
Plazas de soberanía es el término que históricamente (siglos XIX y XX) se ha dado a las posesiones españolas en el norte de África (en contraposición a lo que constituía el protectorado español en Marruecos). En la actualidad no tiene ninguna otra connotación más allá de la meramente geográfico-administrativa, como denominación del conjunto de sus entidades componentes.
Existen cinco plazas de soberanía, divididas entre mayores y menores. Las mayores son las ciudades autónomas de: Ceuta y Melilla. En tanto que las menores son tres: Islas Chafarinas, Peñón de Alhucemas y Peñón de Vélez de la Gomera.Aparte de ellas, la isla de Perejil, un pequeño islote deshabitado situado cerca de la ciudad de Ceuta, a unos pocos metros de la costa marroquí, que fue el objeto de una confrontación con Marruecos en 2002, ha sido frecuentemente calificado desde entonces como una plaza de soberanía. Al menos así fué calificado por el ministro ultra del Gobierno de Aznar Federico Trillo.
Nunca lo fue históricamente, sino fundamentalmente una "tierra de nadie". De forma similar, la isla de Alborán también ha sido calificada de plaza de soberanía, si bien tampoco lo ha sido nunca históricamente. Administrativamente, esta isla forma parte del Término Municipal de Almería.
Las plazas mayores, Ceuta y Melilla, son en la actualidad Ciudades Autónomas (similares a las Comunidades Autónomas), con competencias superiores a las de un Municipio (pueden decretar regulaciones ejecutivas, con competencias reguladoras mayores que las de un Municipio) pero inferiores a las de una Comunidad Autónoma (puesto que no tienen Cámaras Legislativas propiamente dichas).
En la actualidad, el término "plazas de soberanía" apenas se usa para referirse a ambas ciudades autónomas. Las plazas menores son pequeños islotes situados junto a la costa septentrional de Marruecos, sin población civil. Son administradas directamente por el Gobierno español. Como partes del Estado que son, las plazas de soberanía forman parte de la Unión Europea.
Cuando en 1956 España derogó su protectorado y reconoció la independencia de Marruecos, no se vieron afectadas en su status, puesto que nunca formaron parte de dicho protectorado.Los territorios norteafricanos de España son reclamados por movimientos irredentistas marroquíes como parte del Gran Marruecos, pero España nunca ha negociado su soberanía y, a excepción de Marruecos, ningún otro Estado cuestiona la titularidad de estas plazas.

Llivia quedó fuera de este tratado por tratarse de una Villa, privilegio concedido por el emperador Carlos V, por lo que continuó bajo dominio del rey español. El 11 de febrero de 1939, a finales de la Guerra Civil española, las autoridades del bando nacional o sublevado, pidieron a las autoridades francesas permiso para ocupar Llivia, cosa que en un principio fue otorgado debido a la ocupación nazi del Territorio francés y ratificado después por el Gobierno colaboracionista de Vichy. Con posterioridad, tras la liberación de Francia se intentó anular tal autorización, aspecto éste por el que aún lucha la Generalitat de Catalunya.
Su población en 2007 era de 1.322 habitantes, repartidos en un territorio de 12,84 km². Llivia pertenece a la jurisdicción de Puigcerdà. Las lenguas habladas en la localidad son el catalán, el francés y el castellano.
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