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Según cuenta Suárez, no hay fantasía ni ciencia ficción: "La novela especula con nuestro presente, basándose en hechos de nuestra historia. El pasado en el que sustenta la novela es el que conocemos, no ha sufrido variación, y la República nace a raíz de una polémica modificación de la Constitución de 1978, aprovechando un subterfugio legal".
En su opinión, la literatura trata la Guerra del 36 pero ninguna novela se ha planteado la hipótesis de una próxima guerra civil en nuestro país. "Es un tema tabú, que no nos atrevemos a tratar. La posibilidad nos aterra", dice Suárez, para quien Tercera República aborda "temas espinosos de los que no resulta políticamente correcto hablar".
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El resultado es que las tensiones entre el Estado y Euzkadi y Catalunya son el detonante de esta República. Pero hay más: un conflicto diplomático entre EEUU y España y, claro, la crisis económica, "que afecta a las fuerzas armadas y hunde a las comunidades más débiles. El Estado ofrece a Catalunya y Euzkadi la confederación y su reconocimiento como naciones a cambio de cerrar definitivamente el proceso autonómico".
Es lo que Suárez llama en la novela "Estado federal asimétrico": de un referéndum, se llega a la decadencia. "Quería explicar que los tiempos de crisis conducen al desencanto de los ciudadanos, que perciben que no hay salida y son el caldo de cultivo de soluciones totalitarias que pueden desembocar en una confrontación".
Un Estado moderno.
Según Suárez, en Tercera República "he evocado nuestro pasado trágico y es que la República, históricamente, ha tenido en España unos efectos desastrosos, lo que no debería haber ocurrido porque se trata de un sistema políticamente neutro. España debería haber sido ya republicana a principios del siglo XIX, tras el final de la invasión francesa, pero por desgracia nos gobernaron reyes incompetentes que obstaculizaron las reformas que necesitaba el país para convertirse en un Estado moderno".
Pero ¿qué debería tener una República moderna, del siglo XXI? En su opinión, "la República es un proyecto que debe nacer del consenso. No será un proyecto de enfrentamiento sino de convivencia, construcción de un mañana mejor para nuestros hijos".
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