El abogado bilbaino Borja Irizar no podía imaginar que en 2011 gritar "Gora Euskal Herria askatuta!" le iba a suponer dos denuncias, una por negarse a identificarse y otra por alteración de la seguridad ciudadana. Lo que traducido a la cartera significan 505 euros de multa.
Todo sucedió el pasado 6 de agosto. Aquel sábado, como es habitual desde hace años, quedó con su cuadrilla de amigos, algunos con sus hijos, para subir al Gorbea. Irizar alcanzó la cumbre junto a otros tres componentes de su cordada y al pie de la cruz, y como también suele ser habitual en él, lanzó un grito: "Gora Euskal Herria askatuta!". A un lado de la cumbre se encontraban tres pátrol de la Guardia Civil, y uno de los agentes se acercó hasta el grupo de Irizar para solicitarle la documentación. "En aquel momento no sabía si llevaba el DNI encima, ya que no estaba con la mochila, pero me di cuenta de que tenía la cartera en el bolsillo del pantalón", recuerda . "Para evitar males mayores les dimos el DNI, yo también, pero sí que le dije al guardia civil: Esto no pasaba ni en tiempos de don Francisco Franco Bahamonde".
Tras unos minutos en los que los miembros de la Guardia Civil comprobaron la documentación, el mismo agente volvió hasta donde estaba el grupo de montañeros y procedió a entregarle la documentación. Mientras, unos jóvenes que habían captado todo lo sucedido con sus teléfonos móviles se vieron obligados a borrarlo, al igual que una pareja que había estado sacando fotografías, que los agentes de la Benemérita les invitaron a eliminarlas.
Irizar pensaba que ahí había quedado todo y que se trataba de un lamentable incidente que no iba a pasar a mayores. "Es cierto que estaba un poco mosqueado, me preguntaba si aquello no iba a pasar a mayores, pero pensé que no", asegura.
Sin embargo, el 14 de septiembre, recibió dos escritos por parte de la Delegación del Gobierno español en la CAV. En una de ellas se notificaba que se le había abierto un expediente por negarse a identificarse, lo que se consideraba una falta leve, por lo que era sancionado con 200 euros de multa. En la otra, se le acusaba de una falta grave: "Provocación de reacciones en el público que alteren o puedan alterar la seguridad ciudadana", lo que conllevaba una sanción de 305 euros.
En la resolución mandada por la Delegación del Gobierno español, se asegura que Borja Irizar rehusó mostrar el DNI contestando a los agentes de la Guardia Civil: "No sois nadie para pedirme el DNI". Según el relato de los agentes, tal como aparece en la denuncia, el abogado bilbaino se dirigió a ellos señalando: "Esto no es España así que os vais a vuestro puto país a pedir el DNI". Además, se asegura que posteriormente dijo "otras frases en euskera ininteligibles para los agentes". Por último, en la denuncia se señala que ignorando por completo a los agentes se dirigió en voz alta a los que estaban en la cumbre del Gorbea asegurando: "Estos lo que tienen que hacer es irse a su país, que aquí no pintan nada. Gora Euskal Herria Askatuta!".
HASTA EL FINAL.
Todo sucedió el pasado 6 de agosto. Aquel sábado, como es habitual desde hace años, quedó con su cuadrilla de amigos, algunos con sus hijos, para subir al Gorbea. Irizar alcanzó la cumbre junto a otros tres componentes de su cordada y al pie de la cruz, y como también suele ser habitual en él, lanzó un grito: "Gora Euskal Herria askatuta!". A un lado de la cumbre se encontraban tres pátrol de la Guardia Civil, y uno de los agentes se acercó hasta el grupo de Irizar para solicitarle la documentación. "En aquel momento no sabía si llevaba el DNI encima, ya que no estaba con la mochila, pero me di cuenta de que tenía la cartera en el bolsillo del pantalón", recuerda . "Para evitar males mayores les dimos el DNI, yo también, pero sí que le dije al guardia civil: Esto no pasaba ni en tiempos de don Francisco Franco Bahamonde".
Tras unos minutos en los que los miembros de la Guardia Civil comprobaron la documentación, el mismo agente volvió hasta donde estaba el grupo de montañeros y procedió a entregarle la documentación. Mientras, unos jóvenes que habían captado todo lo sucedido con sus teléfonos móviles se vieron obligados a borrarlo, al igual que una pareja que había estado sacando fotografías, que los agentes de la Benemérita les invitaron a eliminarlas.
Irizar pensaba que ahí había quedado todo y que se trataba de un lamentable incidente que no iba a pasar a mayores. "Es cierto que estaba un poco mosqueado, me preguntaba si aquello no iba a pasar a mayores, pero pensé que no", asegura.
Sin embargo, el 14 de septiembre, recibió dos escritos por parte de la Delegación del Gobierno español en la CAV. En una de ellas se notificaba que se le había abierto un expediente por negarse a identificarse, lo que se consideraba una falta leve, por lo que era sancionado con 200 euros de multa. En la otra, se le acusaba de una falta grave: "Provocación de reacciones en el público que alteren o puedan alterar la seguridad ciudadana", lo que conllevaba una sanción de 305 euros.
En la resolución mandada por la Delegación del Gobierno español, se asegura que Borja Irizar rehusó mostrar el DNI contestando a los agentes de la Guardia Civil: "No sois nadie para pedirme el DNI". Según el relato de los agentes, tal como aparece en la denuncia, el abogado bilbaino se dirigió a ellos señalando: "Esto no es España así que os vais a vuestro puto país a pedir el DNI". Además, se asegura que posteriormente dijo "otras frases en euskera ininteligibles para los agentes". Por último, en la denuncia se señala que ignorando por completo a los agentes se dirigió en voz alta a los que estaban en la cumbre del Gorbea asegurando: "Estos lo que tienen que hacer es irse a su país, que aquí no pintan nada. Gora Euskal Herria Askatuta!".
HASTA EL FINAL.
Borja Irizar niega todo lo que se recoge en la denuncia. "Insisto en que lo único que hice fue gritar Gora Euskal Herria askatuta como siempre lo hago cuando llegó al pie de la cruz. No hubo nada más, Bueno sí, lo que dije de que esto no pasaba ni con don Francisco Franco Bahamonde. A parte de eso, no hubo ningún intercambio más de palabras, ni por su parte ni por la nuestra. Nos cogieron los carnés de identidad, hicieron sus comprobaciones y nos los devolvieron sin decir nada", insiste Borja Irizar. El abogado bilbaino tiene claro que va a llegar hasta el final. "No es por los 500 euros de multa. Mucha gente pagaría la sanción para evitarse más problemas, pero yo lo tengo muy claro, voy a llegar hasta el final, si hace falta hasta los tribunales".
De entrada, su abogado, que es su propio hermano, ha mandado ya sendos recursos a la Delegación del Gobierno español en los que se señala que "los hechos relatados son inexactos, por no decir inciertos, y los denominaríamos inveraces, si no fuera por educación de quien suscribe". En el relato se asegura que lo único que se hizo tras llegar a la cima, como expresión de alegría, fue gritar "Gora Euskal Herria askatuta". "Que se sepa, esa expresión no es delictiva, salvo opinión contraria, evidentemente inconstitucional y abiertamente antidemocrática, del agente en cuestión", defienden.
En las alegaciones, el abogado de Irizar dice desconocer las finalidades que cumplían los agentes que se encontraban en el monte Gorbea, "entendemos que no eran del Seprona, entre otras cosas porque no resulta muy ecológico subir al monte en todoterreno". Reconoce también que se identificó porque hubiera sido "absurdo negarse, como todo el mundo lo sabe, ante un agente del Benemérito Instituto".
De entrada, su abogado, que es su propio hermano, ha mandado ya sendos recursos a la Delegación del Gobierno español en los que se señala que "los hechos relatados son inexactos, por no decir inciertos, y los denominaríamos inveraces, si no fuera por educación de quien suscribe". En el relato se asegura que lo único que se hizo tras llegar a la cima, como expresión de alegría, fue gritar "Gora Euskal Herria askatuta". "Que se sepa, esa expresión no es delictiva, salvo opinión contraria, evidentemente inconstitucional y abiertamente antidemocrática, del agente en cuestión", defienden.
En las alegaciones, el abogado de Irizar dice desconocer las finalidades que cumplían los agentes que se encontraban en el monte Gorbea, "entendemos que no eran del Seprona, entre otras cosas porque no resulta muy ecológico subir al monte en todoterreno". Reconoce también que se identificó porque hubiera sido "absurdo negarse, como todo el mundo lo sabe, ante un agente del Benemérito Instituto".
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