El 9-N ya se ha hecho internacional.

El 9-N ya se ha hecho internacional (Por Carles Boix, Profesor de políticas en la Universidad de Princeton, EE.UU.)

La internacionalización del "caso de los catalanes" ya es una realidad y, hoy por hoy, el balance es positivo. El goteo de artículos, noticias e incluso de documentales en la televisión, y, últimamente, de editoriales, es constante en todas partes. Y a pesar de (o quizás gracias a) las campañas del gobierno español, aunque la mayoría de los periodistas extranjeros viven en Madrid ya pesar de la inestabilidad en la Europa del Este, el tono es equilibrado, informativo y respetuoso.

Lo es por tres razones. En primer lugar, el argumento democrático del soberanismo catalán (el principio de que la gente debe poder decidir pacíficamente) es difícil de batir en sociedades abiertas y liberales. El 4 de septiembre un editorial del New York Times defendía la celebración de las consultas escocesa y catalana. Y atribuía esta posibilidad a los "valores democráticos en Gran Bretaña y en España". Esta última afirmación no dejaba de ser paradójico (y factualmente equivocada) considerando que el comportamiento español continúa en las antípodas de la actitud británica. Pero, por otra parte, es muy significativa porque implicaba que para el diario estadounidense la prohibición de una consulta es impensable en un país occidental y sólo propia de la lógica que aplica Rusia en Ucrania.

En segundo lugar, el argumento de la inestabilidad política y financiera en Europa, que naturalmente preocupa y que ha llevado medios como el Financial Times a pedir a España una contrapropuesta de tercera vía, no ha terminado de cuajar del todo. Esto se debe a que el proceso aún no ha entrado en la fase final. Pero también se deriva del hecho de que el gobierno español no ha querido insistir suficientemente en público (aunque sí lo ha hecho en reuniones privadas con otros gobiernos), quizás para evitar un efecto bumerán: si insiste demasiado en las turbulencias del proceso , se puede encontrar forzado internacionalmente a dirigir las demandas catalanas. En cualquier caso, el Gobierno deberá desarrollar un plan de contingencias (que puede incluir el mantenimiento de transferencias en España algunos años) para minimizar el impacto sobre todas las partes de una posible separación y tranquilizar a los inversores extranjeros.

En tercer lugar, el argumento del nacionalismo insolidario, tan buscado por los publicistas españoles, ha estallado. Las visitas a Cataluña de periodistas, intelectuales y políticos extranjeros se han multiplicado en los últimos dos años. Lo que encuentran, gente ilusionada, pacífica y comprometida, echa por tierra todas las construcciones imaginarias de la prensa española y refuerza el idealismo democrático que hay detrás del 9-N.

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http://www.ara.cat/premium/ja-sha-fet-internacional_0_1208279193.html