Transición que en ningún momento contempló la posibilidad de organizar un referéndum por si los sufridos ciudadanos que habían padecido una dictadura de cuarenta años, queríamos una monarquía con el heredero de Franco al frente, o una República democrática y hasta federal. Pero como de esas sutilezas Putin anda escaso, le dieron a Juan Carlos de Borbón el dichoso premio que como he dicho, estaba en un cajón a cuenta de las aventuras de Su Majestad y de su apretada agenda.
García Margallo, el ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de Rajoy y uno de esos monárquicos inasequibles al desaliento y de los que dice que él es un monárquico extremo, se enteró del galardón y ante tan magna posibilidad y a tal efecto organizó una excursión a Moscú con el rey y empresarios de la Corte y doce periodistas bien elegidos y no sospechosos de hacer preguntas de Jaimito y tras esto se nos fueron el miércoles a Rusia con gran despliegue publicitario.
En el avión España Force ONE el rey hizo una de esas declaraciones tan suyas y tan de vergüenza ajena. Dio unas clases de cómo hay que vender mercancías por el mundo, de la necesidad de exportar, de irse con los productos donde el comprador para que los toque para terminar diciendo que "Mi fisio me dice que otro en mi lugar estaría todavía de baja, pero yo tengo que currar", señaló rodeado de los cabezazos de Margallo y del ministro Soria, y añadió: "Y vosotros ni siquiera lo contáis".
Pero yo si lo cuento, majestad.
1) Una aclaración previa: Usted se tuvo que operar de la cadera no por currar sino por holgar con Corina en Botswana. Luego su accidente de trabajo distó de ser un accidente de trabajo y no fue precisamente muy edificante para que usted haga ese comentario tan tonto e inadecuado.
2) A usted la Constitución española no le encarga haga de comercial. Para eso está el gobierno, que además ha de rendir cuentas por las gestiones que hace.
3) La sospecha que hay con usted en relación con éstos curros es que usted además de currar, lo suyo es cobrar, pero comisiones por las gestiones realizadas.
4) El ejemplo más reciente es que usted viajó a Botswana invitado por un jeque árabe tras sus gestiones para que Arabia apostara por la oferta española en el tren de Alta Velocidad entre la Meca y Medina. Es normal pues que sospechemos de su viaje para conseguir la oferta de un tren similar entre Moscú y San Petersburgo o en los Urales. Lo suyo son los trenes y las mordidas grandes. No le he visto a usted promocionar tornillos ni máquinas herramientas.
5) García Margallo está empeñado en pasearlo por el mundo para promocionar la Marca España. Estupendo pero hay que recordar que un país no compra un tren si el producto no es bueno. Usted podrá tener toda la campechanía del mundo y soltar todos los tacos y chistes verdes que sabe y aprendió en el Cuartel, pero si el producto no es bueno, no se compra. Todo ese rollo de que usted es nuestro mejor embajador es el clásico cuento de un gobierno y de unos periodistas pelotas. Lo que se vende son trenes o barcos de calidad.
Y usted solo pone el bobo comentario de su currantía y el hecho de ser uno de los últimos reyes de la baraja. Y todavía el hecho de ser rey, abre algunas puertas. Fíjese en su yerno como aprendió la lección. Mientras se descubren cuentas de su hija y, de su hija con su yerno, en la inofensiva ONG sin ánimo de lucro como Noos y mientras su consuegra está bajo sospecha judicial por alzamiento de bienes, usted curra de lo lindo en el España Force ONE.
Y yo me emociono ante ello. Que quiere que le diga. Que sin usted la prima de riesgo estaría todavía más alta. Y sobre todo, de que no nos merecemos a un tipo tan estupendo, honrado, y currante como usted. Se merece otro viaje a Bostwana.
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