Calatrava, por medio de su abogada, acusa al Ayuntamiento de Bilbao de "romper la simetría" del puente Zubi Zuri debido al anexo denominado pasarela de Isozaki.¡Vaya par de dos: Santiago Calatrava e Ibon Areso! Éste último, por decir, argumenta que el puente se concibió como la unión de las dos márgenes de la Ría de Bilbao entre el Campo Volantín (dónde yo nací) y la Alameda de Mazarredo.
Bien, por lo que a mi respecta, el puente híbrido (todos son iguales) de Calatrava se lo podrían mandar a Valencia en "cachitos" y por "Seur" y poner en su lugar el Arco (adaptado) de San Mamés.
Esa sí sería una "hermosa bilbainada" y no andar con peritos y un Juez de lo mercantil de aquí para allá (como esta mañana) y, total... seguramente para que la cosa acabe en un concepto nostálgico con la derrota de Bilbao y el bolsillo de ese arquitecto fenicio -aún- más abultado a cuenta de todos los bilbaínos.
Precisamente ese juez ha permitido a Areso que explicase un par de cosas. Y a este Areso, que se apresuró (electoralmente) en lo referente a la pasarela de Isozaki que desemboca nada más y nada menos que en un auténtica "Oda a la Escalera" u "Homenaje a los discapacitados físicos", habría que recordarle que todavía hay gente con reducida capacidad de movilidad esperando a que cumpla con los plazos que el mismo se fijó para acometer los accesos adaptados correspondientes.
Por lo que parece, Calatrava está "endiosado" y el "gris" Areso sigue con su bla, bla, bla. ¡Mira que recurrir a una normativa suíza para justificar lo injustificable!
A todo hijo de vecino le hace cumplir con la legislación correspondiente a adaptación de accesos y, curiosamente, es el propio Ayuntamiento quién se la "salta a la helvética", sin duda, en plena pre-campaña y con intereses partidistas o electorales.
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