Ayer, jueves 13 de marzo, acudí a la presentación del libro "Cecilia G. de Guilarte. Reporter de la CNT". Dicha presentación corrió a cargo de Guillermo Tabernilla y Julen Lezamiz (autores de la citada obra, investigadores y socios fundadores de la Asociación Sancho de Beurko, cuya finalidad es el estudio de la pasada Guerra Civil), acompañados de la menor de las hijas de Cecilia).
Cecilia G. de Guilarte, nacida en Tolosa en 1915 en el seno de una familia obrera, es un referente de las letras vascas y la primera mujer corresponsal de guerra, ya no sólo del periodismo vasco, sino de toda la cornisa Cantábrica. Una pionera injustamente tratada por la historia que abrazó el anarquismo de un modo casi confesional y que cubrió para su periódico los frentes de Gipuzkoa, Bizkaia, Santander y Asturias entre 1936 y 1937.
En la páginas de CNT Norte ofreció una visión de la guerra muy alejada de los tópicos que asignaban a la mujer periodista un rol de mera propagandista, reivindicando por derecho propio el lugar que le corresponde y que, haciendo bueno aquello de que nadie es profeta en su tierra, siempre se ha reservado para las periodistas extranjeras.
Compartiendo con los milicianos largas horas en los parapetos, sufriendo las penalidades de la guerra, Cecilia conoció de cerca la solidaridad que tanto hermana a los combatientes y ya no quiso privarse de su compañía; quizás porque, como dijo una vez, así “se sentía más periodista que nunca”.
De este modo, persiguió la noticia allá donde estuviera, sin importarle el peligro que pudiese correr, ya fuese en medio de la batalla de Irún, en las calles de Bilbao durante los trágicos sucesos del 4 de enero de 1937, en las posiciones del batallón Isaac Puente en Cimadevilla o en la ofensiva del general Mola.
Fue una mujer que se atrevió a publicar un folletín por entregas que no tenía más pretensión que la de entretener a los milicianos. Así se fragua la gran novelista que vendría después, en el exilio de México, cuando hubo que empezar de nuevo tras la derrota de 1939.
Este libro nos muestra a Cecilia a través de sus crónicas de guerra. Una joven periodista que se ofreció a contar lo que veía en el convencimiento de que ésa sería su mejor aportación al esfuerzo bélico. Alguien que nunca perdió la fe en la victoria, ni siquiera en medio de la debacle.
FUENTE: Asociación Sancho de Beurko.
FOTOGRAFÍA: "Cecilia con el Lehendakari Aguirre (A.S.B.)
MÁS INFORMACIÓN EN: http://sanchobeurko.atspace.com/
Cecilia G. de Guilarte, nacida en Tolosa en 1915 en el seno de una familia obrera, es un referente de las letras vascas y la primera mujer corresponsal de guerra, ya no sólo del periodismo vasco, sino de toda la cornisa Cantábrica. Una pionera injustamente tratada por la historia que abrazó el anarquismo de un modo casi confesional y que cubrió para su periódico los frentes de Gipuzkoa, Bizkaia, Santander y Asturias entre 1936 y 1937.
En la páginas de CNT Norte ofreció una visión de la guerra muy alejada de los tópicos que asignaban a la mujer periodista un rol de mera propagandista, reivindicando por derecho propio el lugar que le corresponde y que, haciendo bueno aquello de que nadie es profeta en su tierra, siempre se ha reservado para las periodistas extranjeras.
Compartiendo con los milicianos largas horas en los parapetos, sufriendo las penalidades de la guerra, Cecilia conoció de cerca la solidaridad que tanto hermana a los combatientes y ya no quiso privarse de su compañía; quizás porque, como dijo una vez, así “se sentía más periodista que nunca”.
De este modo, persiguió la noticia allá donde estuviera, sin importarle el peligro que pudiese correr, ya fuese en medio de la batalla de Irún, en las calles de Bilbao durante los trágicos sucesos del 4 de enero de 1937, en las posiciones del batallón Isaac Puente en Cimadevilla o en la ofensiva del general Mola.
Fue una mujer que se atrevió a publicar un folletín por entregas que no tenía más pretensión que la de entretener a los milicianos. Así se fragua la gran novelista que vendría después, en el exilio de México, cuando hubo que empezar de nuevo tras la derrota de 1939.
Este libro nos muestra a Cecilia a través de sus crónicas de guerra. Una joven periodista que se ofreció a contar lo que veía en el convencimiento de que ésa sería su mejor aportación al esfuerzo bélico. Alguien que nunca perdió la fe en la victoria, ni siquiera en medio de la debacle.
FUENTE: Asociación Sancho de Beurko.
FOTOGRAFÍA: "Cecilia con el Lehendakari Aguirre (A.S.B.)
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