CASTRO URDIALES ¿UN CASO RARO?

Mucho me temo que "va a ser que no", y ello, por lo que argumentaré al final de este artículo. Me comenta el alcalde Fernando Muguruza que decenas de amigos le han hecho ver que no era justo que se inmolara por una derrota electoral que otros muchos han sufrido a lo largo de Cantabria y del Estado sin que nadie les haya exigido ningún sacrificio.

Amigos, entre los que me incluyo, que le aseguramos que no ha sido correcto que el Partido Regionalista de Cantabria (PRC) no sólo no se haya opuesto a esta decisión, abandonándole a su suerte sin el más mínimo apoyo personal ni político, sino excluyéndole desde la misma noche electoral de la posibilidad de aportar su experiencia personal a cualquier solución de futuro como si todo estuviese decidido de antemano. De esto, no te quepa la menor duda, Fernando. Esto se lo dice uno al que le han expedientado en dos partidos políticos y, así "les luce el pelo".

Por todo ello, la propuesta de dimisión, que pertenece a la “esfera de actuación” del PRC (al que aún pertenece), por más que sea de conocimiento público, debe ser reconsiderada como decisión personal y privada que es; máxime -resalta- cuando en ciertas reuniones políticas sólo ha importado el reparto de concejalías y de “puestos de confianza”, sin pensar si se dejaban "fiambres políticos" en el camino, ni si se ofrecían garantías para la recuperación de la paz social que todos los grupos han llegado a señalar como la meta más importante a conseguir tras las elecciones.

A sabiendas de que los intereses de Castro se deben anteponer a cualquier interés personal o de Partido, hay quien debe escoger por tomar un camino sin retorno.

Me asegura Muguruza que, frente a otros posibles pactos propuestos, la fórmula de Gobierno que iniciaron el pasado sábado, va a permitir poner en marcha los mecanismos que consigan recuperar el diálogo social y superar la crispación. Cierto es que la mayoría de la población, democráticamente representada por ese pacto, no puede estar equivocada.

Es destacable la general percepción de la tradicional incomprensión del Gobierno Regional cántabro a las demandas Castreñas. Con su apoyo o sin él, es factible conseguir la modernización del Ayuntamiento de Castro Urdiales, la dotación de servicios y la mejora de infraestructuras como parte importante de los objetivos para la presente legislatura que, de forma oficial, anteayer se inició.

Uno de esos objetivos pasa porque Santander sepa de una vez por todas que Castro existe y que desde allí se le exige un trato respetuoso a sus decisiones.

Visto lo visto, aún con otros prismas políticos desde otros lugares, y, posiblemente con otras sensibilidades ideológicas, no me parece esta una decisión equivocada. Lo que debe hacer el PSOE es ser coherente EN TODOS LOS SITIOS, empezando por el Ayuntamiento de Camas (Sevilla), en Cataluña, en 5 municipios de la Comunidad valenciana, siguiendo por Araba (Juntas Generales y Diputación Foral) y, de una forma especial en la constitución tanto del Ayuntamiento de Iruñea/Pamplona como en la elección de la Mesa del Parlamento Foral de Nafarroa.

Mucho me temo, que ese "talante" se va diluyendo, de forma especial tras la última reunión entre Zapatero y Rajoy en Moncloa. Luego, si sus alianzas, las alianzas del PSOE son la voluntad del pueblo y expresan (según ellos) el sentir mayoritario del mismo, es del todo absurdo que se echen las manos a la cabeza por el acuerdo alcanzado en la Comunidad canaria o... en Castro Urdiales.

TEXTO DE FERNANDO MUGURUZA MODIFCADO POR EL AUTOR DE ESTE BLOG.