Sin objetividad pero con suciedad.

No resulta en absoluto extraño que los Medios de Comunicación intenten tergiversar la terca realidad en función a no se qué pactos no escritos de servil silencio. En concreto, es más que sospechoso el trato que “lacayamente” los Medios del Grupo Vocento dedican al rey Borbón y a todos y cada uno de sus descendientes.

Sin ir mas lejos, en el Diario El Correo del pasado viernes -19 de junio- Jesús .L. Ortega hace una crónica titulada “Cordialidad y tecnología punta en Bilbao” (Sección Economía, pág. 40).

La misma dice lo siguiente: “La visita de los Príncipes de Asturias a Bilbao, aunque breve, suscitó una gran expectación ciudadana a las puertas del hotel Ercilla, sede del IV Encuentro Nacional de Centros Tecnológicos. Tanto a su llegada, a las doce del mediodía, como a su salida, apenas dos horas después, Don Felipe y Doña Letizia fueron aclamados por varios cientos de personas congregadas en las inmediaciones del céntrico establecimiento. Durante varios minutos, los Príncipes se acercaron a ellas y estrecharon sus manos e intercambiaron saludos haciendo gala de cordialidad y simpatía”.

Enternecedor pero…. Mentira. Esos “cientos de personas” eran exactamente 62. Una prueba: entre los carretes de fotografías de Ignacio Pérez (con una de ella se ilustra esa especie de crónica rosa) se podría cotejar lo expuesto. En concreto, hablando de la citada ilustración, podemos contar 13 personas, de las cuales, 6 son miembros de diferentes Cuerpos de seguridad. Si la foto de esa incierta “multitud” se ciñe a esto, podemos hacernos una idea clara de la realidad “real” y no a lo que cuenta interesada y subjetivamente el citado Diario. ¿Si hubiesen dispuesto de una instantánea con “cientos” de ciudadanos aplaudiendo, no la hubiesen publicado?

Otro detalle, en la fotografía podemos apreciar las caras de los otros 7 retratados (personal de seguridad/policial) que, en plan “pepero-irresponsable- Urquijo” no se han desfigurado/borrado/despixelado. Se debe recordar que el “fenómeno” citado llego a facilitar direcciones de ertzianas en Bruselas.

Y, terminado el capítulo de la falta de objetividad y rigor informativo, pasamos al tema de la suciedad. Con todas y absolutamente todas las papeleras y contenedores precintados en el entorno “por seguridad”, ¿dónde echamos los típicos papeles de restaurantes chinos e hindúes que nos dan "a tropel" en la salida del metro?

Hombre, a la papelera no se podía y, si va al suelo, puedes encontrarte con el típico “municipal” que, aplicando el "artículo 33" de la Ordenanza “x”, te pueda “meter” los típicos 90 euritos por ensuciar la Villa. Al fin y al cabo, de algún sitio han de salir los 5 milloncitos para sufragar las aficiones taurinas del primer edil, que por cierto, también es amigo -como la “chupi-mega-guay-que lo flipas” Quiroga- de casi darse cabezazos en el suelo cada vez que se topan con cualquiera de esa familia de vagos. A esto, Anasagasti gusta denominarlo genuflexiones.

En resumidas cuentas, aparte de no ser tan bien recibidos como alguien cuenta (y que nadie se crea esas encuestas del C.I.S. en las que anualmente mienten diciendo que la “corona” es la Institución mejor valorada), ocasionan molestias a los ciudadanos que aguantamos retenciones y cortes de tráfico, identificaciones sin sentido y, en ocasiones, vejatorias, nos ponen toda la mañana la cabeza como “un bombo” con un par de helicópteros y, encima, contribuyen a ensuciar nuestra Villa.

Desde luego, ellos -para variar- no lo pagan, que para eso estamos los plebeyos y, para meternos “trolas”, también tenemos los Medios adeptos a la Zarzuela. Mira que bien queda, a modo de cierre, hablar de manipulación informativa. ¿Nadie se acuerda de una asturiana escuchimizada experta en manipular de la mano de Urdaci? La misma... pero... ahora va por la vida con "Z".