El ministro-monaguillo de Justicia ha sugerido, además, a Rouco Varela que incluya entre el catálogo de pecados mortales de clase 1 a todos los orgasmos femeninos que se prolonguen más de un periodo de tiempo determinado. La nueva duración oficial del orgasmo femenino se calculará en base a los ingresos anuales de los dos cónyuges, el cupón de la ONCE y una variable alfanumérica que se extraerá del escroto del propio cardenal prelado. “Todavía no sabemos en que operación matemática nos basaremos para llegar a ese sagrado cálculo pero no hay duda de que nos moveremos en el concepto de la resta, nunca en el de la suma”, ha adelantado el presidente de la Conferencia Episcopal Española.
Por su parte, el ministro de Justicia tampoco ha querido desvelar las penas que se impondrán a los orgasmos fuera de ley ni los métodos que empleará el ministerio del Interior para controlar las infracciones. “Está claro que no vamos a meternos en la cama de nadie, pero la policía ya sabe lo que tiene que hacer”, ha añadido Gallardón.
La posibilidad de una bula orgásmica, no obstante, si que podría estar contemplada en la nueva Ley de Fecundación y estaría valorada en 250 euros para una exención semanal sin límite de tiempo, aunque sí de intensidad. “Más de 300 ohmios sería pecado igualmente”, ha advertido el cardenal arzobispo de Madrid.
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