Al parecer, aún siguen reunidos en las afueras de Nueva York los representantes de Marruecos con los del Sáhara Occidental (RASD) y ello, bajo el auspicio de Naciones Unidas. Y parece que va para largo, imagino que para muy largo.
Máxime, cuando es la propia ONU la que no hace respetar sus "y pico mil" Resoluciones. Evidentemente, al Secretario General parece que no va a quedarle otra que llevar el asunto ante el Consejo de Seguridad.
De todas formas es igual. Esa pantomima que es el Consejo de Seguridad (y, mientras siga existiendo el derecho a veto lo seguirá siendo) se ha "saltado a la torera" todas y cada una de las resoluciones contra Israel por su constante aplastamiento de la Nación Palestina. ¿Por qué no mandan a la República Árabe Saharaui Democrática a los Marines? La respuesta es evidente: no hay petróleo.
Lo único que había eran fosfatos pero, entre España y Marruecos han dilapidado absolutamente todo. Luego, sólo queda arena y más arena.
Pero también queda el orgullo de un Pueblo, de una Nación, expoliada, invadida y ultrajada. De esa situación es España la mayor culpable y ningún gobierno socialista y no-socialista ha hecho nada por repararlo.
Tengo meridianamente claro que mientras los borbones mantengan (con o sin Perejil) esas estrechas y fraternales relaciones con "sus hermanos" monarcas alauitas, va ser imposible que el Estado español pueda reparar todo el daño que, directa e indirectamente, ha infligido a la Nación Saharaui.
Las posturas, sabidas de antemano: Marruecos (el segundo colonizador) quiere y de hecho así lo considera una Provincia del sur (como lo era de España llamada Ifni o Sáhara Occidental). Los Saharauis quieren que se les reconozca (como paso previo a la independencia) el Derecho de Autodeterminación que la propia ONU (por medio de la MINURSO) así ha resuelto.
España, para variar, sigue lavándose las manos. Si no, que se lo pregunten a los familiares de los barcos de madera en la Guerra de Cuba o a los "Últimos de Filipinas". Y es que es España la cuna del "escaqueo".
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