Si ayer fue Basagoiti el que comparaba al Obispo palentino de Bilbao Blázquez con DIOS y al Obispo vasco de Donostia con el DIABLO, hoy le toca el turno a Rosa Díez (que parece más un portavoz del PP que una eurodiputada del PSOE).Y todo "el puto dia" con el mismo "soniquete": ETA-BATASUNA-ANV, Ibarretxe y su "Plan" y ahora, la última novedad: los obispos que ejercen en las Vascongadas.
A la fenómena en cuestión, ayer se le pasó por esa obtusa, rencorosa y frustrada cabeza decir que Monseñor Uriarte "envenena a la sociedad" y todo ello por que el prelado dijo en una homilía que se debe "lograr un acuerdo".
Para esta descerebrada, Uriarte "equipara a las víctimas con los verdugos y envenena a una sociedad, de por sí insolidaria".
Para acabar, "alaba" el partido de Savater y dice que decidirá "en breve" si deja el PSOE. Y... porque no hay tarta sin guinda, concluye: "bastantes cargos socialistas y populares meditan sumarse a la formación".
Demencial... un partido con Savater, Jon Jauregui, Iñaqui Ezquerra, Rosa Díez, Gochone Mora, Edurne Urirate y Portero...
La diferencia es que Rosa Díez dice que "es bueno un tercer partido que defienda un mismo modelo" y yo digo que restar entre 3 y 5 diputados al PP y entre 2 y 3 al PSOE en el Congreso es un avance positivo.
Desde un punto de vista basado exclusivamente en un análisis politológico, partimos de una base lógica: esta formación no conseguiría -a priori- el 5% mínimo exigido por la Legislación electoral para conseguir representación.
De esta manera, parafraseando al bilbaíno alcalde Azkuna, esos votos "irían a la ría". Así, ni el partido de Savater conseguiría representación parlamentaria y restaría, como poco, 5 escaños a los denominados partidos "constitucionalistas".
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