Quizás el de 2009 sea el último día declarado festivo en el País del "Cambio". Mucho me temo que en 2010 tengamos que "celebrar" como festivo el 25 de octubre como Día del Estatuto Incumplido ("DEI", como... "Opus"), o San Antonio Basagoiti (que también es su aniversario).Celebrar un Estatuto de Autonomía incumplido es como pretender celebrar las Navidades en agosto. Lo normal, sería, al margen de pasarle una especie de "ITV", llevar a la práctica el desarrollo total del mismo.
En fin: Zorionak/Felicidades a Iñakis, Ignacios, Inazios, Iñakas, Inaxios, etc... Eso sí, que nadie nos felicite a los Iñigos o Enekos. No tenemos nada que ver los unos con los otros (en cuanto al nombre).
El error nominal , se ha convertido en una especie de leyenda urbana. Las referencias de la propia Compañía de Jesús nombran a Ignacio como Íñigo López de Regalde aunque por los apellidos de sus progenitores debería ser Iñigo Yáñez de Oñaz y Loyola y a veces se le ha llamado Íñigo López de Regalde, pero este nombre se lo dio por error un copista.
Así, Entre 1537 y 1542 cambió el nombre de Íñigo por el de Ignacio, como él mismo decía por ser más común a las otras naciones o por ser más universal. Es también conocido por la versión latina de su nombre, Ignatius de Loyola. Iñigo, como he dicho antes, es el nombre castellano de Eneko y por él lo conocieron y trataron gran parte de su vida; él mismo, por decisión personal, lo cambió por el de Ignacio -Ignatius- latino, cuando se graduó de Magister.
No está muy claro el momento en que se muda el nombre de Iñigo por el de Ignacio. Al principio, ya en su época de santidad, firmaba sus cartas como: De bondad pobre, Iñigo. En 1537 aparece por vez primera el nombre de Ignacio en sus cartas, firmando en latín. Desde entonces, aparecen en sus escritos ambos nombres: cuando escribe y firma en castellano, usa el Iñigo, y cuando lo hace en latín o italiano, escribe Ignacio. Y desde 1542 desaparece el Iñigo, que reaparece sólo en una ocasión, en recado escrito por Fr. Barberá en 1546. Fuera de este caso, en los catorce años últimos de su vida siempre se firmó como Ignacio.
También es cierto que algunas hipótesis (de las citadas leyendas urbanas) apuntan a que el cambio de nombre fue debido a la devoción que Íñigo tenía a San Ignacio de Antioquía, pero no hay datos que puedan confirmarlo.
En definitiva, lo único que tenemos en común es que nuestros nombres empiezan por "i" y terminan en "o". Además, por regla general, los Iñigos somos bastante más guapos y mejor parecidos que los Iñakis. Y, ahora, hablando un poco más en serio: Mientras San Ignacio se celebra el 31 de julio, la fecha onomástica de San Iñigo es el día 1 de junio.
1 comentario:
El profesor catalán Josed Maria Albaigés, al que una gran mayoría de estudiosos consideran la máxima autoridad en el origen de los nombre propios; nos dice sobre Ignacio e Íñigo.
IGNACIO, Nombre de origen latino: "fuego". Variantes: Iñaki (vasca), y la castellana Iñigo (ver Iñigo). La mayoría que lleva este nombre lo celebran el 31 de julio, onomástica de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús (Jesuitas). Pulsa aquí para más información.
ÍÑIGO, En el la obra Diccionario de nombres de persona de Josep M. Albaigés (Edicions 62) y El llibre dels 1000 noms (Editorial Proa), se nos indica que es la forma castellana antigua de Ignacio. San Íñigo de Oña: nació en Calatayud. Empezó su carrera religiosa en el monasterio benedictino de San Juan de la Peña y rigió durante 35 años el monasterio de Oña (Burgos). También fue consejero de los Reyes de Navarra. Falleció en el 1068. Onom: 1 junio.
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