El Parlamento Vasco responsabiliza a Fraga y Martín Villa por los sucesos del 3 de marzo de 1976.

La Comisión especial del Parlamento Vasco que estudia los sucesos del 3 de marzo de 1976 en Vitoria-Gasteiz solicitó la comparecencia ante esa comisión de Rodolfo Martín Villa y Manuel Fraga, políticos del franquismo con responsabilidades sobre la Policía y en cuestiones de seguridad.

Como es lógico en dos fascistas de semejante calaña, ambos se negaron. Este Editor ya lo venía denunciando desde hace tiempo y, lo ha hecho hasta la saciedad. Lo hace y lo seguirá haciendo desde estas páginas.

Volviendo al tema en cuestión, según este Editor, según la citada Comisión y, según la propia historia, los ex ministros de Interior Manuel Fraga, de Relaciones Sindicales, Rodolfo Martín Villa, y Presidencia, Alfonso Osorio, tienen «responsabilidades políticas» en los sangrientos sucesos ocurrido el 3 de marzo de 1976 en Vitoria, cuando la disolución de una asamblea de trabajadores por parte de la Policía provocó la muerte de cinco operarios y decenas de heridos. Así lo sostiene el Parlamento vasco en un dictamen que ayer aprobó con los votos de los grupos del tripartito -PNV, EA y EB-, además del PSE.

El informe -un memorándum en el que se hace una recopilación de «hechos fehacientes»- fue rechazado por el PP, al considerar que se ha realizado «una utilización sesgada» de los hechos. También EHAK votó en contra por creerlo «insuficiente» para atender a las víctimas.

El dictamen, que debe ser refrenado por el Pleno de la Cámara, ha sido elaborado por una comisión especial creada hace algo más de un año para analizar los sucesos en los que cinco trabajadores resultaron muertos por disparos de la Policía Nacional y otros 47 necesitaron hospitalización, 26 de ellos por heridas producidas por balas.

Transcurridos 32 años de aquella trágica jornada, cuyo escenario fue la iglesia de San Francisco del barrio de Zaramaga, la mayoría parlamentaria vasca comparte una misma visión sobre lo ocurrido aquel día. Este dictamen será remitido a «todos los centros documentales» y entidades oportunas, con el fin de que quede para la posteridad una versión «fehaciente de los historiadores». ¿El motivo? Porque la hasta ahora versión oficial de los hechos «falta a la verdad».

El Legislativo vasco considera «probado» un conjunto de «causas generales que dieron lugar» a las muertes. Entre ellas, figura «el uso irresponsable y homicida de armas de fuego para responder a un problema de orden público y de origen laboral», además de «la inadecuada dotación y preparación del operativo policial». Señala también que la represión se produjo en un escenario de «falta de libertades esenciales que caracterizaba la situación socio-política del país», que aún no había salido del franquismo. Todavía no se habían cumplido cuatro meses desde la muerte del dictador.

En este contexto, menciona el texto, se produjeron una serie de «instrucciones desproporcionadas que incitaban a desdeñar los derechos humanos más elementales» y hubo órdenes «procedentes de alguna instancia de la línea de mando, cuyo vértice era el Gobierno de España». Pese a que estos mandatos fueron ejecutados por funcionarios del Estado «sin que se hayan determinado culpabilidades personales», los parlamentarios consideran que del relato de los hechos «dimana la existencia evidente de responsabilidades políticas» de Fraga, Martín Villa y Osorio.

El memorándum, que critica el «uso homicida de las armas de fuego», es tachado de «insuficiente» por la Asociación de Víctimas del 3 de Marzo. En una primera valoración ve «positiva» la creación de la comisión parlamentaria, ya que «podía contribuir a buscar verdad, justicia y reparación». Sin embargo, censura que el dictamen no incida en «la intencionalidad de los hechos, así como en la premeditación».

De momento, Manuel Fraga ya evadió ayer la petición de la Cámara vasca dando su versión particular de aquellos hechos. El senador y presidente-fundador del PP alegó para salir por la tangente que él se "encontraba de viaje" en Alemania el día 3 de marzo de 1976 cuando fallecieron cinco personas en un enfrentamiento con la Policía y aseguró que a su vuelta contribuyó a "encauzar la situación".

Fraga no precisó si acudirá al Parlamento Vasco para informar sobre este suceso, que tuvo lugar cuando ocupaba el cargo de ministro de la Gobernación. En aquel sangriento episodio murieron cinco obreros durante una carga policial y varias personas resultaron heridas en la iglesia San Francisco de Asís del barrio de Zaramaga, donde estaban reunidos en la tercera jornada de huelga que los obreros convocaban para protestar por los ajustes salariales previstos.

La Policía, metralletas y pistolas en mano, desalojó forzosamente la iglesia. Cinco trabajadores murieron y un centenar resultaron heridos de bala. Después de tres décadas, nadie ha pagado por ello. Pedro María Martínez Ocio, de 27 años, y Francisco Aznar, de 17, murieron allí mismo.

Posteriormente, debido a las heridas de bala, fallecieron otros tres trabajadores: Romualdo Barroso, Bienvenido Perea y José García Castillo. Tan sólo habían pasado cuatro meses desde la muerte del dictador Francisco Franco.

FUENTE DE REFERENCIA: Diario El Correo. FOTOGRAFÍA: Diario de Noticias (Vitoria-Gasteiz)