Los gudaris y milicianos de la Guerra Civil son homenajeados en la 'Huella' en Artxanda.

Los gudaris y milicianos de la Guerra Civil fueron homenajeados ayer, sábado, ante la escultura de la Huella de Artxanda.

Organizado por la asociación Aterpe 1936, el acto de recuerdo, en el que han estado presentes algunos gudaris que siguen vivos, ha contado con una ofrenda floral en torno a la escultura de la Huella que tal y como decía el presidente de la asociación, José Moreno, "debiera repetirse todos los años".

Durante su discurso, Moreno pidió "justicia y paz" y ha recordó que "éste es el único país de Europa donde todavía siguen mandando personas que en su momento se levantaron contra la Democracia y la República". "Nos hemos reunido para recordar a quienes dieron su vida por defender la democracia en el País Vasco que tanto sufrió por el terrorismo ejercido por los franquistas". De esta forma lamentó el que "nadie se acuerde de la memoria histórica", ha señalado que "como gudari nacionalista seguiré luchando democrácticamente" y agradeció el hecho de que no se olvide "a los gudaris y sus familias", así como a todos aquellos que fueron víctimas del Franquismo.

Pero a éste acto le falta algo más. Una celebración oficial por todo lo alto. Quedan ya muy pocos gudaris. Si la guerra empezó el 18 de julio de 1936 y estamos a 19 de junio de 2011, son la friolera de 75 los años transcurridos. Y si el más joven tenía 16 años, hoy ese jovenzuelo tiene 91 años el más joven. Y es una pena que la fecha redonda de los 75 años no se haya recordado con más toque de tambores. Las naciones civilizadas honran a sus héroes para que su ejemplo no se pierda.

Ningún lehendakari, ninguno, se ha ocupado en serio de estos sobrevivientes a una guerra, a una persecución, a una dictadura. No hay un monumento al gudari en serio y no se les dedica el tiempo que merecen. Y eso da mucha pena.