Tampoco voy a echar el perro a nadie por no haberme avisado. Ese perro ya se lo eché yo a Juancar cuando me comento, así como si nada, lo del hijo de la gran puta de carramarro que le estaba mordiendo la espalda.Casi me enfado con él (de hecho… me llegué a enfadar y le monté un pollo del nueve en el restaurante de nuestro común amigo Manolo (Marisquería El Marqués… en Bilbao) por haberme ocultado un problemón tan grande como el que le rondaba.
De una persona “más cumplida que un chótis”, me extrañaba que no constestase a mis mensajes (siempre lo hacía y aportaba interesantes comentarios o ideas para mi blog bajo el “nick” “nuevotxinoski”). La prueba del algodón fue cuando le escribí que tenía una cosa para él relacionada con Tintín y no me respondió.
Inicialmente llegué a pensar bien que estaba fuera o que tenía jodido, saturado o desconfigurado el servidor de Hotmail. Yo seguía enviando artículos, cosas de la red y txorradas varias. Nada…
Nuestra afición por los Mundos de Hergé –y por ello Tintín- nos hizo, primero conocidos y luego amigos. Nuestra sintonía en temas sociales, culturales, de nuestro Bilbao y –también- políticos subrayaron esa amistad. Éramos también vecinos y coincidíamos en los mismos sitios.
Tintinómanos y republicanos… qué más se puede pedir para entablar una agradable conversación ante dos (o doscientos) buenos cigarrillos camel y dos buenos gintonics, o cuatro... Jamás olvidaré cuando se desprendió de una bandera republicana anclada a su chupa y me la puso en plan condecoración.
Me has jodido Juancar. Te has ido sin decirme nada. Con todas tus rarezas, quiero que sepas que voy a seguir escribiéndote porque estoy convencido de que me vas a escuchar estés dónde estés.
No sé… no puedo escribir más… de momento. Sabías que jamás respondo a una llamada de esas de número oculto o llamada no identificada. Sólo pensar que tenía tres o cuatro y, sólo pensar que alguna podía ser tuya me está llegando a “rayar” el “coco”. No dejo de pensarlo. Hoy mismo, en San Mamés (ha ganado 2-0 nuestro Athletic al Sevilla) seguía dándo vueltas a ese tema dentro de mi complicada masa gris.
En fín… lo que tenía para ti se lo daré a Aran que lo mimará como lo hubieses hecho tú.
No me queda más que decirte ikusi arte mientras me caen unas lágrimas con sabor a Bombay mientras veo los “kalkitos” de Tintín que me regalaste.
Seguro que sabrás cuidarte ahí dónde te encuentres. Me das un poco de envidia porque, con tu carácter extrovertido… no te habrá faltado tiempo para hacerte “coleguí” de Hergé.
Un abrazote (como siempre decías para despedirte) desde la Tierra, desde la Luna, desde Klöw (Syldavia), o desde Los Dópicos , desde el Castillo de Mounlisart, desde Borduria, desde Sanfacción (Nuevo Rico) desde el Templo del Sol, desde la Isla Negra, desde el vuelo 714 para Sydney…
Por los bigotes de Plëzsky Glazd… no hagas el bachibozuk, o el berebere, o el bebe-sin-sed o el zuavo y… Cuídate mucho. Ahora también te toca cuidarnos a nosotros.
UN ABRAZOTE pues, de mi parte, de Iñigo, y de otro gran puñado de amigotes.
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