Veremos cómo se deshoja esta margarita pero, siempre he tenido claro cúales pueden ser las combinaciones para designar al próximo Lehendakari del Gobieno Vasco.En lo que en una carrera de F-1 o de motos, el mejor situado en la "pole" es el socialista Patxi López. Posee 4/6 de posibilidades, a saber:
1.- Una mayoría simple en el conjunto de la C.A.V.
2.- Un pacto (contando con mayoría de votos) con EAJ/PNV... vamos, igual que el del Lehendakari Ardanza con Ramón Jauregui, pero al revés.
3.- Un pacto del PSE-EE-PSOE con el PP, que podría denominarse "constitucionalista" (descartable pero no imposible).
4.- Un pacto a "la catalana" (ver nota 1) con el propio PSE-EE-PSOE + Eusko Alkartasuna + los "Madrazos" (descartando de facto a Aralar). Esto se traduce en catalán de la siguiente forma: President de la Generalitat Catalana = Montilla (PSC) = Lehendakari Patxi López (PSE) + Esquerra Republicana de Catalunya = EA + ICV-EUiA = EB-IU.
El " quinto sexto 5/6" sería la reedición del actual tripartito PNV+EA+IU-EB y, hasta -incluso- + Aralar.
Un "sexto sexto 6/6" sería una mayoría absoluta del PNV, o del PSE por separado y sin coaliciones pre-electorales. Opino que esta situación es, de entrada, descartable. Luego, no voy a hablar del resto de formaciones políticamente residuales. Exceptúo de ese concepto al PP del País Vasco por el peso de sus votos pero, aún así, por su cuenta, sólo tendríamos que posicionarlo como 3ª fuerza política en el Parlamento de Gasteiz.
Lo cierto es que, inmerso en pleno proceso interno para la elección del candidato a Lehendakari, al PNV le urge conocer la decisión de su posible socio electoral en las próximas autonómicas de marzo. Y, en Sabin Etxea no están dispuestos a que la demora en la respuesta de EA a su ofrecimiento condicione la elaboración de sus candidaturas. O, dicho en otras palabras, que "no les mareen la perdíz" (que no sería la primera vez).
Desde la formación jeltzale mantienen su apuesta por una coalición que, según señala el burukide Andoni Ortuzar, no se circunscriba sólo a las contiendas electorales, sino que tenga un carácter permanente y estratégico. El presidente del BBB del PNV reitera la vocación de su partido de acudir en coalición con la formación presidida por Unai Ziarreta. El ex-director del Ente Público EiTB (que tras el "Hombre-Antxoa· Josu Ortuondo, no lo podía haber hecho peor) justifica el respaldo a la alianza con EA argumentando que "el nacionalismo democrático e institucional tiene mucho más en común que lo que nos diferencia".
Y va más allá en su razonamiento al señalar que la coalición con la formación que se desgajó de su partido en 1986 (lo que este Editor denominó `Segunda Escisión´,"es algo natural". No lo vieron así en el congreso extraordinario de EA del año pasado, ya que la mayoría de los compromisarios se posicionaron en contra del regreso a la "casa del padre", aunque sólo fuera para concurrir electoralmente en las elecciones municipales y forales, en las que finalmente concurrieron por separado: rotundo error aunque nunca hay que dejar de tener en cuenta que, lo que propone Ortuzar es la creación de una especie de Convergencia i Unió sin dejar a las claras -evidentemente- que a EA se le asignaría el papel de CDC y al PNV el de UDC. En resumen... como en Catalunya, pero, al revés en lo referente al liderato.
He hablado antes de las últimas elecciones municipales y podría añadir como el alcalde de la Villa de Bilbao (Iñaki Azkuna) llegó a expresar como EA (en Bilbao) "había echado 4.000 votos a la Ría". Ante esta aseveración, sólo cabe decir que era perfectamente acertada. Por si fuera poco, y ello gracias a la Ley de D´Hont, esos 4.000 votos que no fueron a parar a Bengoetxea, fueron directamente (por aquéllo de "los restos" (que los polítilogos llamamos "gallifantes") a la obtención de una última acta municipal por parte de la formación encabezada por Antonio Basagoiti (PP). Todo "un gesto" en pro del nacionalismo... ver para creer !!!
Tampoco deja de ser cierto que, desde 1.999 y hasta la contienda electoral del pasado año, ambas formaciones fueron de la mano a la cita con las urnas en cuatro ocasiones -dos autonómicas y dos municipales y forales, en una de las cuales coincidiendo a su vez con las europeas-.
Salvo en las municipales de 2003, en todas las demás la unión de ambas fuerzas ha rondado o superado el 30% de los sufragios, con el valor añadido de la suma. El PNV se encuentra estos días en la primera fase de su proceso interno para la designación del candidato a Lehendakari.
La elección definitiva verá la luz el próximo 20 de diciembre, a escasos tres meses y medio de las elecciones cuya fecha concreta está aún por determinar por parte del Lehendakari Ibarretxe.
De ese proceso interno saldrán las tres listas territoriales del PNV o, en su caso, de la coalición PNV-EA. Pero los jeltzales no se plantean parar para esperar a EA, por lo que si la decisión de éstos no se solapa con los tiempos del proceso, la fórmula de la coalición entre ambos partidos tendrá que esperar una mejor ocasión (en la reunión mantenida entre ambos partidos para hablar sobre esta cuestión el pasado 27 de octubre la formación jeltzale fijó de plazo mediados de este mes).
Ortuzar sigue señalando que la decisión está "en la mano de EA" pero, tras enfatizar su apuesta por la alianza, ensancha el sentido de la coalición. "A nosotros nos gustaría que fuera una unión estratégica, que sobrepasara las coyunturas, que diera estabilidad a este país", afirma el burukide. Y, calro, "peña" del nivel de azcárraga Rodero... "corriéndose del gusto".
Interpelado sobre esta cuestión, el secretario de Política Institucional de EA y miembro de "la Obra" (Opus Dei), Rafael Larreina , eludie pronunciarse, a la espera de que la Asamblea Nacional -que previsiblemente se reunirá en los próximos días- tome una postura definitiva. En la reunión deliberatoria de la misma Asamblea hace dos semanas, las bases se pronunciaron mayoritariamente en contra de la alianza. Y, es que una cosa son las bases y otra bien distínta sus acomodados Consejeros y toda la "trouppe" o "Coorte" de la que se rodean.
Así las cosas, no sé porque me "pega" que son los sectores de EA afines a aquéllos que he definido como los que "calientan poltronas" (Azcárraga Rodero, Campos, Larrañaga...) y todo ese "staff", los que pueden ser los más proclives a dicha operación en contra de los que pretenden defender la identidad propia de la formación o, lo que es lo mismo, evitar un claro intento de "fagocitazión" (el de Ortuzar, es el enesimo), es decir: em contra de sus mermadas bases afiliacionales.
No es esto nada nuevo. En este sentido, sólo hay que repasar las tésis defendidas en períodos pre-congresuales de EA. Este Editor llevaba oyendo desde 1987 aquéllo de "los del Lehendakari" y "los de Oliveri". Lo curioso es que Larreina o Azcarraga Rodero siempre han sabido estar en todas y cada una de la Ejecutivas Nacionales.
En cuanto a "los Madrazos" ocurre mas de lo mismo: los que tienen "poltrona" quieren reeditar el tripartito y los que no, "tiran" preferentemente por una coalición "de izquierdas" excluyendo al PNV. Por coalición último, los de Aralar... a esperar las "migas" que sobren y, entretanto, la UPyD de Rosa Díez, a conformarse con el antiguo escaño de Mosquera...y luego de "Queca" Benito...ambos de la extinta Unidad Alavesa: Otro ejemplo de fagocitación al estilo que el PP pretende hacer con UPN (aunque en Nabarra lo tienen más claro que el caldo del asilo).
FUENTES: Agencias, de referencia, Diario Deia y propias del Editor.
NOTA (1): Se conoce como Gobierno tripartito (en catalán Govern tripartit o simplemente Tripartit) al Gobierno de Catalunya surgido tras la firma del Pacto del Tinell por el Partit dels Socialistes de Catalunya - Ciutadans pel Canvi, Esquerra Republicana de Catalunya e Iniciativa per Catalunya Verds - Esquerra Alternativa el 14 de diciembre de 2003. Estos tres partidos políticos sostuvieron entre el 20 de diciembre de 2003 y el 11 de mayo de 2006, en virtud de dicho acuerdo, el Gobierno catalanista y de izquierdas encabezado por el socialista Pasqul Maragall.
Después de las Elecciones al Parlamento de Cataluña de 2006, la coalición de izquierdas volvió a acordar formar gobierno, esta vez presidido por el nuevo líder del PSC, José Montilla y bajo el nombre de 'Govern d'Entesa' ('Gobierno de Entendimiento' o 'Gobierno de Pacto').
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