Según publica El Economista , Ángeles González Sinde no ha empezado 2010 apretando el cinturón de los gastos de su ministerio. Más bien todo lo contrario. La ministra quería que los españoles conociéramos con detalle la presentación de la agenda cultural de la presidencia europea, para lo que no le parecieron suficientes los cincuenta periodistas españoles acreditados en Bruselas, ni los mil extranjeros.
Dentro de ese ímpetu informador, Sinde se llevó a la capital belga a un enorme séquito, entre ellos una quincena de periodistas, que volaron invitados en clase business. El más barato de estos billetes supera los mil euros, es decir, que la factura de esta excursión informativa rebasa los 15.000 euros, a costa del ministerio.
La regla de austeridad, tan cacareada desde el Gobierno, no parece incluir al ministerio de Cultura. Además, este dispendio informativo resulta aún más incomprensible al tratarse de un acto en Bruselas, la ciudad con más periodistas españoles que trabajan en correponsalías permanentes, sin necesidad de más invitados en business con cargo al contribuyente.
Esta situación desembocó en un despliegue mediático propio del gran acontecimiento del que se trataba: dos periodistas de un mismo medio, periodistas de medios privados, de medios públicos.... la agenda cultural de la presidencia europea lo requería.
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