Los impresentables se abrazan hasta con una farola.

Mayor Oreja abraza el pacto PSE-PP . Ocho años después, el franquista Jaime Mayor Oreja (muñidor del frente patriótico constitucionalista junto con Nicolás Redondo Terreros) ha visto cumplido su sueño y reclama la paternidad de la idea, aunque admite que López y Basagoiti han pulido la táctica.

Después de su sonoro fracaso electoral en 2001, el filo franquista Jaime Mayor Oreja ha visto cumplido su sueño. El pacto PSE-PP le ha reconciliado con el amargo pasado y, todavía relamiéndose las heridas abiertas desde entonces, abraza la alianza entre socialistas y populares para desalojar al nacionalismo vasco de Ajuria Enea.

El aún dirigente popular y candidato de la línea más "facha" del PP al Parlamento democrático europeo declara sentirse "feliz" por el acuerdo y dice que "él siempre creyó, desde que era ministro español del Interior, que era bueno un desalojo democrático del PNV". Y es que a este auténtico despojo político le vale de todo. Mira que le denuncié por que díjo que en Euzkadi se vivía -en el franquismo- en un clima de "placidez"... y la Audiencia desestimó mi demanda. Vete a saber si estiman la suya por llamarle "despojo" pero, ya metido en harina, vamos a llamarle MIERDA política RESIDUAL. Y es que tiene cara de "txorongo" o de estreñido... o de cagalera... vamos: de FRANQUISTA.

Su último abrazo público fue en el Kursaal (fotografía de cabecera) en vísperas de las elecciones autonómicas de hace ocho años. Se fundió con el entonces secretario general del PSOE vascongado, Nicolás Redondo Terreros, para escenificar la activación de un frente patriótico constitucionalista con el objetivo de desbancar al PNV. Fue un querer y no poder, que les dejó con la miel en los labios a 24.000 votos de la coalición PNV-EA que, con 604.000 sufragios, alcanzó su techo electoral.

Un serio revés para un político curtido que, tras abandonar la cartera de ministro al objeto de preparar en exclusiva su abordaje a la Lehendakaritza, puso toda la carne en el asador y su crédito político en una apuesta a una sola carta: formar un frente constitucionalista que provocara la caída del nacionalismo vasco a través de las urnas.

A la hora de intentar "perfeccionar la táctica", salió mal parado de la apuesta y fue enviado al destierro de los dinosaurios al Parlamento de Estrasburgo. Pero antes de marcharse al exilio político dejó escrito su testamento a modo de profecía, asegurando que el camino estaba ya diseñado, "sólo era cuestión de mejorar la mencionada táctica".

En declaraciones a Radio Nacional de España, el citado franquista se refirió precisamente a esta cuestión y se congratuló de que se haya llegado al acuerdo preconizado por él hace ocho años, si bien, en tono de autocrítica, admitió que el pacto constitucionalista se ha logrado "de otra manera, con otra táctica, con más habilidad aunque con menos convicción y probablemente con menos idealismo" (esto lo dice Amedo y creemos que habla de la táctica de los GAL).

En cualquier caso, el referido franquista no admite (ni admitirá) su derrota electoral. Sólo hace falta observar cómo explica eso de "la gran diferencia entre la situación de hoy y la de ayer es que ETA estaba en el Parlamento Vasco y ETA estaba en Estella, así que además prestó cien mil votos al PNV".

El actual presidente de la formación, Antonio Basagoiti, ha mejorado la táctica y ha demostrado mayor habilidad que su predecesor. A pesar de que su formación perdió miles de votos y 3 escaños respecto de las anteriores elecciones en las que el partido estaba liderado por María San Gil, Basagoiti ha demostrado habilidad a la hora de tejer un acuerdo con los socialistas para desalojar a Ibarretxe, imponiendo, además, buena parte de sus postulados ideológicos y políticos a sus socios, pese a tener casi la mitad de su representación parlamentaria.

El otro protagonista del abrazo del Kursaal, Redondo Terreros, comulga con la tesis de la perfección de la táctica frentista. En un artículo publicado en el Diario El País tras las elecciones del 1-M, el actual consejero delegado de FCC -la constructora controlada por Esther Koplowitz- aseguraba que la campaña electoral de 2001 "tuvo mucha épica, mucha grandeza, pero no tuvo el dominio de los tiempos, ni de la técnica y táctica electoral que ha tenido esta última". El hijo del histórico líder sindical de la UGT reclamaba "grandeza y altura de miras" a PSE y PP para alcanzar un acuerdo. "Habrá quien siga sin querer ver, sin querer comprender, que los acuerdos políticos de los grandes partidos nacionales en España no sólo son posibles, sino necesarios en determinados momentos, en circunstancias concretas y sobre aspectos muy fundamentales para nuestra convivencia ciudadana", afirmaba en la carta sin complejos.

Redondo Terreros y Patxi López representaban líneas enfrentadas dentro del PSE-EE-PSOE en los primeros años de este siglo. De hecho, el que previsiblemente será próximo Lehendakari fue designado Secretario General del partido con unos postulados contrapuestos a los que hasta entonces había representado su dimisionario predecesor. Sin embargo, los antaño antagonistas políticos, hogaño han encontrado una comunión estratégica y discursiva. "La presidencia de Patxi López -escribía Redondo Terreros en su artículo- nos permite ver con esperanza este nuevo y definitivo periodo de lucha contra ETA (...).

Esta legislatura puede ser la última en la que veamos actuar a los terroristas de ETA, una lucha sin complejos, sin cálculos tácticos, puede conseguirlo. Sucede, pocas veces, que problemas irresolubles se solucionan cuando las circunstancias cambian y los análisis se realizan desde perspectivas distintas". Lo cierto es que a Redondo Terreros no se le ha visto en ningún mitin del PSE-EE-PSOE y sí -en cambio- en el de UPyD de Rosa Díez. No obstante, los socialistas españoles le han "acomodado" en una empresa constructora y, ello, teniendo en cuenta, que no sabe ni "hacer la O con un canutO". Yo, si fuera su padre... le tiraría por el balcón de Portugalete el día de Año Nuevo (con pasteles y todo).

A las pruebas me remito. ¿Cuántas veces he intentado defererciar u un socialista de un"sociata"? Corcuera, los gobernadores civiles López (Iñaqui) o Dani Arranz, los alcaldes Milla, Pradas, Pera... y el mismo "Nico", tienen de socialistas lo que yo de "facha". Es más, esos amigos de Amedo, o de Domínguez o de cualquier otro crápula de los que frecuentaban cierta marisquería al lado de Zabalburu (amén de puticlubs o pubs -actualmente clausurados o precintados por enésima vez-) pudieron ejercer sus cargos por que Don Ramón ya no tenía fuerzas.

Lo poco que conocí a Rubial (Lehendakari Rubial) me llega como para comprender que, de saber o ser consciente de la presencia de esta colección de "jetas" en cargos públicos de su partido, les hubiese sacado a "hostias". En eso me recuerda Don Ramón Rubial a Don Juan de Ajuriaguerra (Juanito). El primero: Socialista. El segundo: Nacionalista. Ninguno de ellos con tacha alguna y, en un plano personal, hasta amigos. Rubial no aguantaba a los "sociatas" y Ajuriaguerra no aguantaba a los "es que yo soy del Partido". En resumidas cuentas: ni Don Ramón ni Don Juan hubiesen aguantado (que no lo hicieron pese a las presiones de su tío -entonces ministro de AA.EE-) al impresentable de Mayor Oreja. Así, como suena.