LAS CONTRADICCIONES DE AZKUNA

El actual alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, y el senador Iñaki Anasagasti presentaron ayer en el Salón Árabe del Ayuntamiento de Bilbao el libro, en el que se recogen las Memorias del que fuera Alcalde de la Villa, D. Ernesto Ercoreca y Régil. Azkuna se ha encargado de firmar la presentación, mientras que Iñaki Anasagasti es el autor del prólogo. Azkuna nos versó sobre la honestidad de este "gran alcalde" (de la Izquierda Republicana de Azaña) que ejerció desde 1931 hasta 1934, y fue reelegido en 1936 tras el triunfo del Frente Popular en las elecciones, calificándole como un "republicano de cuerpo entero que defendió sus principios hasta lo indecible". Azkuna se refirió también a la exposición y la ofrenda floral que se han realizado este año para conmemorar el 50 aniversario de la muerte de Ercoreca, el último alcalde de Bilbao elegido por sufragio universal hasta la instauración de la democracia después del franquismo. En este sentido, nos afirmó que es a estos gobernantes a quienes se debe rendir homenaje en su condición de electos. De este modo, además de a Ercoreca (cuyo nombre se da a la plaza frente a la Casa Consistorial), el Ayuntamiento ha concedido nombres de calles en Miribilla y Bilbao La Vieja a otros tres representantes electos antes del regímen golpista de Franco. Hasta ahí, todo perfecto ya que este autor es -también- partidario de homenajear a a todos aquellos representantes de la Villa elegidos por el Pueblo y no -por el contrario- a los designados "dedocráticamente" por el Gobernador Civil de turno o, en su caso por el ministro franquista de Gobernación. La contradicción de Azkuna (otra de tantas) es que hace escasos meses se ha dedicado a gastar el dinero en esquelas por la memoria del Teniente de Alcalde franquista Hurtado de Saracho. Entonces... ¿en qué quedamos Alcalde Azkuna? Un día homenajeando a los que se lo merecen y otro día gastando nuestra pasta en esquelas a auténticos REPRESORES. Por su parte, el Senador Anasagasti (este no acostumbra a caer en semejantes contradicciones) señaló que vale la pena publicar este tipo de memorias que "recuperan la historia" y que cuentan con sencillez las vicisitudes de una época tan importante."Somos hijos del silencio de nuestros padres y tenemos el deber de no ser responsables de la ignorancia de nuestros hijos", sentenció. Totalmente de acuerdo por mucho que lo diga con un auténtico liberal (vamos, un típico carlista durangués) sentado a su lado, de los que en marzo dicen blanco y en enero hacen negro. La preocupante prepotencia o la arrogancia de Azkuna (in crescendo), en pleno cénit de borrachera de mayoría le llevan a decir ese mismo día, ya haciendo una valoración de los resultados electorales, que, en Bilbao, no se le ha votado al representante socialista Oleaga (Txema, con "TX") sino a Zapatero. Esto me suena a que, en el trasfondo de la afirmación, viene a decir que en Bilbao le votan a él y no a su partido. Por supuesto, no seré yo quién dude de la honestidad de Azkuna, pero nadie puede negar esas farrulladas (también llamadas "azkunadas") que dice o hace. Creo que es esa una función más bien destinada a gentes como yo (que nací en el Campo Volantín) que a un durangués al que no "le pega ni con cola" eso de la bilbainada de pro. FOTOGRAFÍA: Ercoreca con su Corporación Municipal de la Villa. Bilbao, 1931.