Frikivisión española.

No voy a extenderme mucho cono la frikada del Festival de Eurovisión (máxime, referido a ese país "panderetero" llamado España). Tampoco voy a entrar a evaluar si un evento de éste tipo es algo "normal" en los tiempos actuales o si es una especie de "herencia" actualizada. Conste que no hablo de lo mediático del "evento" -que lo es- a cuenta del desembolso que hace el Erario Público para promocionar semejante bodrio. Hablo de un País "rescatado" que gasta, mediante un Ente Público (como lo es su Radiotelevisión-RTVE) cientos de miles de euros en promocionar y financiar semejante atentado contra la más mínima -y supuesta- inteligencia del telespectador que cofinancia con sus impuestos la programación de la citada mierda audiovisual, más propia de Telecinco que de una Televisión supuestamente "seria". En todo caso, pública.

No voy a evaluar esos "criterios" geo-políticos introducidos por el difunto José Uribarri (según los cuales, un País vota a otro al margen de que si la canción que representa a un Estado, la escenografía o la coreografía de la misma es buena, mala, peor o... lo siguiente) y todo vale para "justificar" que España carece de opciones que no pasen por "rescatar" el Festival de la OTI o el de Benidorm.

Y, cuando no hablo de geo-política, tampoco me cuestiono si, inicialmente, Israel es o deja de ser Europa. Quizás, en su día, interesase que lo fuera. Lo que expongo no es que sea claro, sino, clarinete: Así, bien "clarito" tengo que Azerbayán o Armenia no son Europa por mucho que participen en Eurovisión. Llegaría hasta aceptar apuestas relativas a que, en dos o tres años, concursará China. Tampoco hablaré acerca de lo ético o conveniente que, mientras sonaba la canción de un país, en el mismo estaban siendo asesinadas cinco personas. De esa manera, no hablo de Ucrania.

Y tampoco entraré a valorar si Conchita Wurst es un hombre con barba disfrazado de mujer o si es una mujer con barba o si tiene algún parentesco con Carlos Jesús o sus otros alter egos (Mikael o Crístofer). Creeré en la primera atendiendo a su nombre real, Thomas, pero las cosas son como son y ello, pese a las críticas de Rusia y países de la antigua Unión Soviética -que incluso pidieron el boicot-, la/el representante de Austria se coronó vencedor-a del cutre-festival de Eurovisión 2014 que si de algo ha servido para constatar que dicho triunfo ha podido ser un canto a la libertad en una edición cargada de críticas y abucheos a Rusia por el conflicto de Ucrania y su represión al colectivo homosexual.

Lo que tengo relativamente claro es que España lleva años sin atinar, ni de lejos, y, cuando lo hace, el mejor situado es un producto comercial destinado a ridiculizar semejante bodrio llamado "Festival". Me refiero a Chiquilicuatre con el famoso Chiqui-Chiqui.

Pero siempre tendremos en la Radiotelevisión Pública a gentes que se dediquen a echar la culpa a la geopolítica , como una invitada en plató (lógicamente pagada por todos), que era una mezcla entre Rafaela Carrá y Carmele Marchante que, bajo el título de "Erudita en Eurovisión", llegó a decir que los países vecinos como Portugal, Francia o Rusia (¿?) siempre "nos dan algún punto".

Creo que con esto se resume casi todo. Bueno...en todo caso, cabe constatar, muy por encima, que la pluralidad de la panderetera RTVE parece haberse inspirado en una especie de "Libro de Estilo" redactado por Jesús Hermida antes de la entrevista al Borbón. Tal es así que "se las dan" de plurales invitando a participar en las Redes Sociales pero sólo exponen los mensajes o tuits de ánimo. Ni una crítica. Parece cuestión de Estado pero, nada nuevo bajo el sol: también lo hacen -entre otras cosas- con el fútbol y "la Roja".

Por cierto, ¿Qué ha sido de Hermida?