viernes, 28 de noviembre de 2014
Ahora el desodorante es de todos...
Ahora que el billete bolivariano de mayor denominación (100) pasó a valer menos que un dólar, sin duda que el triunfo económico del desgobierno es imbatible. Habría que ser muy mezquino para negarlo. La meta siempre fue quebrar el país. Y quien no lo haya entendido, es su problema. Lo curioso, y allí el triunfo se crece, es que esto sucede justo cuando el resto del planeta celebra los 25 años del desplome del comunismo.
Claro, los alemanes y media Europa fracasaron en su momento porque nunca tuvieron la suerte de los venezolanos, que contamos con el mejor gabinete socioeconómico desde las invasiones bárbaras. Y por eso es que el genio Pablo Iglesias Turrión, "asesor" de Miraflores, anda tan emocionado. Es que él se dijo más o menos así: "por desgracia nací en Europa, pero Dios me iluminó y me puso hacia donde apunta el futuro, Venezuela". Y por futuro, entiéndase, el suyo propio.
Porque vaya que no hay mejor amigo para un dictador, demagogo o aprendiz, que la pobreza y el resentimiento. ¿No te alcanzan los reales? La culpa es del capitalismo salvaje y corrupto. ¿Te atracaron bajando la escalera del barrio? La culpa es de María Corina. ¿No consigues jabón? La culpa es de los bachaqueros. ¿Mataron al camarada líder de tu comuna? La culpa es de Uribe. ¿No hay repuestos para carros, aviones ni rayos X? La culpa es del imperio. ¿Se gastaron los dólares? La culpa es de los estudiantes apátridas que se van al exterior. ¿No tienes trabajo? La culpa es de la guerra económica. ¿Hay que importar petróleo en 2014? La culpa es del paro de 2002...
Por ello hoy en Venezuela productos tan básicos de la conquista humana como los de nutrición e higiene, son un lujo, por escasez y/o inflación. Se racionan y hasta se comparten en las casas. España no ha llegado a eso, pero ya algunos quisieran, particularmente en el caso del desodorante, un producto tan vinculado a la izquierda europea vía chistes, aunque con cierta base co-axilar.
Así que a Iglesias le caería de perlas un eslogan como éste: ¡Por una España soñada sin desodorantes! O quizás: ¡Seguid el ejemplo que Caracas dio!
Y quizás se le unirán millones de desempleados -los hay felices viviendo "del paro" e insultando a la Merkel- y otros de verdad indignados por tanta corrupción que ha ratificado el estatus tercermundista de una paella en la que hasta Cristina y la Pantoja rasparon la olla, mientras su majestad cazaba elefantes en África, para mayor soponcio de las doñas ociosas que devoran las revistas "del corazón" (si el chisme fuese un producto de exportación, España sería un imperio destronable...)
Como resumió hace unos días el diario madrileño El Mundo, "la avalancha de casos hace difícil seguir la pista a las tramas corruptas que se expanden por todo el territorio nacional".
Mientras, dominicanos y ecuatorianos, otrora tan discriminados en Barajas, hoy ríen de lo lindo. Tal vez hasta terminen financiando la campaña de Iglesias sólo para vengarse y ver a españolas cachifeando en Punta Cana y Quito.
No hay duda, el éxito de la revolución "rioja" venezolana ha hecho justicia en el mundo. Y el que no lo vea, es miope. El problema para Iglesias es que su patria queda en Europa. ¿Permitirá la matrona Angela Merkel que le cubanice y termine de desbarnizar a España, siendo que ella misma fue bautizada en la Cibeles del comunismo?
Por Andrés Correa Guatarasma.
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1 comentario:
En "Las joyas de la CIA" de fratinni, autor de derechas, podras averiguar a que se debe el desabastecimiento en venezuela. Estan haciendo lo mismo que hicieron en Chile. Puede que cuando se produzca la misma matanza en venezuela que en chile, y por los mismos, sufras una fuerte crisis de conciencia. Cualquier dia de estos te vemos enrrollado con txema oleaga con el que tanto coincides en venezuela
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