
No voy a meterme dónde andaba el monarca cuando nació su octava nieta. Tampoco voy a decir que es presidente de honor de varias asociaciones ecológicas y naturalistas y, que, sin embargo, es altamente probable que ese día estuviese de farra con cuatro "amigotes" pegando tiros a animales.
Lo de la caza, también es imputable al principíto, el cual llego a hacer una serie para TVE sobre naturaleza y conservacionismo. Evidentemente, se publicita, te enseña el hábitat del corzo, cómo cría, cómo se alimenta... y, la semana siguiente, escopeta en ristre, le pega un par de tiros al corzo.
¿Cómo se puede estar en la Junta del Patronato de ADENA (y antes de ICONA) e ir a que un matador de toros le dedique una corrida? Sencillamente incoherente.
Y ahora al borbón le da por representar el papel de una especie de presidente de República y se mete en un jardín sin venir a cuento como es el hecho de "animar a buscar acuerdos como el de el Ulster pero diferenciando el caso vasco".
Literalmente, en una conversación informal con periodistas, llego a decir "Hay que intentarlo, si se consigue se consigue".
Quizás no aprecia que él, como comandante en jefe del Ejército español, es una de las principales trabas para lograr algo con el "caso vasco" y ello por que es éste último el garante de la unidad indivisible de la patria, aspecto éste reflejado de una forma anacrónica en una Constitución que el propio monarca sancionó (evidentemente por propio interés) y que, precisamente el Pueblo Vasco no aceptó en las urnas.
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