
Pienso seguir haciéndolo, respetando en todo momento que, aquélla persona que quiera opinar y no pueda o no le interese o, simplemente, no quiera revelar su identidad, lo pueda seguir haciendo. Y ello, en aras al total respeto al Derecho de Libertad de Opinión o de Expresión y, con ello, de divulgación/difusión. Es precisamente en base a este Derecho gracias al cual yo dispongo de esta página y, de todos es sabido, que no voy a hacer algo que criticaría que me hiciesen; incluso lucharía por esa presunta vulneración (esto ya lo he sufrido).
Ahora bien, me he dado cuenta de que podía caer en una especie de juego laberíntico si me dedicase a responder a anónimos. De ahí, la decisión de no contestar -como regla general- a ningún otro comentario anónimo.
Yo firmo y rubrico (bajo IBSN digital) todo lo que publico. Desde esta premisa podría llegar a exigir ese mínimo pero, como ya he dicho, también puedo llegar a entender a quién prefiera esconderse en el anonimato.
En cuestiones de política es -incluso- una práctica habitual: lucha interna por el poder, favores pedidos, recibidos o pendientes de recibir, lealtades, amistades... Es incluso más anecdótico que, cuando más pequeña es la formación política más abunda por los diferentes Blogs la práctica del comentario anónimo. Esto no se debe a otra cosa más que a formación pequeña, menos gente y, evidentemente, es más fácil que todo el mundo se conozca.
Como he dicho, si bien seguiré publicando este tipo de comentarios, no tengo la intención de responderlos por sistema.
Un cordial saludo tod@s.
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