No salgo de mi asombro y reconozco mi consternación. Antes de nada, me gustaría enviar mi más sentido pésame y un fuerte abrazo a la familia del chaval fallecido en Bilbao como consecuencia de una brutal actuación coercitiva por la desmedida actuación de la Ertzaintza.
No voy a estigmatizar al colectivo pero sí a quiénes obran de una forma desproporcionada con el pretexto de acatar una serie de órdenes que rozan con el delito. un ertzaina en su sano juicio está en su perfecto derecho de no obedecer una serie de órdenes que rayen con lo alegal y se observen fuera de cualquier protocolo de actuación. Eso sí, trastornados hay en todos los sitios. Afortunadamente es una excepción pero "haberlos haylos".
Y lo que es más grave. Iñigo ha fallecido (realmente, le han matado) y, a la espera de un dictámen forense, todo tipo de testimonios apuntan que ha sido a cuenta de un pelotazo de goma disparado a una distancia no reglamentaria. Aunque, a decir verdad, una Directiva de la Unión Europea prohibe desde principios de año el uso de este tipo de material antidisturbios. Para variar, el Desgobierno Vasco no se ha debido enterar.
Al margen de los testimonios presenciales y de varias imágenes domésticas que ya circulan por la Red, el silencio del Rodolfo Ares sólo lleva a confirmar esta hipótesis. Y el señor pide para hoy una comparecencia voluntaria en un Parlamento a sabiendas que la extraña mayoría no le va a reprobar. Si le sumamos la nula vergüenza del ínclito, presumimos que lo que debería hacer no lo va ni a plantear. Y esto no otra cosa que presentar su inmediata dimisión. Que no sea que porque desde éstas líneas no se la exigimos.
Es Rodolfo Ares quién, escudándose en no se qué tipo de investigación interna, no consigue esclarecer este lamentable y luctuoso incidente. No tiene pruebas. Conocemos el percal y la trayectoria de este individuo. Si las tuviese, le hubiese faltado tiempo para salir a desmentir todo (que es, realmente, su "especialidad"). Esperemos en que no estén fabricando pruebas porque nadie se las va a creer. Al menos, a mi no me cuadra nada, ni la demora, ni ese sospechoso silencio disfrazado como una especie de secreto sumarial en forma de investigación interna.
Afortunadamente, el asunto ha ido a caer en un Juzgado de Instrucción cuyo titular no se casa con nadie. Y tenemos que dejar claras las presuntas implicaciones y responsabilidades: la del autor material, la del inductor y la de la autoría intelectual: desde mi punto de vista, las tres implicaciones deberían tener responsabilidad penal. Hablamos de un muerto en Bilbao y en 2012. Esto ni es Syria, ni estamos hablando de aquéllos represores uniformados de gris que disparaban "al aire" y luego aparecían disparos en el pecho mortales de necesidad.
Con esto digo que, eso de echar el muerto al último mono de la Brigada Móvil y a su mando inmediato no es de recibo. El que le hace la paga, pero el que lo ordena y lo planifica... también. Eso en cuanto a la presunta responsabilidad penal. La responsabilidad Civil siempre sería la de la Administración Pública vasca. Por cierto, ¿Dónde está Patxi López? ¿En Marbella?
Pues es cuando tenía que estar al pie del cañón y dando la cara. Pero éste nunca está cuando tiene que estar. Así que de eso de dimisiones va a ser que nada de nada. Mirándolo bien, hasta Ares manda más que López luego, ¿qué responsabilidades políticas le puede exigir?
Ahí estarán los jueces. les deseo suerte y que castiguen a todos los que tengan que castigar; del primero al último; sin jerarquías, prevendas ni privilegios... no sólo al "pringao" de turno que -imagino- tampoco debe estar pasándolo nada bien.
Sólo se pide transparencia y justicia... algo impensable en la mente de un gallego con el pelo rapado que habrá dormido a pierna suelta. También se le pide que, por esta vez aparque ese espíritu de "vendetta" y de odio, y sea, aunque sea la última en su cargo, un mínimo de conciencia y de coherencia. A ver qué dice o esclarece en el Parlamento.
Nada, imagino.
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