LA "NORMAILIDAD" LLEGA A SAN MAMÉS (Athletic Club)

No voy a ser yo quién vaya a criticar que, cuando una medida se establece, ésta lo debe ser para todos por igual. De esta forma, si no se pueden introducir bebidas alcohólicas en San Mamés, dicha prohibición ha de cumplirse por todos y cada uno de los accesos al estadio.

De hecho, no hay más que leer lo expuesto en los reversos de cualquier tipo de entrada (sea de la localidad que sea) "Extracto de Reglamento para la prevención de la violencia en los espectáculos deportivos. Causas que impiden el acceso a un recinto deportivo: La introducción de bebidas alcohólicas, armas, instrumentos susceptibles de poder ser utilizados como tales, bengalas, fuegos de artificio u objetos análogos."

Cierto es que estas medidas preventivas no incluyen latas y botellas de vidrio pero se puede sobrentender... que el niño que accede con su padre lleve su consiguiente bocata pero no una lata de fanta de naranja. Me imagino que un niño no va a tirar la lata de refresco desde la tribuna principal alta pero, esto no impide que lo pueda beber. Para ello, tinen dos salidas: la más lógica, que le provean de un vaso de plástico o, la segunda, que su aita se lo compre en las barras cutres del interior del estadio previo sablazo de rigor.

Pero bueno, debe ser esto lo de la "normalidad" aplicada de forma justa ¿a todos? Evidentemente no. Al palco se accede por la tribuna principal baja, luego el citado lugar es una parte del interior del estadio. Y, entonces, ¿cómo es posible que a dicho lugar pueda acceder mercancía consistente en bebidas alcohólicas embotelladas en recipientes de vidrio o, en su caso, servidas en copas o vasos de cristal?

Bien, es de suponer, que nadie en el palco vaya a tirar nada al terreno de juego (igual que tampoco lo iba a hacer el niño con su fanta de naranja) pero, creo que, puestos a cumplir de forma estricta la normativa que en cada momento se aplique, ésta ha de ser cumplida por todas y cada una de las personas que acceden al campo de fútbol. Es más, opino que el encargado de dar este tipo de inusuales instrucciones al personal de control de los accesos, sería quién debería predicar con el ejemplo.

Así que, ante la foto de Patxi López y ante las vallas publicitarias electrónicas exhibiendo banderas españolas en el perímetro del terreno de juego (vamos... que ni en la plaza de torturas taurinas de Bilbao se ve ya eso), llegue la "normalidad" a ese palco de ¿autoridades? (algunos ya parecen abonados) al que no se accede por el monte Artxanda. Y que esa normalidad llegue de tal forma que no sean servidas bebidas alcohólicas, y, ésas y otras no sean servidas en recipientes de cristal.

Todos son todos, y la excepción en este caso no se antoja justa. Por eso, si ese padre que ve como a su crío le "requisan" su lata de refresco en los accesos de San Mamés tiene todo el derecho del mundo a solicitar la presencia de la Autoridad competente para que refleje en el preceptivo informe el manifiesto incumplimiento de la normativa vigente en un pequeño y acotado espacio del estadio, dentro del estadio y accesible desde el exterior del mismo de igual manera que todos y cada uno de los accesos.

No es normal que tu lata de cerveza se haya quedado en el torno y, si giras la cabeza, ves (normalmente a los de siempre) metiéndose, ya no una caña fresquita, sino un cubata en vaso de cristal en el antepalco. Y, encima te miran impunemente como haciéndote entender que todavía hay clases... ¡Jóder qué importantes! y... qué impresentables, todo sea dicho de paso.

Otro día saco la estadística de los políticos (que son los que legislan), que van por el morro al palco, partido tras partido, con sus hijas, los que dicen que van por compromiso, los "pegaos" de rigor, etc... Es relativamente fácil para mí. Sólo tengo que ir a todos los partidos (incluso a los de pago adicional) y ver, uno tras otro una serie de caras aferradamente fieles a su asiento gratuíto. Así las cosas, otros pagan esos asientos, las bebidas y canapés, no pueden acceder con su cerveza y, encima tienen que soportar esa risita de "te jodes pringao".