Víctor Celso se hace eco en su Blog (http://vccamacho.blogspot.com/) de una curiosa noticia. Creo que terceros opinan sobre el fín de la citada herencia y hacen propuestas de lo más lógicas y coherentes.Pero... mucho me temo que todo ello es absolutamente inútil. Podemos presumir a la legua que, esa familia (los Borbones) hará caso omiso y arramplará hasta el último céntimo de euro. No es, per se, un mal presagio, simplemente y, además de lo que tengan o dejen de tener, parece que se van dándo cuenta que hay que "auchar" de dónde séa para poder vivir en un previsible Estado que deje al margen (a medio plazo) a su onerosa institución.
En España, el antiguo régimen de pleitesía monárquica pervive en los sectores de poder. El inversor, terrateniente y empresario menorquín Juan Ignacio Balada Llabrés ha designado herederos de su fortuna a los príncipes de Asturias y a los ocho nietos de los reyes, según ha comunicado el albacea del testamento a Felipe y Letizia, quienes no conocían al fallecido hombre de negocios.
En una operación que recuerda a los tiempos del absolutismo, fuentes monárquicas han precisado que los príncipes no habían mantenido nunca contacto alguno con Balada ni habían recibido información sobre él hasta que el albacea se puso en contacto con ellos hace unos días para comunicarles lo dispuesto en su testamento por el empresario menorquín, que falleció el pasado 18 de noviembre en Ciutadella. En el testamento, Balada dividió su fortuna en dos mitades, una de las cuales dona a los príncipes y a los ocho nietos de los reyes, mientras el 50 por ciento restante desea que Felipe lo dedique a constituir una fundación que aborde asuntos de "interés general".
Según informaciones publicadas por el Diario Ultima Hora Menorca, la fortuna de Juan Ignacio Balada Llabrés -hijo único del empresario Ramón Balada y la farmacéutica Catalina Llabrés- está formada por fincas rústicas y urbanas, valores inmobiliarios e inversiones en Bolsa y constituye la mayor fortuna personal de Ciutadella, que puede alcanzar varias decenas de millones de euros.De acuerdo con lo publicado en este Diario menorquín, el pasado 11 de diciembre se procedió a la apertura del testamento en la notaría de Ciutadella y se conocieron entonces las decisiones ordenadas por el fallecido.
Por otra parte, la portavoz de ICV, Laia Ortiz, les ha pedido que lo donen al Estado para que se dedique a "políticas contra la crisis económica". Ortiz ha argumentado su razonamiento asegurando que "dado que los ciudadanos mantienen a la Casa Real con sus impuestos" sería "de recibo" que se retorne ese dinero "al Estado". Para la portavoz de ICV sería "incomprensible ver al Rey poner la crisis en primer lugar en sus discursos y lucrarse personalmente con una herencia millonaria".
También sugiere que el dinero de dicha herencia se destinara a políticas de cooperación en Haití, para ayudar en la reconstrucción del País tras el terremoto, que deja a su paso miles de muertos.
A lo que debo añadir a la buena Laia que "lo tiene más claro que el caldo del asilo". Reitero: esta "peña" no va a soltar ni un puto euro... y mucho menos para Haití. Es sabida la fama de rácano o tacaño del propio Juan Carlos y, "de casta le viene al galgo". Estos son capaces de gastárselo en tablas de snowboard pero, eso sí, cuando les digan que ya no hay riesgos de epidemias o de saqueos y disturbios, se plantan allí con su "real cara" para llevar un talón (que pagamos todos menos ellos), descubrir una placa en plan cooperante y, de paso, tomar un poco el sol.
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