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Se cree que el Edén, en su día, pudo estar en Bilbao. Es aquí dónde se inventó el fuego, el arco y la flecha, la rueda, la txapela, el kalimotxo y la WIFI. Y no en ese orden de importancia.
Los que somos de Bilbao "de toda la vida" nunca lo comentamos porque nos reconocemos los unos a los otros, y así no herimos a la gente que tiene la desgracia de no ser de aquí (aunque en realidad se sabe que el mundo -es su totalidad- se encuentra dentro de Bilbao, por lo que se demuestra empiricamatematicofiloesquizofrenicamente que los que se autodenominan bilbaínos son en realidad los que se dieron cuenta de ello).
Desde 1974, Bilbao es la capital del mundo (más que nada porque dieciocho de cada diecinueve seres humanos somos de Bilbao)... ¡los demás que se jodan! Para ser un bilbaíno de cojones se debe tener en cuenta que nunca rechaza una apuesta, sobre todo si quien reta añade el prefijo "A qué no hay huevos"...
Un bilbaíno siempre apoyará al Athletic (y el que no, a la ría de cabeza). Por otro lado, un bilbaíno se irá a potear -al menos- todos los sábados y a cantar bilbaínadas además de tener que peregrinar por lo menos una vez en su vida al Pagasarri. Los bilbaínos nacemos sabiendo jugar al mus y nunca rechazamos una partida. Conste en acta que Bilbao es el país dónde siempre sale el Sol, porque si no sale lo sacamos a hostias... pues.
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