Desencuentro entre Juan Carlos I y Mohamed VI (DESDE EL ATLANTICO, Carlos Ruiz Miguel 09.05.11).
La prensa nacional ofrece una visión excesivamente melosa de la visita que ha hecho el rey español Juan Carlos I al monarca alauita Mohamed VI. Pero hay indicios de que las cosas no han sido normales. No han sido normales y probablemente contrarias a la Constitución Española.
I. REUNIÓN POSPUESTA DEL DOMINGO AL LUNES.
Las primeras informaciones sobre la presencia del rey español en Marruecos hablaban de una visita privada que dio comienzo el miércoles 4 e iba a concluir el domingo 8. Todos estos días, según informaciones de la prensa independiente marroquí, el rey español iba a alojarse en el palacio "Jnane Lekbir" de Marrakech propiedad de Mohamed VI.
Al día siguiente de la llegada de Juan Carlos a Marrakech, donde le dio la bienvenida en el aeropuerto Mohamed VI, la prensa española recogía la noticia.
El País ofrecía algunos detalles: Ningún miembro de la familia real ni del Gobierno le acompañan. La ministra Trinidad Jiménez rehusó, en Roma, comentar el viaje. Pero la agencia Europa Press ofrecía un detalle importante: La Casa Real española ha anunciado este jueves que el Rey se encuentra desde ayer en el reino alauí, invitado por Mohamed VI, para una visita privada de cuatro días.
No hay que ser un gran matemático para adivinar que la Casa Real española anunció una visita que iba a concluir EL DOMINGO. Y el anuncio que hizo la Casa Real española, recordemos, se hizo DESPUÉS de que Juan Carlos y Mohamed se encontraran en el aeropuerto de Marrakech.
Y, sin embargo... llegó el domingo, día 8, y la reunión entre ambos no se produjo. No se puede alegar una indisposición de Mohamed VI, porque esos días la agencia de prensa oficial del majzen marroquí (MAP) informaba de varias visitas realizadas por Mohamed VI a Casablanca y Nuacer.
Antes bien, la MAP el domingo anunciaba la visita para... el lunes por la tarde. Es evidente que ha habido un desencuentro: mientras la Casa Real española informaba a Europa Press que la visita concluiría el domingo... la Casa Real marroquí no aceptó ese calendario. Estamos, claramente, ante un desaire de Mohamed VI a Juan Carlos I.
II. REUNIÓN SÍ, PERO... ¿"ENCUENTRO" O "RECIBIMIENTO"?
El lenguaje diplomático tiene sus sutilezas.
Cuando un jefe de Estado se reúne con un político de nivel inferior (como por ejemplo, un primer ministro o un ministro) se dice que "lo recibe".
Pero cuando un Jefe de Estado se reúne con otro Jefe de Estado, que por tanto tiene su mismo nivel, se dice que hay un "encuentro" entre ambos. Y aquí se produce un nuevo desencuentro. Después de que el rey de Marruecos provocara el retraso en el encuentro, la agencia France Press, recogía unas declaraciones de la Casa Real Española: "El rey Juan Carlos mantendrá un encuentro con el rey Mohammed VI mañana (lunes) en el Palacio Real de Marrakech", indicó un portavoz de la casa real española sin poder precisar los temas que los dos monarcas tratarán, ni la hora del encuentro.
Muy diferente es lo que anunciaba la Casa Real alauita por medio de la MAP: "El Ministerio de la Casa Real, del Protocolo y de la Cancillería anuncia que, en el marco de la visita privada que efectúa Su Majestad Juan Carlos I, rey de España, al reino de Marruecos, su majestad el rey Mohamed VI, que Dios le asista, recibirá al soberano español en el Palacio Real de Marrakech la tarde del lunes 9 de mayo de 2011."
Pues bien, ocurre que mientras la Casa Real española hablaba de un "encuentro" entre ambos reyes, la Casa Real marroquí se refería a un "recibimiento" de Mohamed VI a Juan Carlos I. Parece evidente que hay un desencuentro grave.
III. JUAN CARLOS I REHÚSA LOS DÁTILES QUE LE OFRECE MOHAMED VI.
Es tradición en algunos países del norte de África honrar al visitante ofreciéndole dátiles y leche (de camella generalmente). Así relata la MAP el hecho: "Se ha ofrecido al Rey Juan Carlos leche y dátiles conforme a las tradiciones marroquíes". Pero la versión que nos ofrece la agencia EFE ofrece un significativo detalle: A la entrada del palacio se le hizo a Don Juan Carlos la clásica invitación a dátiles y leche. El Rey declinó los frutos, pero aceptó beber algo de leche.
IV. UNA "VISITA PRIVADA" TRANSFORMADA EN "VISITA OFICIAL" POR MOHAMED VI.
La Casa Real Española anunció que Don Juan Carlos iba a Marrakech en "visita privada". Sin embargo, el encuentro celebrado ha sido transformado por Mohamed VI en una auténtica visita oficial. Así se desprende de los datos del encuentro que ha publicado la MAP: En la entrada del Palacio real, SM el Rey y el Soberano español han pasado revista a un destacamento de la guardia real que rendía los honores.
Acto seguido, el Rey Juan Carlos I ha sido saludado por el primer ministro, Abbas El Fassi, el presidente de la Cámara de los Representantes (cámara baja), Abdelwahed Radi, el Presidente de la Cámara de los Consejeros (senado), Mohamed Cheikh Biadillah, el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Taib Fassi Fihri, y el ministro del Interior, Taieb Cherqaoui.
El Soberano español ha sido igualmente saludado por varios oficiales superiores del Estado-mayor general de las Fuerzas Armadas Reales, el director de la seguridad nacional, el wali de la región de Marraquech-Tensift-El Haouz, gobernador de la prefectura de Marraquech, así como por electos locales. Pasar revista conjuntamente a las tropas, ser saludado por todas las más importantes autoridades civiles y militares de Marruecos, ... eso NO es una "visita privada", sino una auténtica "visita OFICIAL".
No es admisible la explicación que nos ofrece el ABC: A pesar de que la visita de Don Juan Carlos es privada, un destacamento de la Guardia Real le ha hecho los honores, quizás en una muestra del aprecio que en Marruecos se tiene al jefe del Estado español. El problema es que el Rey, según el artículo 56 de la Constitución Española no asume responsabilidad política por sus actos, porque siempre deben estar REFRENDADOS por un miembro del Gobierno. El problema es que NO HABÍA NINGÚN MIEMBRO DEL GOBIERNO ESPAÑOL.
Ciertamente la MAP habla de que Mohammed VI ha sido saludado "por el ministro español de la Casa Real, Alberto Aza". El problema es que Alberto Aza NO ES MIEMBRO DEL GOBIERNO y, por tanto, no puede refrendar los actos del rey. Juan Carlos I y Mohamed VI han tenido "Un encuentro a solas de casi dos horas": El propio Mohamed VI acudió a recoger a don Juan Carlos a la residencia Jnane Kbir, donde se ha alojado desde su llegada el pasado miércoles, y allí charlaron unos 25 minutos, antes de dirigirse juntos al Palacio Real para departir una hora y media más.
Si la Casa Real española anuncia una "visita privada" y Mohamed VI organiza una recepción tan "oficial", y si se produce una entrevista a solas en este contexto, sin presencia de ningún miembro del Gobierno, es que hay un desencuentro profundo: ¿Sabía Juan Carlos I que iba a ser objeto de una recepción por las más altas autoridades marroquíes... o ha sido una "encerrona" preparada por Mohamed VI?
V. CONCLUSIÓN: ALGO NO ESTÁ CLARO... EL SAHARA OCCIDENTAL VUELVE A SER EL OBJETIVO.
Muchos repiten como un "mantra" que las relaciones entre ambos reyes son fluidas. No lo sé. Pero esta reunión no es normal. Hay muchas cosas raras en este viaje que exigen una exhaustiva explicación por parte del Gobierno español.
Lo sucedido en Marrakech es preocupante porque el mensaje que ha quedado es que en lugar de "constitucionalizarse" la monarquía marroquí se intenta "desconstitucionalizar" la monarquía española haciendo a Juan Carlos I un monarca con los poderes que tiene el propio Mohamed VI.
Todo parece indicar que Mohamed VI ha pedido ayuda a Juan Carlos I para el conflicto del Sahara Occidental después de que la resolución 1979 del Consejo de Seguridad haya reactivado el referéndum. Los indicios son que Mohamed VI no puede acudir a USA y Francia para consolidar su pretensión anexionista del Sahara Occidental.
USA, bajo la presidencia de Obama, está apoyando el referéndum. Francia, con Sarkozy, no puede seguir alimentando su doble discurso en el Sahara Occidental y en otros lugares de África. Todo parece indicar que, Mohamed VI, desahuciado, ha acudido a Juan Carlos I y le está presionando para que termine lo que empezó a hacer cuando aún era Príncipe de España: la entrega del Sahara Occidental a Marruecos ignorando los compromisos solemnes de España ante la comunidad internacional.
Juan Carlos I visita a su primo Mohamed VI. Ya sabemos a qué ha ido Juan Carlos I a Marruecos. No ha ido a pedir que los encausados por genocidio en la Audiencia Nacional se presenten ante el juez que incoa la causa. No. Ha ido a pedir, entre otras cosas que no se pueden confesar, más licencias para los pesqueros españoles, fuera de las cuotas que Marruecos concede a la Unión europea, y que nos cuestan más de treinta y seis millones de euros. A remachar el clavo del espolio que sufre el pueblo saharaui en sus riquezas pesqueras.
Como la cuota de pesca anual que tienen asignada los pescadores españoles en aguas europeas ya ha sido superada (y todavía estamos en mayo), hay que buscar nuevos caladeros, y hay que explotar más los caladeros en los que ya se está.
¡Una visita de cinco días para esto! ¡Ni que hubiese ido a lomos de un asno! También ha hecho, eso sí, de agente de viajes, mostrando que Marrakech es visitable, ¡no sea que los turistas españoles dejen de ir, y sean acusados de racistas!
Y, cómo no, ha ido para avalar el proceso de (mini)reformas que está poniendo en marcha el rey marroquí para tapar la boca a los jóvenes, y no tan jóvenes, que piden un procesos de reforma real que afecte positivamente al país. (Salvador Pallarès-Garí, Presidente de ACAPS).
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