Es totalmente sabida mi forma de pensar en lo político, pero hoy voy a tocar uno de los temas que se pueden considerar peliagudos en lo que hace a la sociedad que hay en el Estado Español: El maltrato animal.Por lo que hace al trato llevado a cabo sobre los animales, España es uno de los países "avanzados" que sufre más problemas a la hora de ejercer su cuidado (como las perreras o la cobertura médica) y sobretodo con su sensibilidad hacia ellos. La falta de sensibilidad que hay a la hora de tratar con los seres vivos es bastante notable como los hechos de Tordesillas, los Correbous, Bous embolats, corridas...
Resultaría ahora un poco equivocado que en tiempos de crisis se hable sobre la cobertura médica pública de un perro, un gato o cualquier animal doméstico, pero sería totalmente lógico que en un momento como el de ahora -con crisis económica y moral- se empiece a plantear que la tortura animal (mal conocida como cultura) se empiece a ilegalizar y a perseguir. Dice mucho de una sociedad que tiene como forma de promocionarse al exterior las corridas de toros, y todavía es mucho peor que le quieran llamar arte... o incluso que los aficionados taurinos digan que no es democrático prohibir las corridas de toros, cuando ellos las llaman fiesta nacional (nombre creado por la dictadura franquista).
Si en el Estado Español y todas las comunidades que la integran hubiera gobernantes con la valentía de prohibir los espectáculos donde se torturan los animales y no temer a perder ningún voto, otro gallo cantaría. Si yo mismo fuera presidente, llevaría a cabo una doctrina que llamo " O MÉDICOS O TOROS" y que es la siguiente:
¿Quiere un Municipio celebrar un acto donde torturan animales? Pues son épocas de recortes y no podrá venir la ambulancia de la Cruz Roja debido a su alto coste, si alguien queda herido será su responsabilidad. ¿Quiere un ayuntamiento destinar una gran cantidad de dinero para una plaza de toros? Pues yo soy el gobierno autonómico y cancelo el proyecto de construcción de un centro de salud, una escuela y una biblioteca. ¿Siguen los ayuntamientos a favor de celebrar actos donde se torturen animales? Pues se quitan todas las ayudas sociales para los habitantes de ese municipio, y si hay que recortar en funcionarios... que sea allí.
Realmente resulta bastante radical, pero no es mejor un país que intenta sacar rédito político de aquellos que intentan erradicar tal barbaridad practicada a un ser vivo... como tampoco hace mejor a un país que prohíbe unas prácticas y no otras igual de crueles para no perder votos.
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