
En el fondo me da igual que la selección gane o pierda, lo que me "pone del hígado" es que un prototipo de esta calaña con un sueldo público tenga esa actitud prepotente ante quienes (de forma directa o indirecta) le han mantenido en su banquillo: los medios de información deportivos.
Yo, si fuera el director de uno de esos medios propondría a mis colegas dejar a Aragonés en el más absoluta soledad. Pactaría con alguna Agencia de Noticias la presencia de un sólo informador para que el resto (en aras al derecho que asiste a los ciudadanos que quieran a informarse) se nutriera de esa única valoración.
En otras palabras, este fenómeno se merece una espantada de informadores, un "vacío" tras el cual descargue todas sus manías y fobias en el especialista que le trata. VETE A CASA ARAGONÉS y que te aguante el geranio de la entrada.
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