REPÚBLICA . 76º ANIVERSARIO (Política)

76º ANIVERSARIO DE LA II REPÚBLICA.

SÁBADO, 14 DE ABRIL DE 2007

POR LA III REPÚBLICA Y LA ABOLICIÓN DE LA MONARQUÍA BORBÓNICA IMPUESTA POR EL GENERAL GOLPISTA FRANCO.

La Constitución de 1978 es evidente que no ha servido para resolver ninguno de los grandes problemas del Estado Español.

Dar potestad al ejército para mantener la unidad de España significa una usurpación de la soberanía popular y una amenaza o intimidación permanente.
Pero es más, para impedir que el Pueblo español en general, y el Pueblo vasco en particular siguieran reivindicando la transformación social desde la perspectiva económica, política, cultural y social; los antiguos franquistas (hoy en el PP) se encargaron de difundir profusamente los logros reflejados en la Constitución.

En lo estrictamente político, el fraude fue descomunal al imponernos una monarquía retrógrada, designada por el dictador Franco y sin opción alguna a poder decidir sobre la República, que hubiese dado continuidad a las conquistas democráticas y populares conseguidas con el sacrificio de lo mejor del Pueblo, al levantar la II República.

Cualesquiera retrocesos y agresiones son perfectamente legales, porque los ampara la Constitución monárquica. Pero cada vez son más amplios los sectores del Pueblo que se organizan y movilizan ante la indignidad de tener un monarca impuesto por Franco, de impedírsenos el derecho democrático de autodeterminación de los Pueblos, de no haber depurado a los criminales del Ejército, la Policía, la Judicatura y la Administración, y de impedírsenos proclamar como héroes a los luchadores por la República para conseguir un mundo mejor.

Los Gobiernos de la monarquía, continúan el expolio de los derechos políticos y sociales. El régimen monárquico ampara y propicia los escandalosos beneficios de la banca y las grandes empresas, la especulación inmobiliaria y la corrupción generalizada, las deslocalizaciones, la brutalidad policial, la tortura, las agresiones fascistas, el deterioro del medio ambiente, los despidos, la represión a los trabajadores, a los huelguistas del 20-J (como el caso de los dirigentes sindicales Cándido y Morala, condenados a tres años de prisión por defender puestos de trabajo en los Astilleros de Gijón). Luego va el “principito” a tomarse una “sidrina” en “La Casona” de Gijón dónde le aplauden, año tras año, los mismos. Qué risa...¿eh?

Pero esta política, amparada por la Constitución de 1978, concuerda y está subordinada a la política imperialista de EE.UU. Miremos sino las relaciones entre “hermanos Borbones y Husseines”. Y es que Juan Carlos va casi de “primo” con el hijo de Hussein de Marruecos, un auténtico genocida, torturador y represor de todo tipo de oposición interna y externa (como a la que somete, al igual que su padre, a la Nación saharaui).

Así, tras la celebrada decisión de sacar las tropas de Irak, el gobierno del PSOE ha pisado el acelerador del militarismo del alineamiento más estricto con los planes de los imperialistas estadounidenses y europeos. Los datos son abrumadores; la participación directa bajo el mando de la OTAN en las ocupaciones de Afganistán y la ex-Yugoslavia, o la encubierta del Líbano, la vigencia del ignominioso pacto bilateral con EE.UU., la colaboración ante los vuelos de la CIA, la participación en el entrenamiento de las fuerzas de seguridad colaboracionistas de Irak, la enésima ampliación de las bases militares, el record del gasto militar en el presupuesto del Estado de 2006, etc., sitúa al Estado ante una especie de subordinación en el imperialismo de los EE.UU. liderado por ese “fenómeno” o “retrasado político” llamado George W. Bush.

El grito “lo llaman democracia y no lo es” se llena cada día de razones y se convierte en un llamamiento urgente a organizarse y a acabar con la barbarie que crece cada día, independientemente del color del gobierno de turno.
En la polémica más reciente y más generalizada sobre la solución democrática y negociada del conflicto vasco, se observa la parálisis del Gobierno español al no tomar con más determinación la coyuntura favorable que se brinda en estos momentos, tras treinta años de conflicto. Parece como si el problema no fuera tanto el fin de la confrontación violenta, sino el de silenciar a la izquierda abertzale y al movimiento popular vasco, que están resistiendo los envites del Estado reaccionario monárquico con una dignidad extraordinaria.

La ultraderecha refugiada en la cúpula del PP, la COPE y los diario La Razón, ABC y El Mundo…además de en la Conferencia Episcopal (con los cardenales Rouco Varela y Amigo a la cabeza); No está interesada en solucionar el conflicto, sino más bien apuesta por la estrategia de la tensión, incrementando la violencia y el sufrimiento que todo ello comporta. Federico Jiménez Losantos atestigua lo expuesto mañana sí...mañana también. Al lado de esta “peña” lo de la AVT de Alcaraz o lo del Foro de Ermua de Mikel Buesa es una simple anécdota (éstos dos últimos son tan sólo aprendices aventajados de del Fascio, una especie de Harry Potter de las “mágicas técnicas franquistas”).

Se debe apostar decididamente por la solución dialogada ante el conflicto de nuestro Pueblo Vasco y por la paz, instar a ETA a abandonar los atentados, y al gobierno español a tomar decisiones claras y rápidas para poner en marcha un proceso que conlleve:

-La anulación de los procesos judiciales.
-La disolución de la Audiencia Nacional , auténtico tribunal de excepción.
-El inmediato acercamiento de los presos políticos y su posterior excarcelación.
-La derogación de la Ley de Partidos, el fin del acuerdo antiterrorista y la legalización de Batasuna, ASB, ANV o como quiera denominarse para concurrir a los Comicios del próximo 27 de mayo de 2007.
-El abordar sin ambigüedades el derecho de los pueblos a decidir libremente.
La lucha por la III República y su consecución, daría un marco de estabilidad a la libertad de los pueblos, que la Constitución monárquica del 78 les niega. Por ello, la reivindicación de la III República y la exigencia de derogación de la Constitución de 1978 abriría un nuevo escenario tendente al restablecimiento de la solidaridad entre el conjunto de los pueblos del Estado español.

Precisamente en la recuperación de la memoria de la mejor generación exterminada –de todos los pueblos del Estado español- y en la exigencia de responsabilidades a sus verdugos, se debe rechazar y exigir la retirada de la humillante Ley de la Memoria que pretende enterrarles definitivamente; es donde se pueden situar adecuadamente el cinismo, la hipocresía y las dimensiones del terrorismo de Estado, y los derechos de miles de víctimas cuya rehabilitación y reparación es digna de exigir.

Para finalizar, debo exponer que se debe luchar de una forma pacífica por superar la forma de Estado que establece la Constitución de 1978. La Constitución asigna al rey un papel, que no es , ni mucho menos, una figura decorativa.
Además de ser declarado inviolable y no ser responsable de sus actos, se le asignan, entre otras muchas atribuciones, la sanción de las leyes, la designación de candidato a la Presidencia del gobierno y su nombramiento, así como la Jefatura suprema de las fuerzas armadas, que tienen como misión velar por la “integridad territorial” de España.

Desde mi punto de vista es un usurpador, un “colocao” a dedo por Franco, y el jefe del Ejército que, legítimamente califico como “ocupador” de mi Tierra vasca. Creo que es, si no es la principal causa, es una de las más importantes para que la ciudadanía de la Nación vasca tenga que ser denominada –por imperativo legal- (o sea, por cojones...) como pueblo súbdito de un señor al que Franco nos impuso con el rango de Rey.

En conclusión, Juan Carlos I es, ni más ni menos, que el sucesor o heredero de Franco (Por la Gracia de Dios).
...VAYA “PUTA” GRACIA.