El modelo de tratamiento de la información hacia el que avanza el principal grupo comunicativo de Euskadi hace que alguien tan denostado como Berlusconi no les llegue ni a la altura de la suela de los zapatos.Desde el año 2001 el proceso de manipulación informativa del Grupo VOCENTO se ha depurado y afinado de tal modo que si lo comparamos con el "Ministerio de la Verdad" orwelliano vemos que la realidad casi siempre supera a la ficción: la reducción y transformación del léxico con fines manipulativos ha alcanzado cotas dignas de ser consideradas obras de arte que harían estremecerse al mismísimo Joseph Goebbels.
Los principios en los que se basa el tratamiento informativo de los "demócratas constitucionalistas" son de manual... del manual de trabajo del protagonista de la imagen que ilustra este comentario:
1. Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo (el Nacionalismo Vasco).
2. Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada (los Nacionalistas Vascos).
3. Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. "Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan" (estamos en una crisis económica que no saben afrontar... luego lo más importante es poner banderas y aguiluchos en los montes).
4. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave (las fotos de los atontados deben de ser una amenaza gravísima...).
5. Principio de la vulgarización. Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar (esto debiera de hacer pensar a más de uno sobre la conveniencia de gastar un euro en un medio que te considera imbécil profundo).
6. Principio de orquestación. La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: «Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad» ("nosotros, los demócratas...nosotros, los demócratas...nosotros, los demócratas...nosotros, los demócratas...nosotros, los demócratas...nosotros, los demócratas...nosotros, los demócratas...nosotros, los demócratas...nosotros, los demócratas...nosotros, los demócratas...nosotros, los demócratas...nosotros, los demócratas...nosotros, los demócratas...").
7. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
8. Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias (alguien como Olatz Barriuso o como David Guadilla podrían dar clases magistrales sobre esta forma de hacer periodismo).
9. Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines (en esto VOCENTO, PRISA, EL MUNDO, etc. son maestros: jamás permiten que se publique en sus medios nada que vaya en contra de sus falsedades).
10. Principio de la transfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas (el complejo de inferioridad subyacente en la mayoría de los españoles es el motor principal para promover el odio hacia cualquier expresión de la Nación Vasca).
11. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente de que piensa «como todo el mundo», creando una falsa impresión de unanimidad (seguro que os suena eso de "las buenas gentes del País Vasco están reconquistando las calles para la democracia...").
Este fin de semana he podido comprobar, una vez más, que el viejo dicho que afirma aquello de "dime de qué presumes..." sigue siendo válido a la hora de analizar la información "defecada" por los mamporreros de VOCENTO. Dos de los más insignes "excretadores" de falsedades han tenido a bien segregar un poco más de esa bilis sanguinolienta que constituye el eje de sus argumentaciones:
- El fatuo Arregi, que se siente muy por encima del común de los mortales e indica que la principal ocupación del "ilegítimo" (además de descansar e intentar robar todo lo que pueda) ha de ser la "pedagogía política" de la sociedad vasca. Es decir, aplicar el punto 5 hasta los máximos extremos. Este personaje, además de parecer que siempre lleva un vibrador en el culo, es uno de esos holgazanes que jamás han dado un palo al agua pero que piensa que el mundo debiera de dar gracias a Dios por su existencia.
- El "catedrático" Elorza, que une su reconocida falta de honestidad intelectual al odio que siente hacia cualquier manifestación del sentimiento identitario de la Nación Vasca, viene a remachar las ideas de su "cuate" Arregi y concluye que el verdadero enemigo es el "Pueblo Vasco", al cual hay que exterminar hasta que deje de existir como tal.
- El ex-etarra Lertxundi, por último, hace suya la expresión clásica de la Mafia para referirse a sus compañeros del PP. Joder lo que hay que hacer para asegurarse el cobro del sueldo de senador: es decir, el ex-etarra que planificaba a quién había que matar (él nunca tuvo h.. de hacer nada por sí mismo), el ex secretario general de EPK, el ginecólogo que estaba harto de tener que trabajar para ganarse la vida,... ese individuo nos dice ahora que está dispuesto a comerle la boca a Anonio Basagoiti y a Mayor Oreja.. Y no tiene empacho en afirmar que aunque el apoyo popular, es decir, los votos, son menores que los que tienen aquellos a los que pretenden aniquilar, se sienten "legitimados" a hacerlo por nuestro propio bien.
Estos son algunos de los representantes de los "excretadores de la verdad" de VOCENTO y compañía. Dignos peones del movimiento berlusconiano que quiere borrarnos del mapa. Pero me dá que hay un punto con el que no han contado:
Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo. (Abraham Lincoln, 1808-1865. Político estadounidense).
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