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Corría el verano de 1980. Un año más mi familia cargaba el coche hasta los topes y se embarcaba en un largo viaje hacia la costa. Destino: el recién inaugurado camping de Almerimar (El Ejido, Almería). Sin aire acondicionado, sin autopistas, sólo con la radio como compañía... eran otros tiempos. Por suerte yo viajaba cómodamente dentro de mi madre ajena a las incomodidades del viaje.
En uno de esos calurosos días de agosto mi madre retrató a mi padre y a mis hermanos, entonces con 5 y 3 años, en la playa cercana al camping. “¡Vaya antigualla me enseñas!” me comenta mi padre cuando le enseño la foto. “Ahí estoy yo con mis tiernos 31 añitos y algo más de pelo. El día estaba nublado porque se acercaba una tormenta de arena desde el Sahara que al día siguiente nos averió el coche.” ¡Me imagino lo que debió de costar que mis hermanos parasen quietos un momento para tomar la foto!
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Y como ésta muchas más historias. Seguro que tú también tienes tu foto...
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