Como no pudiera ser de otra forma, el bufón real y Presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha desvelado, como viene siendo habitual en el político, algunas de los 'secretos' de la cena que tuvo lugar anoche en el Palacio del Pardo con motivo del 70º aniversario del rey Borbón heredero de Franco.
Según ha confesado Revilla, el 'Lehendakari' Juan José Ibarretxe aplaudió "con entusiasmo aparente" todos los discursos e incluso "levantó la copa" en el brindis por España.
En declaraciones a la Cadena Ser, Revilla explicó que durante la cena estuvo sentado "muy cerquita" del 'Lehendakari', por lo que pudo comprobar cómo aplaudía "todos los discursos con entusiasmo aparente". "Incluso cuando se hablaba y se brindó por España, que también lo hizo, le vi levantar la copa", aseguró.
De la cena, en la que estuvieron presentes unos 450 invitados, el presidente cántabro destacó que el Rey "se emocionó mucho cuando se levantó el Príncipe y le trató de hijo, con un discurso de hijo, no el habitual que escuchamos cuando el Príncipe está hablando del Rey". "Ahí le vi yo que se le caían las lágrimas", afirmó.
El presidente cántabro tampoco quiso dejar en el tintero ninguno de los detalles de la noche, como por ejemplo la distribución de las mesas y los 'problemillas' que se vivieron en algunas. En caso, asegura que fue "muy agradable" compartir la cena junto Rubalcaba, Rato, un primo del Rey y el ex presidente del Senado, Juan José Laborda.
Sin embargo, explica que hubo otras "más complicadas", en concreto la formada por el 'Lehendakari', Rajoy y el príncipito Felipe. "Ahí era igual más tirante la situación", señaló.
La cena de gala con la que el Rey celebró su 70 cumpleaños a 450 invitados, la mayor parte políticos y representantes de las instituciones del Estado. Todos ellos participaron en una celebración exhuberante y, en concreto fueron 459 los invitados a razón de 236 €/cubierto. Si a alguien le interesa dispongo del menú (que no era mortadela con aceitunas), del restaurante que sirvió el ágape, y del número exacto de lacayos que servían los manjares inclinando bochornosamente sus cabezas.
Uno de los momentos más "emotivos" fue cuando el segundo jeta (en orden protocolario) el príncipe Felipe, saltándose el protocolo, pronunció unos discuros en honor de su padre, que según ha desvelado Revilla, "hizo saltar las lágrimas del Monarca" (vamos... que algún "listomari" de asesor real le díjo aquéllo de llora como Hylary Clinton... que eso cae muy bien en el populacho).
En concreto, sólo la cena supuso a nuestro bolsillos 108.324 €uros, esto sin contar con que los escoltas y chóferes también cenan. Encima como vasco (NOS HAN DEBIDO VER CARA DE IDIOTAS) también he contribuido al desplazamiento del Lehendakari a Madrid, además de a pagar a "forzoso escote" el correspondiente regalo de cumpleaños.
¿Nadie en el EBB le díce a Ibarretxe que eso no es lo correcto? ¿Ha pagado Juanjo de su bolsillo el viaje, la cena y el regalo?. Desde luego, eso, con Egibar no hubiese ocurrido.
De todas formas, ya me gustaría saber que es eso que el parraplas de Revilluca dice sobre los emocionados aplausos que -con anormal pleitesía- dedicó el Lehendakari a los discursos típicos de la unión de las españas pronunciados por un heredero de Franco que, por jurar, lo llegó a hacer -también- a los principios fundamentales de la Falange.
Como vasco y como republicano, me parecen vergonzosos esos actos de ágape y besamanos. Si algún día llega -que no tardará- los harán de nuevo en Estoril. Espero que hasta allí no asista ningún Lehendakari de Euzkadi. Es, sin más, vergonzante y vergonzoso.
FUENTES: ELMUNDO.ES, AGENCIA EFE, Madrid y OO. fuentes privadas.
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