Nos atosigan a encuestas. Y ojalá hubiera un notario que tomara nota de los resultados que nos ofrecen y si, tras las elecciones, los patinazos fueran abismales, esa compañía encuestadora, como los malos jugadores, debería quedarse tres elecciones sin jugar, es decir, sin encuestar. Porque lo demás ésto es un timo que ayuda a quien sin programa y candidatos conocidos nos dicen van a ganar. Increíble. Como decía un amigo da la impresión que la sociometría, rama de la sociología y sus profesionales, están de capa caída y proyectan la impresión que trabajan por encargo. Quien paga, manda. Y dispone. No parece muy serio. No hay más que dar un vistazo a las encuestas que se publicaron con motivo de las elecciones municipales y forales. Puuuuuuufffff!!!!!
No resisten la comparación. Poca seriedad y falta de profesionalidad.
Vuelta por Sestao.
El viernes por la tarde, dimos una vuelta electoral por Sestao pero sin charanga. Nos citamos en el batzoki y allí estaban todos, burukides y concejales, cargados de propaganda y votos. El PNV, tiene por segunda vez alcalde en el pueblo. Es un chico joven que se llama Josu Bergara, como el anterior Diputado General, que trabaja con un buen equipo y hace de la cercanía su modus operandi luchando contra Marcos Merino, que no resiste estar en la oposición y trata de hacerles la vida imposible. Saludé a Garbiñe y su aita. Éste me recordó el mitin que di en 1978. Entonces era el chaval del grupo.
La noche acompañaba a pasear y en la vuelta hemos podido hablar con trabajadores de La Naval, muy preocupados por su futuro. Y también palpar la amargura de quienes habían trabajado en Babckoc Wilcox. ”No nos dejéis” era la petición, casi la súplica. Y hemos llegado a Cueto, barrio obrero muy castigado. Un recorrido duro.
A Loiu.
Tras Sestao, a Loiu. Llegamos a las 8:30 de la noche. Culminaba así un día con tres recorridos. Astrabudua, Sestao y Loiu. Aquí me he acordado de un viejo militante, Asensio Bilbao, que me solía decir que en Loiu eran del PNV hasta las vacas. En la actualidad, a pesar de haber crecido el pueblo, el PNV domina la acción municipal. Y recordé también como aquel Asensio, el día de las votaciones acertaba milimétricamente cuantos votos obtendría el PNV. Se conocía a todos los vecinos.
Dimos con una txistulari la vuelta por el pueblo y acabamos con una parrillada en el batzoki. Hacia tres años había estado allí repartiendo con el presidente de la Junta, reconocimientos a veteranos afiliados. En general todo el Txorierri es un ejemplo de buen trabajo, coordinación en Interjuntas, buen rollo y trabajo incansable. Es un modelo exportable. La noche estaba magnífica. Arantza Aurrekoetxea me comentó que visitan todos los caseríos entregando papeletas de votos. Eso es campaña de alpargata.
Iñaki Anasagasti, candidato de EAJ-PNV al Senado por Bizkaia.
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