MIS "REFRITOS"

Llevo tiempo recibiendo varios comentarios anónimos (o no tan anónimos, yo diría que bajo seudónimos) en los que califican este Blog como un compendio de "refritos".

No tengo porqué decir que en 948 entradas, las referencias de terceros no alcanzan ni un 12%. Sin ir más lejos, en los 10 últimos artículos, tan sólo uno no es propio de autor.

Evidentemente, no tengo que dar ningún tipo de explicación y, menos, a quien no se identifica a la hora de hacer ese tipo de valoraciones. Son varios los artículos que me envían para ser publicados y, soy yo quien determina si tienen cabida o no en estas páginas. Para ello no utilizo ningún tipo de censura y la prueba ahí queda patente: prácticamente la totalidad de los contenidos han sido publicados y, los que no, bien puede deberse a una falta de actualidad del tema tratado o bien a que el artículo expuesto no sintoniza con el estilo del Blog.

Para aclararnos, gente que pretende que "cuelgue" artículos publicitarios de la Iglesia o cuestiones por el estilo, tiene infinidad de páginas que, de mil amores, se harían eco de esos planteamientos. No obstante, en "comentarios" no suelo hacer criba (salvo a que el estilo sea insultante o idolente hacia el Editor o hacia terceros).

Por ello, los artículos remitidos u otros que considero de interés divulgativo son "subidos" a estas páginas, eso sí, siempre citando las fuentes de referencia. De hecho, no es normal que este tipo de críticas provengan de "Bloogers" sino de gente que, por la razón que sea, no sabe, no puede... no quiere disponer de un Blog (es gratuíto).

De este modo, desayunamos cada día con críticos de cine que nunca han dirigido o con críticos de literatura que jamás han escrito dos renglones seguidos (en el supueso de que los hayan llegado a leer). También existen los críticos deportivos que no han dado una patada al balón o más de tres pedaladas en una bici en toda su vida.

Más habitual aún son otras "especies críticas" como los críticos de la prensa rosa, que, en definitiva vienen a ser una reata de "frikies", muchos de ellos sin relaciones "serias" pero que se pasan el día llenando la parrilla televisiva poniendo a parir a todo el que se les pone por delante. Es curioso pero, no existe programa que no disponga en su plantilla de colaboradores de un crítico gay. Da la sensación de que, o pones un gay o no triunfas.

Y que decir de lo críticos musicales. ¿Qué me dicen del tal Hristo, de Ramoncín o del "experto eurovisivo" Uríbarri? Me gustaría verles cantar aunque fuese en un karaoke. Bueno... el oráculo del intelecto que ahora gusta llamarse Ramón ya lo intentó al tiempo que, rombo pintado en ristre, se dedicaba a echar "lapos" a la primera fila. Claro, entonces era "el rey del pollo frito" y ahora es un directivo de ese cortijo llamado SGAE que, entre otra cosas, viven "a la chepa" de los verdaderos artistas e intentan "sablearnos" a los Internautas.

Bien, pues a ellos, se les une una nueva sub-especie de críticos: los críticos de Blogs. Como antes he expuesto, seguramente es gente que no se atreve a tener su propio Blog (ni tan siquiera para criticar) y, si lo tienen, no lo dicen. Igual lo encienden y lo reinicializan constantemente para que les suba el contador de visitas. Afortunadamente el mío está homologado por Share. En fín, este tipo de comentaristas están ubicados en "el balcón de la crítica" o, lo que es lo mismo, esperar pacientemente a que otros escriban para criticar sin mayores argumentos.

En resumidas cuentas, el Blog es mío y reproduzco (como ya he dicho, con la preceptiva fuente de procedencia/autorización) lo que me resulta de interés divulgativo. Cuando algún crítico puede ver un "refrito" en referencia a algún Medio de Comunicación, antes de criticar, tiene que pensar que esos Medios, al igual que yo, estamos suscritos a Agencias de Información. A partir de aquÍ, al que no le guste, bien fácil lo tiene (¡no habrá Blogs!) ya que a nadie se le obliga a acceder a estas páginas.

Para acabar, quede bien claro que acepto todo tipo de crítica constuctiva pero, si alguien, con ese tipo de comentarios destructivos, intenta desanimarme, decirle que (aún publicándolos) lo tiene "más claro que el caldo del asilo". Es más: "ME PONE".