Vergonzoso e indignante.

Así es, causa vergüenza e indignación , pero claro, qué se puede esperar de esta gente que ni tiene VERGÜENZA , ni la han conocido nunca?

Mientras los pensionistas españoles tienen las pensiones congeladas, bajan los salarios a los funcionarios (muchos de ellos cobrando menos de mil euros), 5 millones de parados, más de 1 millón de ellos sin ninguna ayuda, familias acudiendo a los comedores de Cáritas (Iglesia)... y este personaje con una pensión multimillonaria.

Confirmada la pensión de 24.500 euros mensuales de Teddy Bautista.

Me hago eco de una noticia aparecida en diferentes Medios de Comunicación en la que se afirma que Teddy Bautista cobrará una pensión de 24.500 euros mensuales. Días después, la SGAE ha emitido un comunicado que lo confirma.

El documento aparece íntegro en la web de RTVE.es . Por increíble que parezca, en la Sociedad General de Autores y Editores se defiende tanto la legalidad como la moralidad de una jubilación que el señor Bautista se costeará gracias, entre otras cosas, al canon digital que hemos venido pagando todos los ciudadanos.

El afán recaudatorio de la SGAE se ha caracterizado siempre por la desmesura hasta alcanzar límites bochornosos. Algunos casos son recientes, como la pretensión de cobrar 95 euros a un Instituto de Bachillerato por representar Bodas de Sangre, o exigir 663 euros a una peluquería por encender la radio. Más descarnado es que perciba dinero de conciertos benéficos cuyas ganancias deberían destinarse a las personas afectadas por un determinado problema. Además obtienen ingresos del mencionado canon digital.

Pero lo grave no es sólo que recolecte dinero de forma desmedida. En teoría, la SGAE es una entidad que protege los derechos de autor. Sin embargo, se queda con fondos que no van a parar a ningún autor. En su lugar, invierte el dinero en mantener su lucrativa empresa. El pasado año repartió 28 millones de euros entre sus empleados. O en caprichos, como cuando quiso hacerse con un Palacio en Boadilla del Monte por 30 millones de euros .

Ya hace un par de años, en 2009, supimos que la sociedad presidida por Teddy Bautista contaba con un fondo de dos millones de euros para asegurar un retiro dorado a sus ejecutivos. Hoy, la propia SGAE corrobora que Bautista percibirá cada mes de dicho fondo 24.511 euros, el 60% de su actual sueldo más un importe mensual adicional. Según la SGAE , “la futura pensión mensual del Presidente del Consejo de Dirección se corresponde a lo que el mercado ofrece a directivos de su nivel y categoría en entidades equiparables a la SGAE ”. Sin palabras.

Pues, lo dicho. El recientemente investigado e inculpuado por una trama de malversación cobrará una pensión vitalicia, que ascenderá a 323.773 euros anuales. Algo que un jubilado del montón nunca podría llegar a imaginar. Hay que tener en cuenta que nuestros abuelos pueden llegar a cobrar incluso menos de 500 euros al mes después de haber consagrado toda su vida al trabajo. El hombre, que no se gana el pan con el sudor de su frente, ha acordado un retiro publicado por diferentes rotativos que, a su vez, citan según un documento de la consultora Watson Wyatt, bajo el que se especifican las colosales cifras. Aunque no se explicita el nombre del afortunado receptor de la jubilación, en el texto consta la fecha de nacimiento y coincide expresamente con la de Eduardo Bautista.

Y aunque en los últimos tiempos la SGAE se ha visto involucrada en un sucio episodio judicial, ha registrado pérdidas y ha despedido a más de 20 empleados, la entidad no repara en gastos. Las últimas compras de la SGAE no han sido nada discretas. De hecho, acaban de adquirir teatros de nivel en la Gran Vía de Madrid, así como otros edificios situados en el extranjero. El caso es que han despilfarrado 350 millones de euros a costa del canon digital, los conciertos benéficos, las cafeterías y las peluquerías de este país, justo después de que la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid haya denegado a la entidad las reformas del famoso Palacio de Boadilla del Monte. Otra muestra de la gestión derrochadora del hombre que le cantaba canciones a Judas de las que nadie es capaz ni de recordar un simple "tarareo".