Los más que sospechosos silencios del Partido Popular tienen explicación.

A estas alturas, a nadie le pasa por alto la connivencia del Partido Popular con la órbita de la extrema derecha española. Desde tener a un presidente fundador (Fraga) que se fue "de rositas" y con las manos manchadas de sangre (sucesos de Vitoria del 3 de marzo de 1976), el hecho de no condenar el franquismo, negarse a retirar cientos de nombres de calles dedicadas a genocidas y golpistas... hasta tolerar esa oleada de exhibiciones filo-franquista por parte de elementos de sus juventudes disculpándolos como una especie de "siroco veraniego".

Denunciar en los Tribunales el nombramiento de una Txupinera en Bilbao o silenciar cuando un cargo electo popular entona el "Cara al sol" en la balconada de uno de sus ayuntamientos madrileños (cuando no toleran pancartas hitlerianas en las fiestas de otra localidad de la citada Comunidad madrileña).

Exaltaciones filo-franquista y exabruptos de todo tipo: Desde la "placidez franquista" de Mayor Oreja a las "almas" de su Sancho Panza acordeonista. Desde declaraciones de alcaldes gallegos que justificaban éste verano los fusilamientos de Franco a concejales que izan banderas preconstitucionales en las balconadas consistoriales.... En fín. Es una fauna dónde, necesariamente convive el centro heredado de UCD (luego CDS), los liberales del PDL de Garrigues, los fundadores de AP y toda la amalgama de de la más reaccionaria, cutre y casposa extrema derecha española.

La última la tenemos ayer. Las condenas sobre el ataque a la sede de la Delegación de Catalunya han sido tibias (y, ello, cuando han habido condenas). Desde la condescendencia del utra-católiico ministro de Interior a la mismísima "relaxing" alcaldesa de Madrid. De hecho, la condena de Botella a los actos fascistas de ayer es como quien condena el mal tiempo porque llueve. Tampoco hay una condena por parte de la Jefatura del Estado.

Puedo comprender el fiasco interno debido al enésimo bofetón olímpico hacia el país de la corrupción y la chapuza, y también puedo entender el nerviosismo ante el segundo "sayonara Spain" en menos de una semana: la histórica Diada de Catalunya. Pero no puedo comprender la falta de una condena dura y enérgica referida al ataque ultra perpetrado ayer en Madrid. Y no lo puedo comprender pero, poco a poco, me lo vuelvo a explicar.  

Para hacerlo, vamos a aportar un "datito" esclarecedor para poder entender por qué el Partido Popular no condena este tipo de actos: Uno de los seis detenidos por el ataque fascista de ayer es Iñigo Pérez de Herrastri y Urquijo, hijo de Grandes de España, primo del ministro de Defensa y cuñado del Secretario de Estado para la Unión Europea. Su hermana mayor es la Secretaria General del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

¿Vamos comprendiendo ya de una vez por qué desde Zarzuela, Moncloa y Génova 13 son se va a condenar nada de esto y, si es posible, lo van a silenciar?

Ah, otra cosa... que yo sepa, aquélla "Ley calzador" denominada ley de Partidos está aún vigente como lo está la Ley Antiterrorista. Formaciones políticas como las que voy a citar están perfectamente legalizadas e inscritas en el registro general de Partidos Políticos. Nadie sabe por qué. ¿Por qué sólo se aplica la Ley de Partidos con criterios extrajudiciales cuando conviene políticamente a Madrid? ¿No es de recibo ilegalizar a Alianza Nacional, Democracia Nacional y Falange?

Opino que los actos de ayer, al menos, deberían servir para dar trabajo a la ya injustificada e inoperante Audiencia Nacional en vez de a un Juzgado de Instrucción. Lo de ayer fue terrorismo en estado puro.

En resumen: Por mucho menos algunos están en la cárcel.