ZParo, están llamando a tu puerta.

A nadie se le escapa el clima de hastío que se vive en estos momentos de caída sin red. A nadie se le escapa que, siempre, han de pagar los mismos por las culpas y responsabilidades de "otros" que, curiosamente, son "los de siempre".

He de reconocer que he sentido envidia del pueblo islandés que, el pasado domingo, negó por segunda vez y en referéndum, tener que hacerse cargo de la deuda de sus bancos. Por estas latitudes, cómo no, andamos a años luz de este tipo de actitudes en las que el pueblo se hastía y se niega a hacerse el "paganini" de una situación de crisis que, en ningún momento ha sido originada por él, luego, evidentemente, se excluye democráticamente de unas "supuestas" obligaciones.

Este curioso Post me lo hace llegar Julio Curto Martín, o, como se autodenomina con más razón que un santo, un "pensionista-basura" (Haciéndose eco de un artículo publicado hace escasamente un par de días por IT en el Blog Esohavuelto(http://esohavuelto.blogspot.com) y, desde luego, refleja hasta dónde anda el personal y lo que circula por la Red.

Dijo ZP en una sesión parlamentaria esta perla: "Le recuerdo que nuestra renta ha aumentado dos puntos porcentuales respecto Alemania, cuatro respecto a Francia y nueve con relación al Reino Unido. Si esto no es mejorar, que venga Dios y lo vea". Pero Dios no vendrá... mientras no le encendamos velas a nuestro Santo Patrono: Sanseacabó. Yo no voy a llamar a Dios para que venga a ver nada. Voy a llamarte a ti. Sí, a ti, a Zapatero. Al que vive atrincherado en La Moncloa.

Ven, ZP, a mi barrio que te enseñe a las familias esperando por la puerta de atrás, el cierre del "super", para rebuscar en los contenedores y llevarse a casa una berza medio rota, cuatro frutas golpeadas o algún yogurt a punto de caducar.

Ven, ZP, a que te cuente mi vecino, el taxista, las horas que tiene que echar al volante para llevarse unos duros a casa y vivir apurados, a duras penas para que no les corten la luz y haciendo mil cuentas a la hora de hacer la compra y seguir COMIENDO.

Ven, ZP, acercate al polígono que hay cerca de mi barrio y que los empresarios (esos que tienen una plantilla de seis, doce trabajadores) te cuenten su situación de casi-quiebra. Ven, ZP, a que los operarios de las oficinas bancarias te digan todas las letras que están devolviendo porque cada vez hay más números rojos en las cuentas. Aunque quizás eso de rojos a ti te guste.

Ven, ZP, y que los pensionistas te cuenten que rezan para llegar a fin de mes. Tú, el que se te llena la boca hablando de política social, tienes que saber que al jubilado medio lo estás llevando a la miseria y que con su pensión menguada tiene que pagar la luz más cara que nunca.

Ven, ZP, y que los taberneros te cuenten que tal les va con la nueva ley anti-tabaco y cuanto de menos recaudan ahora. Ven, ZP, y que el estanquero te cuente cuanta gente ya no compra cajetillas y se ha pasado al tabaco "de liar", porque fumar lo has convertido en un lujo solo apto para progres socialistas como tú.

Ven, ZP, y te daré un paseo por las calles, las que antes fueron comerciales, y que tienen más de la mitad de los establecimientos cerrados, a punto de cerrar o con liquidación. Los que sobreviven te dirán de que manera tienen que hacer frente a más gastos que nunca con las ventas más exiguas que nunca.

Ven, ZP, y si puedo sacarte de la cama te acercaré a la oficina del INEM para que veas de cerca el drama que tienes montado.

Ven, ZP, y te contaré cuantos planes de futuro has truncado. Planes de lo más común antes de que vinieras tú. Un viajecito de verano, un cambio de coche porque el viejo tiene millones de kilómetros... o cosas más prioritarias. Simplemente... a los españoles se nos está estropeando la boca por tu culpa porque muchísimos españoles no alcanzan a poder pagar reparaciones dentales o renovar la caldera de casa.

Ven, ZP, y verás cuanta gente roba artículos de necesidad en los supermercados para comer.

Ven, ZP, que te voy a llevar al comedor de CÁRITAS y que los voluntarios te cuenten de qué manera se les está multiplicando el trabajo. Que te cuenten qué tipo de personas son las que están empezando a ir. Familias a las que has arruinado TÚ. Esto no lo había visto yo nunca.

Todo esto, ZP, es obra tuya, ¡SOLO TUYA!. Tú eres culpable de un descalabro económico y moral del que no sé si saldremos jamás. Tú sí que eres un tsunami. Yo soy el que pido a Dios que venga, pero no para que vea nada. Quiero que venga para... ¡NO!. Para eso, mejor que venga el diablo.