es que está riquísimas aunque, para mi gusto, sabe bastante a leche.Por regla general, son sabrosas y muy socorridas en tiempos de crisis; uno siempre puede utilizar las sobras. El problema es que, dependiendo de quién las fría, pueden resultar indigestas. A Pedro Solbes casi se le atragantan las que Puri prepara con todo su cariño.
Ella es la protagonista de una polémica cuña publicitaria de letras del Tesoro, que el Ministerio de Economía ha decidido suprimir después de que el PP la tachara de sexista y la "miembra" titular del recién creado Ministerio de Igualdad, Bibiana Aído, prometiera «realizar todas las gestiones oportunas que sean necesarias para que sea retirado de inmediato».
Ayer, durante la Comisión de Igualdad de la Cámara Alta, la 'miembra' más joven del Gobierno tuvo que aguantar las andanadas de la senadora popular María Jesús Sainz, que tachó de «indignante» el anuncio. Según dijo, reproduce «los estereotipos más discriminatorios y alejados de la sociedad democrática», ya que «atenta contra los valores éticos y morales, y es propio de un país en el que las mujeres ocupan un papel subordinado».
El litigio se debe a la conversación que un señor mantiene con su psicóloga, y que es la base del anuncio. «¿Dejar a mi Puri? Pero ¡tú estás loca!», responde el hombre cuando la especialista le recomienda que se marche del trabajo y se olvide de su mujer, que le absorbe su energía positiva. «¡Si mi Puri es lo más grande! ¡Cómo se nota que no has probado las croquetas de mi Puri!».
Que una mujer tenga la sartén por el mango nunca había chocado tanto con la modernidad. Si le gusta cómo cocina su señora, haga examen de conciencia: en su interior puede anidar un machista. Claro, que las críticas se refieren a que nuestro hombre debería apreciar a su Puri por algo más que sus guisos.
Quizá en aras de la absoluta normalización, lo más apropiado sería que las croquetas las preparase Paco. ¿Se imaginan a un señor explicándole a su consejero que no puede separase de su Paco por lo bien que le pone las croquetas? Nadie podría tacharlo de sexista, aunque debate no habría faltado.Y es que la polémica es un método de márketing habitual para magnificar el mensaje que se quiere trasladar. A estas horas, todo el país tiene claro que puede invertir en deuda pública.
Últimamente ha habido buenos ejemplos. ¿Recuerdan aquellas azafatas de una aerolínea 'low cost' ligeritas de ropa sobre el eslogan 'Lo único que tenemos pequeño es el precio'? Al año, unos 200 'spots' son denunciados por trato vejatorio a las mujeres. Atrás han quedado los tiempos en que una chica se tenía que desnudar para vender cualquier producto, pero detrás de muchos comportamientos aparentemente inocentes puede agazaparse el sexismo. Cuando un niño se mancha, siempre acude a su madre para que le lave la ropa. Sin embargo, los grandes coches aparcados delante de un chalé pertenecen por lo general a un hombre.
Si Solbes se hubiera enfrentado a Aído, las croquetas de Puri podrían haber llegado a ser tan famosas como las empanadillas de Encarna. Aunque era improbable que el titular de Economía entrara al trapo. La última vez que hizo un comentario culinario -sobre lo oportuno de consumir conejo en Navidad- las bromas coparon todas las conversaciones de sobremesa.
FUENTE: (de referencia), Sergio Eguía para Diario El Correo (Bilbao)
FOTOGRAFÍA: De mi Ama.
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