El Asunto Tornasol (L'Affaire Tournesol) es el decimoctavo álbum de la serie Las aventuras de Tintín, escritos e ilustrados por el artista Hergé.
Apareció primero en las páginas de la revista Tintín entre el 22 de diciembre de 1954 y el 22 de febrero de 1956. La primera edición en álbum se publicó en 1956.
La historia comienza con Tintín y el Capitán Haddock de vuelta a Moulinsart, cuando son interrumpidos por una tormenta, una extraña tormenta que provoca la rotura de espejos y jarrones en todo el palacio. La extraña tormenta resulta ser las pruebas de un generador de ultrasonidos desarrollada por el profesor Tornasol, que desaparecerá unos días después en una conferencia en Suiza.
Tintín y Haddock se reunen en Ginebra para poder seguir su pista, y justo cuando están a punto de liberarlos de los bordurios Tornasol es de nuevo secuestrado, esta vez por los syldavos. Sin embargo los espías de Syldavia no son capaces de retener a Tornasol que vuelve a ser secuestrado por Borduria y trasladado a Szohôd.
Finalmente con la ayuda de Bianca Castafiore consiguen rescatar a Tornasol, quién decide destruir los planos de su invento para evitar que se convierta en un arma. Uno de los aspectos más divertidos del relato es la rivalidad entre Syldavia y Borduria, países imaginarios inventados por Hergé.
Son estos países balcánicos limítrofes con una marcada rivalidad entre ellos. Ambos países están separados por el telón de acero (Syldavia es un país capitalista y Borduria una dictadura comunista), por lo que este cómic reproduce la escalada armamentística de la "Guerra Fría" que en esta historia vuelve a reflejarse en cuanto a la la tensión y la rivalidad existentes entre los mismos (el mapa que ilustra este artículo sitúa a estos países imaginarios en un ficticio mapa geo-político de la europa centro-oriental), y todo ello, como un reflejo de la situación vivida entre los bloques comunista y capitalista en esa época.
Es esta una obra maestra del cómic. Desde el principio, los sucesos se encadenan a un ritmo trepidante: se oye una explosión, estalla una tormenta, objetos que se rompen, se corta la luz y Serafín Latón llega por primera vez a la serie.
En toda la historia no habrá prácticamente ningún tiempo muerto. Para la creación de los decorados, Hergé quiso ser lo más preciso posible. La historia, que transcurre en su mayor parte en Suiza y, como antes se ha dicho, refleja la guerra fría que pasaba momentos muy tensos entre los dos bloques, representados en la rivalidad entre borduros y syldavos.
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