Uno de los mayores "vividores" que ha tenido el Athletic Club, o sea "Txato" Nuñez, y el Athletic se verán las caras en los Tribunales después de que el que ha sido delegado del Athletic Club haya demandado al club por despido improcedente.
Nuñez pide además de los 900.000 € del blindaje de su contrato otros 250.000 € por "daños físicos y morales". A este respecto, que yo sepa, aún nadie le ha agredido pero opino que lo de "daños físicos" los debe pedir por adelantado ya que fenómenos como el susodicho son seguros receptores de una buena colección de "hostias" en el momento que más de uno le vea merodeando por San Mamés.
José María Arrate blindó a Nuñez. El blindaje del contrato de éste, al igual que el de (entre otros) Fernando Otxoa y Sabino Padilla, proviene de la legislatura de José María Arrate que incomprensiblemente fijó unas cantidades por si alguno de éstos fuera obligado a abandonar su cargo.
Padilla, Noriega o Dani renunciaron a su blindaje y aceptaron 45 días por año trabajado. El actual Presidente, Fernando García Macua, aseguró en campaña electoral que el Athletic no estaba dispuesto a pagar la clausula del blindaje del contrato de "Txato" Nuñez ni de Sabino Padilla. Por ello les ofreció una indemnización por una cantidad que suele ser común en los contratos: 45 días por año trabajado. Como ya he expuesto, Sabino Padilla -entre otros- renunció a su clausula y aceptó la compensación del Athletic.
Lo cierto es que los cambios en este Club han de llevarse a efecto de forma inmediata y definitiva. No sólo se debe acabar con los contratos blindados sino, también, con sueldos, compensaciones y retribuciones complementarias vitalicias.
Estatutariamente, se debe modificar la figura de eso que el ex-pre-candidato Zuloaga llama "Presidentes-Caudillos" de tal forma que Arrate no salga "de rositas" en el affaire Txato Núñez o Lamikiz no haga lo propio en el caso de Zubiaurre.
Tanto a Arrate como (en el caso de la peor de las sentencias del TS en el caso Zubiaurre) a Lamikiz, se les debería exigir las pertinentes responsabilidades por un presunto delito más cercano a la prevaricación o a la malversación de fondos que a otra cosa.
¡ Que bonito es administrar el patrimonio de un Club de SOCIOS y luego no tener responsabilidad alguna sobre esa gestión! Bastante tenemos con las Administraciones Públicas. Y es que, al Athletic Club le pasa lo propio. Se van "pasando el marrón" de unos a otros hasta que la bola estalla.
Ya va siendo hora de cambios. García Macua, al que jamás le he apoyado por motivos relacionados con su vinculación con un grupo empresarial constructor, prometió limpieza. Es justo que reconozca que, hasta la fecha, no lo está haciendo mal. Por eso, y en aras a esa tan "cacareada" TRANSPARENCIA debe seguir por ese camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario